ATLETISMO | CAMPEONATO DE EUROPA DE ROMA
Belén Toimil (peso), Ana Peleteiro (triple salto), Esther Guerrero y Marta Pérez (1500m), Eusebio Cáceres (longitud) e Irene Sánchez-Escribano y Carolina Robles (3.000m obstáculos) se clasificaron en la sesión matinal de la primera jornada del campeonato de Europa para sus respectivas finales en el Olímpico de Roma.
Belén Toimil estará en la final de peso esta tarde a las 21:33 gracias a un mejor lanzamiento de 17.76 (el primero de sus tres intentos, los dos últimos fueron nulos) que le supuso un quinto puesto en el grupo A y un 10º del total (pasaban las 12 mejores). No ocultaba su satisfacción en zona mixta: “Estoy contenta, el objetivo era estar en la final y de una manera u otra estoy, con lo cual no me voy a rayar la cabeza. Me fui encontrando mejor a medida que iba avanzando la prueba, aunque no haya salido de la mano ese lanzamiento que buscaba. Lo importante es eso. Calificación, a las diez de la mañana, madrugando… es una criba, hay gente que está en mis marcas y se ha quedado fuera. Con muchas ganas de cara a esta noche, a rascar puestos y acercarme a las medallas”.
Lo de Ana Peleteiro en la calificación del triple fue de jefa absoluta. La medallista de bronce olímpica (mismo metal que conquistó en el Europeo de Berlín hace seis años) se fue hasta los 14.21 en su primer intento sobre el ‘original’ foso elevado. Pedían 14.10 para estar en la final del domingo a las 21:04. Así que Ana sólo tuvo que preocuparse de ir a abrazar a Iván Pedroso, recoger sus cosas para irse a descansar y atender a la locutora del estadio, ante cuyo micrófono, en un magnífico inglés, declaró que “estaba muy contenta de poder haber podido acceder en su solo salto y que el hecho de ser madre le da una motivación especial para llegar cada vez más lejos”. Después, ante los medios españoles: “Muy bien, la verdad, con buenas sensaciones, testeando un poco la pista porque al fin y al cabo es algo completamente nuevo a lo que yo, por lo menos, no estoy acostumbrada. Con ganas de la final, tranquila”. Es la máxima favorita a un título que ya conquistara bajo techo en 2019.
En la primera serie de las dos que componían la ronda inicial del 1500 femenino Esther Guerrero se comportó de manera impecable tácticamente hablando, siempre a la estela de una de las favoritas al podio, la británica Jemma Reekie, aunque sufrió en la última recta cuando se desató el sprint entre las siete del grupo de cabeza. Supo aguantar para ocupar la sexta plaza (4:07.01), la última que daba acceso a la final del domingo (22:40): “En resumen, estoy muy contenta por el objetivo conseguido. Las sensaciones han sido un poco raras porque he corrido justo como no quería, me hubiera gustado ser más reservona e ir de atrás hacia adelante, pero íbamos tan lentas que no pudo ser. Intenté correr bien el último ´cuatro´ pero no he podido pasar y lo que pagado un poquito al final. Lección aprendida y el domingo más”.
Mismo puesto, certificando la presencia de dos españolas en la carrera que dirimirá la lucha por las medallas, ocupó Marta Pérez, mediofondista que ha corrido todas las grandes finales posibles de la altísima competición: Juegos Olímpicos, Mundial y Europeo al aire libre y bajo techo). Fue una dinámica parecida a la primera semi, muy bien posicionada en el paquete que marcaba el ritmo y sabiendo aguantar en el epílogo para cerrar el pase en 4:12.63. Ante las preguntas de los medios manifestaba que “pocas veces corro tan por dentro, tan colocada. Es verdad que iba encerrada pero no he sabido mantener la calma y no he hecho cambios de más. Me he visto fuerte en el último doscientos y además he tenido que salvar una caída justo al lado mío: muy contenta de haber entrado en la final”.
En la primera semifinal de los 3000 metros obstáculos, la mejor obstaculista española de la última década, 8ª en Berlín 2018 y seis veces campeona nacional, obtuvo el pase al cruzar la meta en séptima posición (pasaban a la final del domingo a las 22:04 las ocho primeras). Irene Sánchez-Escribano invirtió 9:34.80, tras los cuales declaraba: “Muy contenta por haber podido alcanzar mi tercera final europea consecutiva. Las sensaciones no han sido las mejores, al ser ocho puestos directos iba controlando a ver cuántas entrábamos y cuando he comprobado que iba séptima y se abría un hueco hasta la octava y luego otro hueco más grande he pensado que mejor preocuparme solo de acabar y guardar fuerzas para el domingo, que las voy a necesitar. Ahora a recuperar y con muchas ganas de afrontar esa carrera”.
Junto a ella estará su compañera de entrenamiento Carolina Robles, siempre en el grupo de cabeza de la segunda semifinal (llegando a liderar incluso en el tramo a final), muy atenta a los movimientos de sus rivales para concluir sexta con 9:33.79: “Me he encontrado muy bien, salía sin ningún tipo de estrategia a ver qué pasaba. Iba fatal, a cola de grupo, así que en el 200 decidí colocarme entre las cinco primeras, que es lo que me había dicho Antonio. Para no estar agobiada en el último cuatrocientos he recortado poco a poco cuando se escapó la sueca Lillemo, porque tirar muy fuerte pica mucho de cara a la final, así que preferí controlar el ritmo y llegar más descansada”.
No las acompañará Blanca Fernández, 14ª con 10:08.59: “Para borrar y pasar página, pero puedo irme a mi casa sabiendo que he dejado hasta la última pizca de la energía que traía hoy, que creo que no era mucha. Me caí al final del entrenamiento que hice al llegar a Roma, pasando unos obstáculos, pensaba que no era mucho pero poco a poco se fue hinchando la rodilla y ahora tengo bastante edema. Estuve 48 horas con la pierna en alto, el calor, para mí que vivo en León no ha ayudado nada, además me había bajado la regla… a nadie le duele más que a mí, con lo que me ha costado llegar hasta aquí”.