ATLETISMO | CAMPEONATOS DE ESPAÑA DE LA NUCÍA 2024
Competitividad alta, voraz, eléctrica y, en todo caso, sana. Lucha, garra, colaboración, sinergias. Todas a una y al tiempo con lo suyo. Una final nacional del 3.000 obstáculos que sirvió como marco ejemplarizante de los valores del deporte. Y en ello se unieron Carolina Robles, Irene Sánchez-Escribano y Marta Serrano en La Nucía.
La primera se adjudicó el oro del campeonato de España, con un tiempo de 9:22.19, por segunda vez; la segunda, plata, firmó un 9:24.47, mejor marca de la temporada, y con mucho peso; y la tercera, bronce, vital en el trasfondo de la prueba en muchos sentidos, registró un 9:55.36. La conjunción del trabajo de todas ellas, rivales y compañeras, resolvió que Robles logró la mínima olímpica WA e Irene Sánchez-Robles consiguió su mejor marca del año y la mínima de competividad RFEA.
Discípulas todas de Antonio Serrano. Irene-Sánchez Escribano necesitaba correr por debajo de 9:27.00, la mínima de competitividad requerida por la RFEA para estar en París, y dos de las mujeres con las que devora kilómetros habitualmente decidieron ponerse a su servicio para ayudarle a materializar el sueño de los cinco aros (se perdió Tokio por una lesión en el último entreno serio previo a coger el avión).
Marta Serrano y Carolina Robles -vigente campeona y oro en 2022 respectivamente- fueron liebres de lujo para una mujer que acumula seis títulos en la prueba de la ría. Marta pasó el mil en 3:05.29. Una vez demostrada su generosidad, se descolgó. Luego Irene y Carolina (octava en el Europeo de Roma y ya dentro de los que serán sus segundos Juegos) relevaron para que el ritmo no decreciese. El 2000 en 6:15.44 con Irene fajándose sin tregua. Finalmente, Carolina aceleró (mirando por el rabillo del ojo, cerciorándose de que su compañera seguía relativamente cerca) para rematar su segundo título, nueva marca personal y récord de los campeonatos (9:22.19). La plata y la plaza olímpica se las llevó Irene (9:24.47) y el bronce viajó a las vitrinas de Marta (9:55.36), presente y futuro de la disciplina dentro y fuera de nuestras fronteras.
Triple salto femenino
Una mujer contra sí misma. No sola, porque el estadio entero (este y todos) la arropan cada vez que enfila camino del foso. Los tres primeros intentos de la campeona de Europa, que en el pasado mitin de Madrid reconocía estar agotada tras el desgaste emocional que supuso proclamarse la mejor del Viejo Continente, selló los tres primeros saltos en progresión: 13.07, 13.56 y 13.86. El cuarto, claramente más largo, resultó nulo. En el quinto su grito ensordeció al Camilo Cano y lo que vino a continuación fue un bote de 14.20. En el sexto apuró en la tabla un poquito más y aterrizó a 14.27. Es el séptimo título para esta institución del deporte español. Un lujo para Elda Romeva (12.96) y Naira Estanga (12.86), situarse a derecha e izquierda de Ana en la foto de la ceremonia de premiación.
100 metros femeninos
Mismo espectáculo audiovisual que sus compañeros con vistas a predisponerlas al máximo rendimiento. En juego las medallas y las plazas para el equipo de 4 x 100 que, crucemos los dedos, tiene casi al alcance de la mano su presencia en París. Y honrando la tradición que señala al hectómetro como terreno abonado a la incertidumbre, Paula García se hacía con su primer título (11.46) relegando a la plata a la defensora del oro, Lucía Carrillo (11.49), y al bronce a una Sonia Molina-Prados (11.62) que ha dejado una fantástica impresión en el campeonato, aunque perdiera algo de fuelle en el último 50 de la final.
Martillo femenino
Desde el primer tiro, la plusmarquista nacional (72.00) y persona con más medallas ganadas en un Nacional de todas las presentes (15, cinco de ellas de oro, las cuatro últimas consecutivas), dejó claro que no iba a conceder ni una sorpresa. Laura Redondo, que empezó a coleccionar preseas en 2008, se iba a los 65.61 en el primer intento. En el segundo posó el artefacto en 68.36, la marca que figurará en los libros junto a su sexto campeonato de España (y 16ª ‘chapa’). El resto del concurso se saldó con un tercero de 67.06 y un quinto de 66.63 (cuarto y sexto nulos). La plata, con 64.85, se la colgó una espectacular Gema Martí en el último lanzamiento de una serie con cinco intentos por encima de 63 y uno de 62. El bronce lo consiguió Natalia Sánchez (64.25).
400 metros vallas (semifinales)
Sin sorpresas en las semifinales. Si tuviéramos que escoger dos momentos nos quedaríamos con uno sentimental, el regreso de Sara Gallego (cinco veces oro) a un Campeonato de España tras una lucha contra las lesiones que por fortuna ya es pasado, y otro deportivo: la nueva marca personal de Javier Lorente (50.41), un vallista en imparable progresión. Ambos ganaron sus series y estarán mañana en la final (22:05 femenina y 22:15 masculina), igual que el resto de favoritos: el plusmarquista nacional y ganador de 8 de los últimos 10 títulos, Sergio Fernández (49.66); el cuarto en el ranking español all time y bronce en 2023, Jesús David Delgado (51.73); y las vigentes subcampeona y campeona, Carla García (58.41) y Daniela Fra (58.96).
Heptatlón
Sendas marcas personales para Andrea Medina (13.20) y Sofía Cosculluela (13.14) en el peso. Después llegó la cara y la cruz. Genial actuación de Sofía en el 200 con 24.36, la mejor marca de la historia firmada dentro de la combinada femenina en un Nacional. Por detrás, última en la serie de las más rápidas, Andrea entraba en 30.48. Con claras muestras de dolor y un vendaje en el tobillo de su pie derecho, todo hacer indicar que se verá forzada al abandono una vez perdidas todas las opciones de triunfo. Mañana esperan longitud, jabalina y 800 metros. Manda en la general Cosculluela (3547 puntos), seguida de Sandra Ferriz (3128) e Ivet Rovira (3045).