España supera a Dinamarca por 2-0 y vuelve a subirse al podio internacional, confirmando su gran momento en el balonmano playa femenino
BALONMANO PLAYA
Las Guerreras de la Arena firmaron una actuación sobresaliente en el partido por el tercer puesto de los World Games de Chengdu, imponiéndose con autoridad a Dinamarca por 2-0 (20-16 | 18-10). Con un juego lleno de intensidad, talento y solidez táctica, las de Juan Pablo Morillo dominaron ambos sets y sellaron un merecido bronce que confirma su dominio en la fase de grupo.
España se adjudicó la medalla de bronce en los World Games de Chengdu tras imponerse con claridad a Dinamarca por 2-0 en un encuentro que reflejó el carácter competitivo y el alto nivel de las Guerreras de la Arena. El combinado dirigido por Juan Pablo Morillo firmó un partido muy completo, controlando los tiempos del juego y mostrando una gran eficacia tanto en defensa como en ataque.
En el primer set, las españolas supieron mantenerse firmes ante la presión inicial del conjunto danés. La igualdad se mantuvo durante buena parte del periodo, pero en los minutos finales España logró abrir una brecha en el marcador, gracias a la efectividad ofensiva y a la destacada actuación de Jimena Laguna, que fue clave para cerrar el parcial con un 20-16 favorable.
El segundo set comenzó con una España mucho más intensa, que salió con una marcha más desde el primer minuto. Jimena Laguna volvió a destacar, abriendo el marcador con un espectacular 360º que levantó al público en el Xinglong Lake Beach Arena. Aunque Dinamarca respondió con un lanzamiento de doble puntuación de Laerke Frederikke, la maquinaria española no bajó el ritmo. En el minuto 4, el marcador ya reflejaba un claro 8-4, que evidenciaba la superioridad española sobre la arena.
Mireia Torras amplió la ventaja en el minuto 5 con el duodécimo tanto, consolidando una renta que sería definitiva. Aunque Dinamarca intentó reaccionar tras un tiempo muerto en el ecuador del set, el colchón de puntos acumulado por las Guerreras de la Arena fue suficiente para mantener el control. A falta de diez segundos para el final, Mariam González sentenció el partido con un lanzamiento de un punto, asegurando el triunfo español por 18-10.
España firmó un excelente torneo en el que demostró carácter, regularidad y un altísimo nivel de juego. Aunque el debut en la fase de grupos se saldó con una derrota frente a Alemania, las Guerreras de la Arena reaccionaron con determinación, encadenando victorias clave ante Vietnam y Dinamarca que les permitieron avanzar en la clasificación.
Ya en los cuartos de final, España superó a Portugal en un encuentro muy serio, ganándose así un puesto entre las cuatro mejores del torneo. En semifinales, se enfrentaron a Argentina, futura campeona del campeonato, en un duelo igualado que se decidió en los Shoot-outs a favor del combinado sudamericano.