El campeonato de España de natación adaptada por comunidades autónomas, contado en primera persona por Leyre Ortí
Por Leyre Ortí*
Es fácil decir que la Comunidad Valenciana revalidó su título de vencedora en Castellón un día después de finalizar el Campeonato de España absoluto, pero ya en la primera sesión del sábado se demostró que no iba a ser un camino de rosas. La comunidad de Cataluña se distanciaba 100 puntos por encima al término de la mañana gracias, sobre todo, a su gran cantidad de nadadore/as de clases medias-bajas (de la S6 a la S10), presentes en la práctica totalidad de las pruebas.
Este campeonato iba a ser también difícil para mí: en dos sesiones nadaba lo que normalmente solía nadar en tres por un cambio en el programa de competición, lo que requería un cambio en las rutinas de calentamiento, es decir, suavizar en cuanto se acabara de competir para estar ‘como nueva’ en la siguiente prueba y, en el caso de la segunda y tercera sesión, calentar dos veces, ya que pasaba mucho tiempo entre la hora establecida para calentar en la piscina oficial de 50m y la hora de mi prueba. Además, no estaba fina: tenía la sensación de estar nadando bien y rápido durante las pruebas, pero ésta no se correspondía completamente con los tiempos.
Nadaba tres pruebas (100m espalda, 100m braza y 100m libre) en la primera sesión. Había apostado mucho por la braza, ya que era el estilo que mejor se me estaba dando en los últimos entrenamientos, pero (error de novata) tragué agua en los últimos 25m y los pequeños ataques esporádicos de tos por un constipado ya (casi) curado, hicieron el resto hasta el final de la prueba y solo pude igualar mi marca. En las otras dos pruebas solo pude acercarme a mis tiempos.
La C. Valenciana, campeona de España por segundo año consecutivo por 5 puntos de diferencia sobre Cataluña
Es de especial mención la actuación de Sergio Martos en 100m libre por superar la barrera del 1’03» o de Laura Mengó en 100m espalda, ya que mejoró su marca en 2 segundos pese a la tendinitis de tobillo que arrastraba, o incluso de Lucía Martínez, quien demostró que tenía la capacidad de conseguir la mínima europea en la prueba 100m libre de la S4.
La segunda sesión comenzó tras disponer de una hora para comer, poner a secar bañadores y toallas, y descansar. La acabamos con una primera información de que la C. Valenciana iba 212 puntos por detrás respecto a Cataluña. Finalmente, fueron 160. Con todo lo que habíamos luchado y la distancia aumentaba. Mis últimas dos pruebas del sábado fueron 50m libre y el relevo de 4x100m libre, cuya suma de clases de cada deportista componente no debía sobrepasar los 34 puntos.
Antes de la prueba individual, mi parte emocional continuaba con la decepción de no poder mejorar mi marca en 100m braza, pero mi parte racional estaba ya centrada en visualizar todos los detalles que tenía que cumplir para realizar un buen 50 libre. Y así sucedió: volví a mis tiempos tanto en la prueba individual, como en la colectiva.
Sabíamos que era imposible superar a las catalanas en el relevo, pero habíamos estado trabajando en la dirección correcta con nuevas caras en nuestro equipo, como Claudia Hernández y Laura Báez. Laura Mengó sacó ventaja en la primera posta respecto a Júlia Castelló, tres clases por debajo, pero la catalana Núria Marqués adelantó a Laura Báez en la segunda posta. Por mi parte, solo pude igualar el relevo, dejando todo el peso en la cuarta posta. Finalmente, revalidamos el título de subcampeonas de España y sumamos 26 puntos para el equipo.
Oficialmente mi participación había acabado: el domingo solo nadaba 50m espalda, una prueba paralímpica y, por tanto, oficial, solo para clases bajas. Al ser una clase alta (S8), la nado porque me gusta, pero yo no podía contribuir en los puntos de la clasificación general. Se acababa mi participación sabiendo que no había dado los máximos puntos posibles a mi equipo (100m espalda, donde no compitió otra nadadora de la clase S8) como en anteriores ocasiones al quedar en todas mis pruebas en segunda posición, ya que las nuevas generaciones vienen muy fuertes y tienen mucha trayectoria por delante. A pesar de todo, éste es un aspecto que enriquece y garantiza la continuidad y la competitividad de este gran deporte.
La remontada de 160 puntos fue responsabilidad de mis compañero/as, quienes lucharon hasta el final en la tercera sesión. Lucía Martínez y Marta Expósito consiguieron batir el record de España en 50m espalda y 50m braza, respectivamente, así como que la C. Valenciana ganó el relevo de 4×50 libre mixto, cuya suma de clases de los deportistas no debe superar los 20 puntos, y quedó subcampeona, por detrás de Canarias, en el de 4×100 libre mixto para deportistas con afectación intelectual (S14), entre otras muchas participaciones destacables.
Finalmente, y después de muchas especulaciones, se confirmó la noticia: la C. Valenciana, campeona de España por segundo año consecutivo por 5 puntos de diferencia. Los abrazos, besos, apretones de manos, ojos vidriosos y algunas lagrimillas posteriores no se explican con palabras, se viven. Habíamos revalidado el título y en casa, delante de nuestra gente. No hay final mejor.