BALONCESTO | ESPAÑA 61-52 NIGERIA
FEB: No era un rival fácil. Nigeria, clasificado para los Juegos, tiene una plantilla muy física, lo que era una nueva prueba de fuego para una España en fase de rodaje. Sufrió en esta ocasión Raquel Carrera, pero apareció Laura Gil, muy sólida en los dos lados del campo. Y Alba Torrens, que disfruta cuando se puede correr. Laia Palau jugó su partido 300 con la selección, escribiendo nuevas páginas de la historia de este equipo mítico.
Buenas sensaciones para iniciar el Torneo de Córdoba, donde se han citado con otra de las favoritas a medalla para Valencia, una Bélgica con la que cerrarán este paso por la ciudad andaluza el sábado (20:00 horas) en un paso más en la preparación.
El partido comenzó con Laura Gil saliendo de inicio, solventados los problemas físicos que le impidieron jugar en Francia la semana pasada. España comenzó anotando de la mano de Alba Torrens, pero un 0-8 de las africanas, muy acertadas en el triple, provocaron el primer tiempo muerto de Lucas Mondelo a los tres minutos de juego. El seleccionador quiso parar cuanto antes el mal inicio. La segunda unidad, con Queralt Casas, Leo Rodríguez y Paula Ginzo, fue más incisiva. El balón corría más, la circulación era más fluida y España recuperaba terreno rápidamente para colocarse por delante al final del primer cuarto (17-14).
El segundo cuarto repitió el guion. Un 0-9 de las nigerianas en tres minutos ponía el 17-23 y otra vez España remando a contracorriente. Se notaba la falta de minutos de juego con errores tanto en ataque como en defensa. Alba Torrens tiraba del carro y cinco puntos consecutivos de la mallorquina volvían a poner por delante a España (30-29). La irregularidad de las españolas tenía como contrapartida que eran capaces de recuperar en poco tiempo lo perdido. Ese gen competitivo lo tiene el equipo de Lucas Mondelo, y más con el apoyo de la afición, que disfrutaba de un 36-29 al descanso.
El seleccionador había utilizado a las doce jugadoras en los primeros 20 minutos de juego (no se vistieron ni María Conde ni Maite Cazorla) así que el objetivo de ir cogiendo ritmo de competición estaba cumplido. La victoria no estaba asegurada, aunque la defensa española funcionaba y Nigeria anotaba con dificultad, con Nogaye Lo haciendo un gran trabajo atrás. De nuevo Alba Torrens brillaba a campo abierto y una canasta suya repleta de clase ponía por primera vez los diez puntos de diferencia (45-35). El partido parecía controlado y quedaba rematarlo en el último cuarto.
Lucas probaba pequeñas variantes tácticas en defensa, aunque mantenía la tensión de sus jugadoras. El partido se abrió y el marcador avanzaba algo más rápido. España aguantaba la lucha por el rebote, lo que le permitía algún contraataque en el que Alba se gustaba para anotar algunas canastas que hacían vibrar a los aficionados, que pudieron ocupar un tercio del aforo del Pabellón de Vista Alegre.