El sistema de becas deportivas en las universidades americanas favorece la presencia femenina
Con el objetivo de visibilizar los triunfos y los esfuerzos de las mujeres deportistas, su influencia positiva en la participación en competiciones y, especialmente, los desafíos y problemas a los que se enfrentan cada día, desde 1987 se celebra en Estados Unidos el Día de la Niña y la Mujer en el Deporte. Una conmemoración que AGM, empresa española que lleva quince años ayudando a los estudiantes y a deportistas españoles a obtener una educación de calidad en Estados Unidos, ha querido traer a España para dar a conocer varios ejemplos de mujeres deportistas de nuestro país que están cumpliendo su sueño de realizar estudios superiores en uno de los sistemas educativos más avanzados del mundo, sin dejar de lado su pasión deportiva.
La compañía española ha ayudado ya a casi mil mujeres deportistas a conseguir becas en universidades de EEUU por valor de 24,7 millones de dólares por curso (casi 100 millones de dólares en total), que financian gran parte de los gastos universitarios de las deportistas durante sus años en Estados Unidos. En la actualidad, más de 400 mujeres están cursando estudios universitarios en EEUU con becas medias por valor de casi 34.000 euros al año gracias a la empresa española. De estos más de 400 ejemplos, AGM ha reunido diez experiencias con la idea de visibilizar su esfuerzo y ayudar a las miles de niñas españolas que quieren dedicarse al deporte a comprobar que pueden hacer sus sueños realidad:
Amaia Peña, futbolista de Bilbao. Disfrutó de una beca entre 2017 y 2020 en la University of Pittsburgh para estudiar Marketing & Supply Chain. Peña, que en España jugaba en el Athletic de Bilbao, decidió irse a EEUU “para disfrutar de estudiar a la vez que competía en un alto nivel. El deporte es mi forma de vivir la vida, algo que siempre hace que saque lo mejor de mí”. La futbolista recomienda a otras niñas deportistas “que se diviertan y que no tengan miedo de luchar por sus sueños por mucho que parezcan muy difíciles”.
Marina González Mazo, tiradora olímpica con carabina de La Rioja y miembro del equipo nacional español de tiro, cuenta con una beca desde principios de este curso en la Universidad de Alaska Fairbanks, donde compite para los Nanooks y estudia un grado en Artes con diploma en japonés. Marina decidió ir a EEUU “por la oportunidad que se me ofrecía de conjuntar el deporte profesional y los estudios, a la vez de las experiencias y amistades que me esperaban en un nuevo país”. Aunque es muy complicado poder vivir del tiro olímpico, Marina es consciente: “no me veo viviendo del deporte, pero definitivamente me recompensa con experiencias y viajes en vez de dinero”. Como consejo para las deportistas más jóvenes, Marina lo tiene claro: “no dejéis de amar lo que hacéis. Tener algo que os apasione y que os motive a dar la mejor versión de vosotras mismas es la mejor forma de pasárselo bien”.
María Ángeles Lobón Gonzalo, jugadora madrileña de baloncesto, se ha ido este curso a Columbia University a estudiar Ingeniería Química. Tras su paso por el Valencia Basket Club, decidió irse a EEUU “por el gran nivel deportivo, por el gran nivel académico y por la oportunidad de competir y estudiar en Nueva York, pero también porque el sistema educativo americano universitario es más completo, ya que me hacen estudiar asignaturas de todos los ámbitos y me permiten más exploración personal”. Lobón afirma que “el baloncesto es sacrificio y compromiso, es trabajo duro y determinación. Pero también es trabajo en equipo y compañerismo, son las alegrías de ganar y las lágrimas cuando pierdes, el levantarte más fuerte después de caer y apoyarte en tus compañeros cuando necesitas ayuda”. Para futuras deportistas, Lobón aconseja “que no se olviden de disfrutar del deporte, que habrá momentos duros, pero que sigan trabajando y esforzándose que al final siempre llevan los momentos buenos. Sobre todo que se lo tomen con alegría, ya que a veces se puede poner serio el tema pero que nunca se olviden de jugar con una sonrisa y pasárselo bien”.
Carmen Aizpurua Bernabé (imagen de apertura de este reportaje), tenista de Getxo y becada por la Georgetown University desde 2019 para estudiar Finance and Economics, decidió ir a EEUU porque este país “ofrece una oportunidad única para compaginar el deporte con los estudios. Georgetown es una universidad en la que puedo competir en Primera División y aprender en un ambiente académicamente riguroso”. Para Carmen, el deporte es una forma de vivir: “es una manera de mantenerme saludable haciendo lo que más me gusta”. Para las jóvenes tenistas, el consejo de Carmen es “a veces irse a estudiar fuera da miedo por tener que hablar en otro idioma o simplemente por estar lejos de casa. Sin embargo, creo que la experiencia de un deportista en Estados Unidos es única”.
