La selección española femenina de baloncesto se impone en la final del campeonato de Europa U20 a Serbia (69-50)
De principio a fin. Sólo necesitó España cinco minutos para quitarse esos nervios que le habían atenazado en algunos momentos de los cuartos y las semifinales, y en la gran final continental de baloncesto femenino U20 no tuvo dudas y pasó por encima de Serbia (69-50) pasito a pasito y apoyándose en una gran defensa que no permitió a las balcánicas hacer su habitual juego. Un juego global en el que destacaron Iris Mbulito con un doble-doble y Lola Pendande, pero que sobretodo fue un triunfo coral.
Comenzó muy bien España tras los primeros minutos de tanteo. Tenía varias consignas el partido marcado por Miguel Méndez y uno de los primeros era quitarse los nervios de encima. Serbia, miedosa de los lanzamientos exteriores españoles, dejó varias penetraciones que le empezaban a dar ventajas a España. El trabajo de Cáceres sobre la mejor serbia, Raca, hacía que ellas se pusieran nerviosas y las nuestras se soltaron de tal forma que se instalaron rápidamente, antes de terminar el primer cuarto, diez arriba. Antes de esos once de ventaja, cuando la distancia era de siete; un tiempo muerto de Serbia para frenar a su rival ocasionó los mejores minutos de España.
Algo que continuó en el segundo periodo. La defensa de España se convertiría en su mejor arma. Siete puntos habían metido las balcánicas a falta de tres minutos para el descanso mientras las de Méndez seguían anotando con calma y cabeza muy bien dirigidos por Ariztimuño y con Ayuso haciendo daño al igual que Pendande o Junio. Si once arriba se pusieron en el primer cuarto, en el descanso fueron aumentando esa racha hasta ventajas de veinte puntos. Optó entonces Serbia a una zona pero Pendande con un 2+1 puso el +23 para España y su punto número 13 para ser la mejor de la primera parte.
Y la segunda parte, con todo el gran trabajo realizado y sin perder la cabeza fueron unos veinte segundos minutos para gente con cerebro, de lo que tiene y mucho España para no dejar escapar un oro que ya habían dejado muy encarrilado con el +24 con el que se fueron al descanso. De tener los pies en el suelo también se encargó Miguel Méndez que en todo momento obligó a las suyas a centrarse en el momento y no mirar en el marcador… por mucho que fuera y fuera aumentando. [Pinche aquí para ver las estadísticas del partido]