COMITÉ OLÍMPICO ESPAÑOL
Alejandro Blanco era elegido presidente del Comité Olímpico Español hace veinte años. El 29 de septiembre de 2005, el dirigente gallego ganaba las elecciones y se convertía en el decimoséptimo presidente del máximo organismo olímpico en España y, desde entonces, ha sido reelegido de manera consecutiva, siempre con el respaldo mayoritario de las federaciones nacionales.
En estas dos décadas al frente de la entidad, el liderazgo de Alejandro Blanco, caracterizado por su cercanía con los deportistas, ha marcado un antes y un después en la historia del deporte nacional, consolidando una etapa de estabilidad institucional y reforzando la proyección internacional del olimpismo de nuestro país.
En el plano deportivo, bajo su mandato España ha mantenido una destacada regularidad en los Juegos Olímpicos. Desde Pekín 2008, con 19 medallas, hasta París 2024, donde se lograron 18 preseas, la delegación española ha consolidado su presencia entre las grandes potencias deportivas. Londres 2012, con 20 medallas, y Río 2016 y Tokio 2020, con 17 en cada edición, confirman una línea sostenida de resultados que sitúan al deporte español en un lugar de prestigio, aunque todavía con el reto de superar las 22 medallas de Barcelona 1992.
Más allá de los resultados deportivos, Alejandro Blanco ha impulsado políticas de apoyo integral al deportista con la creación de la Oficina de Atención al Deportista, una iniciativa con la que se acompaña al deportista antes, durante y después de su carrera deportiva con programas de formación y transición profesional, apoyo psicológico, ayuda a la maternidad y otras prestaciones asistenciales. Asimismo, ha firmado convenios con instituciones públicas y privadas para garantizar el bienestar y las oportunidades más allá de la competición.
Durante estos 20 años, el Comité Olímpico Español se ha convertido en un referente en materia de sostenibilidad, y ha llevado a cabo iniciativas pioneras – en apoyo al Comité Olímpico Internacional- como la creación y apertura del primer centro deportivo para refugiados en el mundo, situado en Getafe, y que refleja también un compromiso social alineado con los valores olímpicos.
Su figura ha trascendido las fronteras nacionales y en repetidas ocasiones, el Comité Olímpico Internacional ha elogiado su trabajo y su lealtad al ideal olímpico, otorgándole incluso la Orden Olímpica del Comité Olímpico Internacional.
Es cierto que no todo han sido éxitos, ya que las candidaturas de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012, 2016 y 2020 no lograron culminar con la designación de la capital como sede olímpica. Sin embargo, aquellas experiencias sirvieron para modernizar estructuras, movilizar a la sociedad y proyectar la marca España a nivel internacional.
Ahora, veinte años después, y con los Juegos de Invierno de Milán-Cortina 2026 y los de Los Ángeles 2028 en el horizonte, Alejandro Blanco busca adaptar la institución a los tiempos actuales, pero siempre con la misma premisa: trabajar por y para los deportistas y el deporte español.