El técnico del Atlético Guardés, José Ignacio Prades, repasa la consecución de la Liga Loterías de balonmano femenino en Visibilitas
Qué mejor que ganar un título de liga que en la última jornada y en casa, ante la afición que toda la temporada apoyó a su equipo en A Sangriña, rugiendo ilusionada: qué mejor que lograrlo con un grupo impecable durante la temporada, que expresa en la pista lo trabajado en el día a día. Si a eso se le une que ese momento de conquista, de cumplir un sueño, lo contemplan en directo tu mujer e hijos, pues el grado de satisfacción es inexplicable. José Ignacio Prades, entrenador del Atlético Guardés, repasa en esta entrevista para Visibilitas la campaña que ha llevado al conjunto gallego al título de la DHF de balonmano femenino.
—¿Qué significa para este club la consecución del título de la Liga Loterías?
—Significa algo histórico para este modesto club, que además cumple 50 años de historia, así que qué manera de celebrarlo que con un título de liga, que supone un premio a la regularidad, a la constancia y al trabajo que estas chicas han derrochado durante todos estos meses.
—¿Y para usted como entrenador?
—Es un sueño hecho realidad. Siempre tienes en el horizonte el llegar a conseguir algún título. Lo cierto es que no lo esperábamos y por ello creo que debemos valorarlo más. Se han unido un gran espíritu de trabajo con un grupo muy implicado, que desborda ilusión y ganas de competir: esa ha sido la clave.
—¿Cómo describiría la temporada del Atlético Guardés?
—Creo que ha de evaluarse con un sobresaliente. Hemos estado vivos en las tres competiciones que disputábamos hasta prácticamente el final: en Copa de la Reina caímos en semis por un gol y en la Challenge Cup perdimos ante el equipo sueco del Höörs en semifinales, un equipazo que acabaron como subcampeonas de la competición y que han ganado la Liga SHE sueca.
—¿Cuáles han sido y son las claves del equipo en esta campaña de sobresaliente?
—Para mí han sido la conjunción de un montón de factores: un equipo que ha asumido un rol de trabajo por encima de lo normal, un grupo de trabajo muy compacto que se ha mostrado como una verdadera familia, y el apoyo y gestión de una directiva y una afición volcada con su equipo.
—¿Qué sello ha procurado imprimir en la identificación de este equipo?
—Cada entrenador tiene una filosofía muy particular, pero también hemos de adaptarnos al tipo de jugadoras que tenemos. Y la verdad es que las chicas han entendido y han creído en el mensaje de defender fuerte y salir rápido a la contra; hemos realizado un trabajo de mucho desgaste en este apartado del juego sin rehusar a un juego en ataque rápido, de mucha velocidad, y una defensa con mucha actividad para intentar recuperar balones.
Este equipo es un grupo de trabajo muy compacto que se ha mostrado como una verdadera familia con el apoyo de directiva y afición
—¿Qué es lo que le pidió el club cuando llegó el pasado verano?
—La verdad es que el objetivo era comenzar una reconstrucción del equipo. Acababa un ciclo y diseñamos las bases para un equipo a medio-largo plazo con apuesta por chicas jóvenes como Rosario Urban, Gabriela Romero, Xeila Fervenza, Anca Onicas,… además conseguimos incorporar a otras jugadoras ya contrastadas como África Sempere, Luciana Mendoza, Rosa Álvarez, Marisol Carratú… que junto con el grupo anterior consiguieron formar un bloque muy compacto. El objetivo era sentar las bases para ser lo más competitivas posibles, pero sin la exigencia de ningún título.
—¿Y qué se exigirán para la próxima campaña?
—Ojalá que el año próximo podamos repetir con un título, pero sinceramente nuestro objetivo pasará por seguir mejorando y seguir compitiendo al máximo. Si lo conseguimos, una cosa llevará a la otra, seguro.
—Desde luego hay una plantilla importante y en crecimiento ¿Qué valor le da al grupo que hay y qué habría que reforzar también pensando en Europa?
—El grupo prima por encima de las individualidades y eso también ha sido una seña de identidad, por lo que las jugadoras que se embarquen en la aventura del año que viene saben que van a encontrar un valor seguro en la fuerza grupal y van a ser jugadoras que aporten y con un alto grado de sacrificio y trabajo. Queremos que prácticamente el 80% de la plantilla se quede con nosotros.
Sólo puedo agradecer a todo el mundo lo que he disfrutado esta temporada de lo que más me gusta
—Hay jugadoras de la liga que saldrán fuera de España de cara a la próxima campaña como ya viene pasando desde hace años ¿Cómo se frena el éxodo de talentos?
—La salida de jugadoras es algo que en los últimos años se ha producido, pero sinceramente pienso que es una buena experiencia a nivel individual. Sobre todo para las jugadoras más experimentadas y presenta una mejora económica sustancial. Pero es un hecho comprobado que los entrenadores y entrenadoras españoles tienen un reconocido prestigio y las chicas más jóvenes deben invertir en formación y minutos, y en algunos casos marcharse fuera no es correspondido con un aumento o una mejora por falta de minutos o riqueza técnico-táctica. Tema aparte es el aspecto del trabajo físico y también el económico, donde todavía no podemos ponernos a la altura de muchas ligas, pero sí es verdad que los clubes van dando pasitos y son mucho más serios, aunque sigue faltando inversión en estructura.
—¿Qué reivindica para la liga, si bien es cierto la estructura de las selecciones es fuerte?
—La competición, obviamente, tiene cosas que mejorar. Muchos aspectos que se pueden debatir donde, desde una perspectiva global, todos los estamentos implicados podemos aportar para mejorarla. Es cierto que la competición ha ganado en igualdad y emoción en estos últimos años, lo que beneficia al balonmano femenino. La aparición de gente joven en nuestra liga repercute directamente en la formación y acumulación de experiencia para las más jovencitas, pero es cierto que todavía hay margen de mejora y debemos seguir trabajando para que se produzca.
—¿Con qué se queda de esta temporada?
—Sería injusto quedarme con un sólo momento. Sólo puedo agradecer a todo el mundo lo bien que lo he pasado y lo que he disfrutado esta temporada de lo que más me gusta. Vivir el final de liga en casa con la opción de conseguir el título ha sido especial. Y que encima mi mujer y mis hijos pudieran estar allí acompañándome es algo que no olvidaré. Un auténtico diez para la afición, que nos ha ayudado muchísimo en la consecución del título de liga, gracias a todos.