Al combinado español, que mantuvo el dominio del balón durante todo el encuentro, le costó encontrar los huecos para marcar el único gol del enceuntro frente a una selección que se mostró correosa y ultradefensiva
FÚTBOL | JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024
Por Marcos Almendro.- Laboriosísima victoria de España ante Nigeria (1-0) en el partido de la segunda jornada del grupo C, en el torneo de fútbol femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024. Hubo de picar piedra, y mucha, el combinado español para superar a una selección muy correosa, ultradefensiva, con un gran físico, aunque de más a menos, y que vendió muy cara su derrota por la mínima ante la desesperación de las hispanas.
A las españolas le faltó, una vez más, frescura en sus ideas y el mínimo acierto imprescindible. Cuando enfrente tiene un equipo que se cierra y que convierte el duelo en un frontón se le complica la película y mucho.
Motse Tomé realizó rotaciones de salida para ir equilibrando esfuerzos. Y aportó tres cambios con respecto al partido ante Japón, quizás buscando nuevas ideas y nuevas situaciones. Saltaron al once inicial Oihane, Teresa Abelleira y Lucía García, pero el equipo fue, por momentos, tan plano o más que contra las japonesas. Solo en el último suspiro del duelo, y en una acción a balón parado, supo desnivelarlo cuando parecíamos condenados al 0-0 inicial.
La primera mitad acabó sin goles porque lo que no puede ser no puede ser y, además, resulta imposible. España, que tuvo el dominio aplastante del balón y del partido, nunca pudo superar el férreo muro que había previsto el técnico americano Randy Waldrum. Nigeria replegaba atrás, muy atrás, y establecía una defensa a ultranza basada en una primera línea presionante, una zaga de cinco, y a veces hasta de seis, retrasando su posición las dos teóricas mediocentros, y una guardameta infranqueable. Eso condujo por momentos a España a la desesperación, abusando del pase, de las transiciones huérfanas de velocidad y de obcecarse en penetraciones imposibles por el centro. Cuando lo intentó por bandas, abriendo el campo, y en acciones a balón parado, de dudosa ejecución (aunque al final terminaría dando sus frutos y qué frutos), fue cuando dio alguna mínima sensación de peligro.
Con todo, dos de las tres mejores ocasiones de esta primera entrega fueron de las africanas, agazapadas esperando su opción de evidenciar su físico corriendo al contragolpe y a las espaldas de las zagueras españolas, empeñadas en ataque y con alguna licencia atrás. Pero Esther Okoronkwo (m. 27) no logró superar su uno contra uno ante Cata Coll y luego Rasheedat Ajibade (m. 35) pecó de ingenua en otra diáfana ocasión para sorprender. La jugadora del Atlético de Madrid no supo leer la gran oportunidad que se le presentó y acabó desperdiciendo una gran opción.
La tercera ocasión de esta primera mitad, la más clara de todas, la protagonizó Alexia Putellas, que prolongó, con mucho criterio, aunque con su pierna derecha, un buen servicio de Tere Abelleira. Cuando el balón entraba y se cantaba el gol, Chiamaka Nnadozie hizo el paradón de la tarde (m. 44). El resto fueron fuegos de artificio con más intención que definición y logros. España se iba a descanso sin poder desprecintar el marcador ante un más que correoso rival y en una tarde de escasas ideas.

Nada más comenzar la segunda mitad, marcó Salma Paralluelo (m. 53), pero el tanto fue anulado por el VAR por fuera de juego. Montse Tome había introducido dos cambios al descanso y, con uno más en el arranque de la continuación, devolvió a las tres jugadoras que habían dejado el equipo en relación con el precedente ante Japón.
España intentó buscar nuevos caminos y pareció tener más criterio para derribar la muralla. Y así, con este componente más alguna mínima apertura de líneas por parte de las nigerianas, pareció dejar ver más cercano el gol. Aunque no fue fácil, nada fácil. Porque las opciones se marchaban justo pegadas a la madera, pero por fuera, o daban con la agilidad y el buen hacer de la meta nigeriana.
Pero el trabajo, con mejor o peor criterio, terminó por dar sus frutos. Fue, como quedó anunciado, en una acción a balón parado. Un saque de falta de Alexia Putellas, casi sin ángulo y dando la impresión de querer poner el balón más que buscar la red, certificó un golazo solemne que terminó con todas las especulaciones y puso en situación ventajosa, en el partido y en el grupo, al combinado español. Si bien está lo que bien acaba, este triunfo tiene que estar bien, muy bien, especialmente bien.
Ficha técnica:
España: Cata Coll; Ona Batlle, Irene Paredes, Laia Aleixandri, Oihane Hernández (Olga Carmona, m. 46); Tere Abelleira (Patri Guijarro, m. 58), Aitana Bonmatí, Alexia Putellas; Lucía García (Athenea del Castillo, m. 46), Salma Paralluelo y Mariona Caldentey.
Nigeria: Chiamaka Nnadozie; Michelle Alozie (Nicole Payne, m. 72), Osinachi Ohale, Oluwatosin Demehin, Chidinma Okeke; Christy Ucheibe (Uchenna Kanu, m. 85), Deborah Abiodun; Rasheedat Ajibade, Toni Payne, Asisat Oshoala (Chinwendu Ihezuo, m. 72) y Esther Okoronkwo (Ifeoma Onumonu, m. 61).
Gol: 1-0 M. 85. Alexia Putellas.
Árbitra: Mary Victoria ‘Tory’ Penso, de Estados Unidos. La misma que pitó la final, ganada por España ante Inglaterra, en el Mundial de Australia-Nueva Zelanda. Amonestó a Asisat Oshoala (m. 36), por parte nigeriana,
Incidencias: Estadio de ‘La Beaujoire-Louis Fonteneau’, de Nantes. Segunda jornada de clasificación en el grupo C del torneo femenino de fútbol de los Juegos Olímpicos de París 2024.