Hay amigos y amigos, pero en esta ocasión los de don Juan Carlos no han estado a la altura de lo que se merece
OPINIÓN
El Rey Juan Carlos (lo de emérito lo dejamos para los curas y obispos) ha vuelto a España tras dos años de vacaciones, forzadas por el Gobierno español, en Abu Dhabi. Ya se ha hartado de la soledad a la que ha estado sometido y ha decidido volver a España.
Todo ha estado muy planeado, no vayamos a creer que un día se levantó y dijo: «como hay una regata en Sanxenxo, voy a coger el avión y me planto allí para verla». No, no ha sido así.
Resulta que en junio se celebra en la localidad pontevedresa el Campeonato del Mundo de la clase 6 Metros, que paga como siempre el Xacobeo. El Rey ha participado en los dos Mundiales que ha habido hasta ahora de la clase desde que navega en ella y ha ganado los dos con el Bribón, que arma su querido José Cusí. Antes de sus vacaciones forzadas en el Emirato, los organizadores del Mundial de Sanxenxo ya contaban con que el Rey participara en dicho Mundial, pero no contaban con que la cosa se torcería de tal manera.
El Mundial y cualquier regata de la clase 6 Metros sería una más y pasaría desapercibida si el Rey Juan Carlos no participara en ellas, y claro, bajo esta premisa la cosa se puso bastante oscura cuando el Gobierno prohibió volver al monarca a España.
Había dos años de margen para ir trabajando su vuelta y así se ha hecho. Se ha organizado la Copa de España por fascículos para dar el paso de la vuelta a uno de ellos, y probar la capacidad que tiene ahora este regatista con 84 años.
Hasta que no lo han probado, no han parado. Le subieron en el Bribón el día que no hubo regata para ver el aguante que tiene en estos momentos. Pasó la prueba aunque sin regatear, pero al día siguiente, en la última jornada se hizo realidad lo que nunca hubiera tenido que ocurrir: el Rey Juan Carlos no está preparado para navegar y, además, no debe hacerlo en competición.
Con 84 años y tan poca movilidad es muy peligroso obligarle a competir. Cualquier rotura de mástil, botavara o vuelco de la embarcación sería letal para nuestro Rey. El caso es que ya está hecho y, además de una manera infame. Con una comunicación nefasta que ha levantado un revuelo al borde del escándalo. Con Sanxenxo repleto de periodistas dispuestos a masacrar y juzgar a el Rey Juan Carlos, y lo que es peor, con la Casa del Rey y el Gobierno en contra.
Ahora se trata de que se vuelva a subir en el Bribón a partir del 10 de junio para disputar el Mundial caiga quien caiga y aprovechar el viaje para intentar sacar alguna tajada más.
Por otra parte, creo que don Juan Carlos, como cualquier otro español, puede elegir su residencia y Sanxenxo es un sitio que le gusta y está a su altura. Ya ha pasado grandes temporadas allí y ha sido feliz. ¿Por qué no Sanxenxo?