La nadadora badalonesa hace un crono de 4:18.94 en Eindhoven y supera la marca de Katinka Hosszú de Netanya 2015
Mireia Belmonte rugió voraz restando metros a toda velocidad en la piscina Peter van de Hoogenband de Eindhoven en cada una de las pruebas que disputó y siguió cargando de medallas su alforja en la tercera etapa de la Copa del Mundo. Dos oros metió el jueves con sus triunfos en el 800 libre y en el 200 mariposa —precisamente el día que se cumplía el aniversario de su oro olímpico en esta modalidad en Río 2016, además en la que el logró el oro recientemente en el campeonato del mundo de Budapest—. Pero Mireia aún tenía que pulir más su leyenda. Y en la final de los 400 estilos de este viernes construyó en el agua el récord del mundo.
Marchó con todo Mireia Belmonte desde el momento que momento que impacto con el agua y enfoco la calle y lanzó su carrera y fulminó todo con una velocidad endiablada. Y cuando tocó la pared cerrando su prueba, fijó su mirada de ojos cristalinos en el marcador y dibujó una sonrisa plena y golpeó con los puños cerrados el agua: cubrió la distancia en 4:18.94. Y eso significaba, reconocido por un público en pie y volcado con la nadadora española, el haber roto el récord del mundo de la la prueba.
Todavía más. Nadie pudo seguirle el ritmo. De hecho, una siempre estratosférica Kantinka Hosszú, que fue segunda en la final de Eindhoven en esos 400 estilos, llegó casi siete segundos después que la badalonesa. Y Belmonte, precisamente, batió el récord del mundo que ostentaba la húngara desde Netanya (Israel) 2015 de 4:19.46.
El año post olímpico, en ocasiones, una opción de descarga para los deportistas dada la altísima presión del ciclo olímpico, Mireia Belmonte no hace más que seguir alargando su leyenda en la natación. Sin lugar a dudas anda en un estado de forma maduro y voraz y lo traduce con triunfos de calidad, además que significan medallas. Los últimos treinta días han sido brillantes. En el Mundial de Budapest logró la ansiada medalla de oro mundial en los 200 mariposa, pero es que además consiguió los subcampeonatos del Mundo en 1.500 libres y los 400 estilos, finales que tiranizaron Katie Ledecky y Kantinka Hosszú, respectivamente.
Y después de Budapest, la nadadora entrenada por Fred Vergnoux, arrancó su tour de tres etapas por las Copas del Mundo de Moscú, Berlín y el cierre en Eindhoven. En la capital rusa, ganó el oro en el 800 libre, además de recoger una plata (400 libre) y un bronce (200 mariposa). En la ciudad alemana, se hizo con el oro en los 400 libre, además de sumar una plata en los 400 estilos. Así cierra Mireia Belmonte una temporada mayúscula después de la ya grandiosa campaña olímpica. Llega el descanso para la nadadora badalonesa. Pero esa leyenda todavía está por hacerla crecer.