La selección supera 71-66 a las balcánicas en las semifinales del Eurobasket y disputará la final contra las galas
Laia Palau dijo al finalizar el partido ante Serbia que la familia de la selección española de baloncesto «se queda sin adjetivos» que ponerle a su brillante andadura. Y Lucas Mondelo, que refrendó el partido de carácter y garra y calidad de sus jugadoras en semifinales, subrayó respecto a la final ante Francia que queda «una canción; hay que bailar la última». España se impuso 71-66 a Serbia en las semifinales del EuroBasket y jugará por el oro, otro más continental, frente a la selección francesa (este domingo, 20:30 horas, La 1).
Ante Serbia, Astou Ndour arrancó las semifinales en modo cuartos de final. La pívot abrió el marcador tras una asistencia de Laia Palau. Precisamente, ambas se marcharían minutos después al banquillo con dos personales en su cuenta. España se mantuvo por delante en el marcador con excepción del 3-4. Contuvo bien la buena salida de Dabovic y el intercambio de golpes que sucedió al prolegómeno. Dos triples de Marta Xargay (11-6) pusieron la primera ventaja importante en el electrónico. Serbia apretó con una defensa asfixiante a toda cancha, pero la entrada al parqué de Silvia Domínguez resultó fundamental. La base ofreció un clínic al timón de la selección. Manejo el tempo y se tornó en pesadilla para la defensa Serbia con sus exquisitas penetraciones que permitieron cerrar el primer asalto con un 21-11 que era una mina. La mejor respuesta ante la presión de los 6.500 espectadores presentes en el Belgrado Arena.
Las de Maljkovic mejoraron su acierto en el segundo cuarto (parcial en el que Laia y Astou se mantuvieron inéditas) y con dos parciales de 0-5 estrecharon la diferencia. Fue entonces cuando emergió la clase de Anna Cruz. Nueve puntos para un total de once al descanso que minimizaron un par de errores defensivos de España. Prácticamente los únicos borrones en otro gran trabajo defensivo de la vigente campeona de Europa.
El 37-30 con el que se llegó al descanso largo dio lugar a un intercambio de golpes por parte de ambas selecciones. Dragana Stankovic ofrecía soporte bajo el aro. Las prestaciones de la pívot y el rebote ofensivo daban esperanzas a Serbia. Pero cada acercamiento era inmediatamente contestado por las españolas: una canasta de Xargay, una suspensión de Cruz, un 2+1 de Astou, un triple vital de Ouviña y un acierto lateral de Pina segundos antes de la conclusión del tercer cuarto (58-50). Acciones que hacían enmudecer al público que, en momentos comenzaba a enchufarse y a ejercer presión sobre las tres colegiadas.
Subió la agresividad serbia ante la permisividad arbitral. A los 2:26 minutos del último periodo Lucas Mondelo recibió una técnica con 60-52. Una acción que condicionó el desenlace. Hasta ese instante, la selección española había mantenido con mucho aplomo y oficio el control de la situación. Pero Jelena Brooks empezó a sumar, echándose el equipo a la espalda. La capitana balcánica penalizaba así las pérdidas españolas en su peor momento de la noche. Un triple Butulija, el primero que embocaba su equipo, situaba a Serbia por delante en el marcador (62-64) y hacía desatar la locura en el pabellón.
Faltaban 4:24 minutos. Un mundo. Un canastón de Nicholls al poste dio la tranquilidad y el aplomo defensivo. Los aros se empequeñecieron en ambos lados, pero una antideportiva a Dabovic que la mandó al banquillo con cinco personales dieron cuatro tiros libres a Astou.
Ficha técnica:
España 71 (21+16+21+13): Palau, Cruz (14), Xargay (10), Nicholls (10), Ndour (17) – quinteto inicial – Domínguez (10), Ouviña (3), Casas (2), Vilaró, Pina (2), Gil (3) y Abalde (2).
Serbia 66 (11+19+20+18): Petrovic (6), Jovanovic (2), Brooks (17), Crvendakic (8), Dabovic (9) – quinteto inicial – Miljkovic, Cado, Butulija (12), Milic, Stankovic (12), Stanacev y Skoric.
Foto: Alberto Nevado/NPhoto/FEB