Martina Muñoz Claverol es una golfista valenciana becada por la University of Missouri para estudiar International Business y economía, algo que ha deseado desde pequeña. “El deporte es mi forma de vida. A lo largo de los años me ha aportado muchos valores como la importancia del esfuerzo, constancia, sacrificio, perseverancia, paciencia, entre otros. Gracias al deporte he crecido como persona”, afirma Martina, que aconseja a las pequeñas golfistas “constancia y perseverancia y que no se rindan nunca. Con esfuerzo todo se puede lograr aunque hayan obstáculos de por medio”.
Ainhoa Brea Leoz, atleta ovetense con beca en la Long Island University desde 2019 para estudiar un doble grado en Matemáticas con International Business, decidió marcharse a EEUU “porque era la mejor opción para poder combinar deportes y estudio”. Brea lleva practicando desde que era muy pequeña y asegura que la práctica del atletismo le ha ayudado a desarrollar cualidades como el esfuerzo o el trabajo duro para conseguir lo que se quiere. Su consejo para las deportistas más jóvenes es “que encuentren un deporte que de verdad les apasione, porque si quieres ser buena en ello y que te lleve más lejos, tiene que ser algo que de verdad te encante hacer. Y que disfruten con ello, porque el deporte es trabajo duro, pero no te puedes olvidar de la parte de diversión de él. También que se rodeen de gente buena, porque los amigos que haces en el deporte son para toda la vida”.
Esther Clotet Alsina, de Terrasa, lleva jugando al hockey hierba desde los seis años. Ha sido jugadora de la selección española sub 16 y sub 18 pero decidió marcharse a la Ohio State University para estudiar Business Administration después de ver todas las oportunidades que ofrecían a su hermana, que ya estaba allí. “Poder sacarme una carrera gracias al hockey ha sido lo mejor que me ha pasado”, afirma orgullosa, aunque es consciente de que “me encantaría poder vivir de mi deporte pero siempre y cuando pudiera combinarlo con otra cosa ya sean estudios o trabajo. Desafortunadamente con el hockey hierba no vas a poder vivir ya que no mueve tanto dinero como otros deportes”. A pesar de eso, su consejo es claro: “que nadie tenga miedo a probar cosas nuevas, pero sobretodo que disfruten jugando con sus compañera/os de equipo y que aprovechen todas las oportunidades que se les presenten”.
Laura García Marín, nadadora madrileña del Gredos San Diego, se marchó a la University of Houston a estudiar Business y Marketing en agosto del año pasado “porque en España sentí que no podía estudiar una carrera y hacer mi deporte a la vez, necesitaba un cambio”. Para las jóvenes deportistas, García tiene un consejo: “que luchen por sus sueños y trabajen duro por ellos aunque muchas veces sea duro luego se sentirán orgullosas”.
Jimena Cabrero es una futbolista cántabra becada por Georgia State University para estudiar International Business. Jimena se marchó a EEUU para poder compatibilizar los exigentes ritmos del fútbol con la carrera universitaria. Para las niñas deportistas, el consejo de Jimena es claro: “que hagan lo que les guste y que no escuchen a los demás, sino solo a ellas mismas y que disfruten del deporte que un día decidieron practicar”.
Uxia Martinez Moral, tenista viguesa del Real Club de Tenis de A Coruña, con quien consiguió el campeonato gallego sub10, sub 14 y sub18 y alcanzó el puesto 39 en el ranking nacional absoluto, lleva becada desde 2019 en la University of Oregon donde espera estudiar Psicología o Neurociencia. Decidió cruzar el Atlántico “porque mis expectativas no las podría cumplir en una universidad en España. Mi idea era seguir con mi media de entrenamientos de tres horas al día y compaginarlo con una carrera y eso es imposible en España”. Para las niñas deportistas tiene también un importante consejo: “que escuchen y hagan caso a los consejos de sus entrenadores. Y que sobre todo, sigan luchando por sus sueños y por una igualdad de oportunidades que en mi opinión, todavía falta en el mundo del deporte”.
El sistema educativo estadounidense y el deporte femenino
Las mujeres deportistas se ven beneficiadas en EEUU por el Title IX, una ley federal aprobada en 1972 que permite que millones de mujeres utilicen el deporte para su desarrollo deportivo, académico y profesional. Todas las universidades tienen la obligación de tratar al deporte femenino de la misma forma que al masculino: ofreciendo el mismo presupuesto, instalaciones, medios y número de becas a los deportes masculinos que a los femeninos. En deportes olímpicos, las mujeres se benefician por una situación especial que viene del fútbol americano, deporte exclusivamente masculino y que otorga 85 becas por equipo, por lo que las universidades tienen que dar el mismo número de becas al deporte femenino para poder cumplir con la ley de igualdad. Esto hace que en deportes donde hay hombres y mujeres, como por ejemplo el tenis, el atletismo, la natación o el fútbol, existan más becas y sean más altas para mujeres que para hombres. Y también hace que la NCAA cree y desarrolle otros deportes solamente para mujeres, como el hockey hierba, el vóley-playa, la hípica, el triatlón o el rugby.