Derrota con solvencia a la rusa Kosetskaya, se convierte en la primera mujer en ganar cuatro Europeos consecutivos y ya piensa en el Mundial de Bangkok en agosto
Leyenda mayúsculamente brillante. Carolina Marín no para de enriquecer su espectacular hoja de servicios en el mundo del deporte. Retumba su nombre en todas partes del planeta, porque amasa títulos con un juego pura y enormemente competitivo. Incontestable la española, ya es tetracampeona de Europa de bádminton. Y ese cuarto título continental, además, lo logró ante su gente, en su Huelva natal, donde este domingo ya bajó el telón un torneo en el que Carolina Marín fue profeta en su tierra como lo es fuera.
Regaló Carolina Marín otra dominical de mediodía de esas de mantener al personal, el que no estuvo en el Palacio de los Deportes que lleva su nombre, frente a la televisión. Otro de sus capítulos de garra, de inagotable competitividad, genio y victoria. Derrotó en la final del Europeo a la volantista rusa Evgeniya Kosetskaya en dos sets por 21-15 y 21-7.
Voraz la onubense que echó lágrimas de alegría en su tierra, pues además se convertía en la primera mujer en lograr cuatro títulos europeos de bádminton consecutivos. Histórica Marín, que amasa el oro olímpico de los Juegos de Río de Janeiro 2016 y dos oros en campeonatos del Mundo (Copenhague 2014 y Yakarta 2015). Además, engraso su palmarés con dos Super Series Premier, un All England y un Open de Malasia. La onubense fue galardonada como mejor deportista en los Premios Nacionales del Deportes de 2014 y con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo de 2016.
Carolina Marín logró su primer Europeo en 2014 en Kazan, dos años después repitió en La Roche-sur-Yon (Francia) y el pasado 2017 lo hizo por tercera vez en la danesa Kolding. Este domingo, en Huelva, se adjudicó el cuarto entorchado sin dar opciones a su oponente, la rusa Evgeniya Kosetskaya (cabeza de serie número 4). Empezó el primer set con un juego algo dubitativo, precipitándose en algunos puntos en su ataque. Pero marcó terreno y abrió a un 11-7 al descanso. Pero se liberó luego y desplegó sus prestaciones para viajar rotunda hacia un 21-15. En la siguiente manga, arrancó con un 11-4. Zarandeó a la rusa para cerrar con sobriedad un 21-7 demoledor.
«He necesitado el control de mi misma y de mis emociones para ganar el campeonato. Me sirve de aprendizaje, pero he disfrutado muchísimo. Quiero agradecer y dedicar esta medalla a todo mi equipo técnico y a todas las personas que han acudido al pabellón, necesitaba verlo lleno. Todas ellas han disfrutado de mí y de mi deporte; y eso me pone los pelos de punta», valoró la jugadora española, de 24 años, tras erigirse otra vez campeona.
Apunta al Mundial de Bangkok
La volantista subrayó que «lo he dicho muchas veces, cuando disfruto de lo que hago, cuando confío en mi misma y en mi mejor bádminton, al final sale todo en la pista. Hoy es uno de esos días».
«Éste es sin duda el campeonato más difícil de controlar para Carolina en cuanto a las emociones. Hoy ha ganado en su casa, así que hoy ganaba mucho más que la medalla. Carolina ha crecido en cuanto a expectativas, y hoy lo ha bordado», explicó Fernando Rivas, técnico de la española, al tiempo que apuntó ya hacia el Mundial en Bangkok «Carolina ha jugado fuera de su zona de confort, y aún así ha sabido controlar, jugar y ganar en momentos de tanta tensión».
Carolina Marín preparará ahora para junio los Open de Indonesia, uno de los tres grandes, y de Malasia. En agosto, el plato fuerte de la temporada llega con el campeonato del Mundo de Bangkok.
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