El conjunto andaluz del Rincón Fertilidad se deshace del Metalurg y sortea la tercera ronda continental de balonmano femenino y las grancanarias toman ventaja ante el Maedilon holandés
La tercera ronda de la Challenge Cup de balonmano femenino toma forma de trámite para los equipos españoles. Por lo pronto, el Rincón Fertilidad Málaga ya ha sellado su pase a octavos tras eliminar al WHC Metalurg (global: 68-28). El Rocasa gran Canaria, por su parte, disputó este domingo el encuentro de ida ante el Maedilon VZV, encarrilando el cruce con un triunfo a domicilio por 26-32. Las isleñas recibirán al conjunto holandés el domingo 19 de noviembre (13:00 horas).
Maedilon VZV 26-32 Rocasa Gran Canaria (Ficha)
Las teldenses con un parcial 3-10 en el minuto 15 de juego obligaban al banquillo local a pedir tiempo muerto y así cortar la sangría. La valenciana Silvia Navarro se encargaba de atajar casi todos los lanzamientos de las holandesas que querían y no podían en su debut europeo. Antonio Moreno rotó al equipo a mediados de la primera mitad para dosificar a las jugadoras con más minutos de cara al partido adelantado de la décima jornada del próximo miércoles contra el Rincón Fertilidad de Málaga.
En la segunda mitad, el ímpetu de las neerlandesas, aupadas por su incansable afición que llenó el De Meent Arena con unos 800 espectadores, equilibró el envite consiguiendo ganar el segundo parcial, donde la internacional cubana Lisandra Lussón se erigió como máxima goleadora del partido con 14 goles.
Rincón Fertilidad Málaga 37-14 WHC Metalurg (Ficha)
No hubo espacio para la sorpresa. El Rincón Fertilidad Málaga hizo valer su superioridad mostrada en el encuentro de ida el pasado viernes en Cártama (14-31), donde ya logró superar al WHC Metalurg por 17 tantos de diferencia, para vivir una jornada de fiesta en la mañana del domingo en Carranque. Las malagueñas salieron muy concentradas. La defensa rayaba a un nivel similar al de los últimos partidos y el buen movimiento de bola en ataque permitió acertar en los primeros ocho lanzamientos a puerta, por lo que el marcador se rompía con apenas siete minutos de juego disputados (1-8).
Salvado el inicio, Diego Carrasco comenzó a dosificar a su equipo. Los constantes cambios bajaron el buen hacer ofensivo, pero como el nivel atrás no descendía. La segunda parte se convirtió en un trámite, aunque las andaluzas querían más y no bajaban la intensidad. Defensa inquebrantable, Ana Marín segura bajo palos, y el ataque encontrando opciones claras de lanzamiento, con buenas definiciones en rápidos contragolpes.