El dúo de natación sincronizada repasa en una entrevista con WSL su camino hacia Río y los objetivos olímpicos
Mayúscula es la impresión artística, la expresión y el carácter de Carbonell y Mengual. El dúo de natación sincronizada acude a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con un repertorio valiente y arriesgado. Quieren enamorar a los jueces y al público siendo innovadoras y presentando «los movimientos más difíciles que se han visto hasta ahora en unos Juegos». El dúo de nadadoras barcelonesas bailarán en el agua con los ritmos del Concierto de Aranjuez en la rutina libre, mientras el dúo técnico se sostendrá musicalmente con voces de sirena y un homenaje al agua.
Ona Carbonell Ballestero (Barcelona, 5/6/1990) y Gemma Mengual Civil (Barcelona, 12/4/1977) atesoran la mejor compenetración fuera de la piscina para luego fundamentar y brillar en la sincronía dentro del agua. En Río su objetivo es «estar lo más alto posible». Optan a medallas. Y de preseas olímpicas ya cuentan en su haber. Ona, que llega a sus segundos Juegos, logró la plata en el dúo de Londres 2012, donde también sumó un bronce con el equipo. Gemma, que alcanzará con ésta la cuarta cita olímpica —hecho singular que también disfrutarán en Brasil las atletas Concha Montaner y Ruth Beitia, la tenista Anabel Medina, la trialeta Ainhoa Murúa o la nadadora Erika Villaécija—, acumula en su zurrón un diploma en dúo en Sidney 2000, sendos diplomas en dúo y equipo en Atenas 2004 y sendas platas en dúo y equipo en Pekín 2008.
Carbonell y Mengual concedieron una entrevista a WSL antes de partir hacia Río de Janeiro en la que reflexionaron sobre el trabajo que hay detrás de la clasificación para unos Juegos. «Creo que hay que disfrutar del camino, porque dentro de la dificultad, de la presión y de la dureza nos lo estamos pasando muy bien juntas. Estamos continuamente aprendiendo. Y como digo es importante saber disfrutar de este camino», aseguró Ona, al tiempo que Mengual refrendó la idea de que «evidentemente cuando estás en un deporte y llevas mucho tiempo y llegas a competiciones de este nivel, estás muy movido por la ilusión, por el reto en sí y creyendo en las posibilidades que existen».

Enormemente sorprendente hubiera sido que el dúo español no hubiera estado en Río. Pero siempre es singular el momento en el que se concreta la clasificación. Sensaciones de alcanzar el primer objetivo. Para Gemma significó «una prueba superada, el primer paso se ha conseguido. Al final, sabíamos que posibilidades de clasificarnos teníamos, porque se clasificaban 24 dúos. Pero había que competir, había que hacer el clasificatorio y ver que ya era real».
«Y no sólo es el hecho de clasificarnos, sino también el de haber hecho dos rutinas con tan poco tiempo de ponernos a hacerlo juntas. No era fácil», subrayó Ona, quien concretó respecto a lo que quieren expresar y las rutinas que «tienen mucha amplitud, mucha expresión, mucha dificultad, un desgaste físico importante, y son muy originales e innovadoras. Y lo es también tanto en la música que hemos escogido que es muy difícil de nadar como en todos los movimientos». Al respecto, detalló Gemma que «son dos coreografías muy completas a nivel dificultad técnico y de ejecución. Además, iremos con el plus de intentar expresar y hacer algo un poco diferente a la sincro actual».
Carbonell: «Río es la culminación a un ciclo olímpico con muchas adversidades»
El Concierto de Aranjuez, del compositor Joaquín Rodrigo e interpretada por Paco de Lucía, es la música elegida para el dúo libre: «Es un tema que nos gusta y los movimientos nos salen de dentro y eso es muy importante a la hora de crear y coreografiar. Queremos enseñar la pasión gitana, la clase y la fuerza que tiene el flamenco».
La natación sincronizada precisa de la mayor expresividad de las deportistas. El decir lo que están haciendo con el rostro y los movimientos. «Quiero expresar que me gusta lo que estoy haciendo, que creo en mí, que quiero demostrar lo que sé hacer, y que tengo una pasión grandísima por este deporte que siempre quiero transmitir», significa Mengual, con la que coincide Carbonell añadiendo que «intento disfrutar en el agua, porque sólo disfrutando uno mismo puede hacer que la gente disfrute».
Las nadadoras españolas lucharán por las medallas. Son candidatas a subir al podio de Brasil. Buscan llegar lo más alto posible en Río, pero coinciden en el análisis respetuoso de las rivales: «Es importante tener respeto a las rivales y al final todas serán rivales, porque hay dúos muy, muy potentes. Intentamos centrarnos en nosotras mismas y en lo que sólo depende de nosotras, que es hacerlo bien. En la competición seremos nosotras mismas, porque no podemos controlar ni saber cómo están las rivales».
Mengual: «Ir a Río es algo que no olvidaré nunca, porque es algo que no esperaba»

Una y otra acuden a los Juegos de Río con un objetivo común, con una misma idea de entender y expresarse con la natación sincronizada. Pero cada una tiene su trayectoria personal y el significado de la cita brasileña es diferente. Para Gemma Mengual «son unos Juegos en los que no pensaba ni por asomo y una oportunidad más de estar en ese alto nivel de la sincro y poder vivir una experiencia única y compartirla con Ona. Para mí es algo que no olvidaré nunca, porque es algo que no esperaba».
Por su parte, Ona Carbonell los entiende como «la culminación de un ciclo olímpico difícil, con muchas adversidades, con un camino difícil, con muchos cambios. Adversidades dentro y fuera del agua. He luchado mucho. Han sido cuatro años duros con muchos cambios de parejas. He tenido cinco. Y ahora estoy muy contenta de poder nadar junto a Gemma, del equipo que formamos con las entrenadoras y de poder vivir este sueño».
En esta ocasión el equipo de sincronizada no logró clasificarse. Lo oportuno es mirar hacia adelante y pensar ya en Tokio 2020. «Es un equipo muy joven. Hemos tenido cambios generacionales constantes durante cuatro años. La media de edad es mucho más joven de la que era en Londres. Y ahora el equipo se está preparando para ir a Tokio a muerte», subrayan. Por lo pronto, la emoción, la expresividad y el carácter lo representarán Ona y Gemma en el brillante rigor de la sincronizada en Río.
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