La joven fondista castellana repasa en un reportaje del CSD su recorrido en el atletismo, siendo una perla del deporte español
La Real Academia de la Lengua Española define ‘sobresaliente’ como una persona o cosa que excede a otras en tamaño, que se aventaja a otros, y que se distingue entre ellos. En su segunda acepción, dice del sobresaliente que es la «máxima calificación en los exámenes, superior a la de notable».
En el caso de Celia Antón Alonso, 20 años, de Aranda de Duero, se hace necesario referirse a ambos significados. La fondista castellana fue premiada en 2016 como mejor deportista de España en edad escolar, premio que le fue entregado por el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo por sus extraordinarias notas en el bachillerato. Pero además, atesora ya un excelente currículum deportivo en los campeonatos de España promesas de atletismo en disciplinas como los 1.500 m., los 3.000 y el campo a través.
Celia cuenta, en un reportaje realizado por el servicio de prensa del Consejo Superior de Deportes, cómo empezó en el deporte: «Fue sobre los 10 años, gracias a mi profesora de Educación Física, en el colegio de Aranda de Duero. Vio que destacaba en el atletismo. Aunque alternaba baloncesto, balonmano, también bailaba, por cabezonería me apuntaron a atletismo… y así hasta hoy».
La deportista menciona su lugar de origen, que es el mismo que el del gran medio fondista español Juan Carlos Higuero, del que Celia habla así: «Le tengo un cariño especial y siempre he dicho que es uno de mis referentes. Es toda una figura en Aranda de Duero y un gran apoyo».
Celia es interna en la Residencia Blume desde hace dos años. Entró en el CAR de Madrid para formarse como profesional: «Los cambios no fueron fáciles. Costó. Y costó salir de casa y estar fuera, la independencia, tienes que valerte por ti misma y tienes que salir adelante… es una etapa que hay que vivir y que me sirve para aprender». La atleta arandina, premiada como mejor deportista de España en edad escolar en 2015, explica su alto rendimiento en el tartán y en las aulas: «Siempre digo que gestionando el tiempo todo se puede. Hay que saber bien lo que puedes hacer y planificarte bien».
«Trabajas día a día con la esperanza de hacer algo grande, estar en unos Juegos»
Sin embargo, la pasada temporada, no todo le fue bien a Celia. Arrastró dos lesiones consecutivas que le han hecho permanecer en el dique seco los primeros meses del año: «Actualmente estoy recuperándome de una lesión de la pasada temporada de invierno de 2016 y gracias a mi entrenador Antonio Serrano, y a mi fisio, José Antonio Bodoque, estamos trabajando de manera conjunta con el objetivo de llegar bien al verano». A corto plazo disputará los nacionales al aire libre y el Europeo Promesas de verano.
Entrenador de referencia
La corredora del #TeamESP habla así de su entrenador, Antonio Serrano, quien también ha moldeado a grandes figuras del atletismo español como por ejemplo Juan Carlos Higuero, Diana Martín, Adel Mechaal o los maratonianos Sandra Aguilar y Javier Guerra: «Antonio tiene mucha experiencia, sabe mucho de esto, él ha sido corredor, lo que es un plus para saber gestionar bien los entrenamientos». Y de su fisioterapeuta, habla en estos términos: ‘Bodo’, como le llamamos todos, es un gran fisio. Estoy en muy buenas manos, estoy pasando muchísimas horas con él y el trabajo está sirviendo de mucho”, añade.
Celia ha destacado ya en las modalidades de 1.500 metros, 3.000, cross… y no disimula sus preferencias: «Creo que me gustaría preparar el medio fondo, más bien para milqui». Y sobre sus ambiciones deportivas, prefiere ser cauta aunque no renuncia a soñar: «¿Tokio 2020? Ojalá ¿no? Creo que al fin y al cabo, trabajas día a día con la esperanza de hacer algo grande, estar en unos Juegos. ¿Tokio? ¿Por qué no? De todos modos, eso lleva mucho trabajo, el tiempo lo dice todo, así que ya se verá».