NATACIÓN | JUEGOS PARALÍMPICOS DE PARÍS 2024
La historia de Eva Coronado con la natación comenzó como otra cualquiera, aprender a nadar. Sin embargo, algo había en el agua que poco a poco fue cautivando a esta valenciana. Lo cierto es que Eva probó con otros deportes, la rítmica concretamente, pero el agua ganó la partida reforzada como forma de ayudar en el tratamiento y recuperación de una escoliosis de espalda que se le detectaría de pequeña.
En el agua siempre se ha sentido bien y, lo que empezó como parte de su recuperación, se fue convirtiendo poco a poco en su pasión y en una forma de superar todas las barreras y batallas que la vida le presentaba. Además, Eva Coronado contaba con grandes aliados, su familia y, en especial, su hermano, Carlos con quien comparte la pasión por el agua y quien también es múltiple campeón de España en Salvamento y Socorrismo, con varios récords nacionales, campeón de Europa Júnior en 2021, subcampeón de Europa Absoluto en 2023, etcétera.
Para Eva Coronado París ha sido su segunda experiencia paralímpica, más especial si cabe que la primera por las diferencias existentes entre los dos Juegos. La nadadora valenciana comenzó a despuntar muy joven en la natación, concretamente en su clase S14. Con mucho camino por recorrer, empezando la nueva temporada, Coronado ya tiene la vista en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2024 y en las diferentes competiciones nacionales e internacionales que en breve darán comienzo.
-Tras Tokio 2020 (2021), ¿cómo ha vivido esta segunda participación en los Juegos Paralímpicos de París?
-Tokio fueron muy emocionantes porque fueron los primeros. París ha sido diferente, más emocionante si cabe gracias al público. Nadar en La Defense con miles de personas animando… no se puede explicar lo que se siente. De hecho, estuvimos una tarde viendo finales y llegué a llorar de ver como el público animaba a las nadadoras, como se volcaba. Lo cierto es que no estamos acostumbradas a nadar con tanta gente. Cunado competimos en España lo hacemos frente a la familia y los amigos, no suele venir mucha gente a vernos.
La competición la viví con menos nervios que en Tokio. En París sabía a lo que iba. Fue diferente porque en los anteriores no hubo público, no pudimos vivir esa sensación. Pero salí más tranquila. Aun así, salir de la zona de llamada, hacer el paseillo hasta tu calle, no se puede explicar lo que sentimos, imponía hacerlo ante tanta gente. De hecho, cuando estabas nadando el público te empujaba a nadar mejor, más rápido. Es una sensación que te envuelve.
-¿Qué diferencias ha encontrado entre ambos juegos en cuanto a la competición?
-Lo cierto es que en Tokio me sentí y era la nueva, mis compañeras de calle eran más experimentadas, con más Juegos a las espaldas y eso lo noté. En esta ocasión, era un poco al revés. Había mucha nadadora debutante en unos Juegos, así que el ambiente en la piscina se notaba renovado. Tengo que decir que la gente joven viene apretando mucho, por lo que el nivel de competición ha subido, tienes que esforzarte más, pero eso es bueno para la competición y para el espectáculo.
-Durante los Juegos hubo compañeras que señalaron que el deporte paralímpico está más profesionalizado. ¿Qué cambios a mejor están habiendo?
-Se nota que algunos países apuestan más por sus deportistas paralímpicos. Por ejemplo, las nadadoras inglesas llegaron con una excelente preparación, con un gran equipo, con mucha tecnología de apoyo, con entrenamientos y cuidados muy personalizados, etcétera.
-¿Cómo se vio en las dos pruebas en las que compitió en La Defense de París?
-El resultado es muy positivo en ambas pruebas. Es cierto que en mi prueba favorita, la mariposa, no salió todo lo bien que me hubiera gustado. La nadé en primer lugar y tenía que romper el hielo, las cosas vienen así. Pero estoy contenta con el resultado. Al igual que en los 200m estilo, recuperé una posición de la marca hecha en Tokio. Así que el balance es muy positivo, estar en París ya era un sueño cumplido, un objetivo alcanzado. Ahora toca seguir esforzándose para cumplir con los objetivos. La temporada está comenzando y hay que coger el ritmo. De París me he traído el camino que recorrí para estar, para conseguir clasificarse. Debemos ser constantes, nunca rendirnos. Entiendo que si luchas y continuas, al final tienes tu recompensa y los sueños se cumplen.

-El objetivo para este 2024 era llegar a clasificar para estar en París y disputar diversas finales en el Campeonato de Europa… ¿Cómo van los objetivos?
-Acabamos de iniciar la temporada. Llevamos poco, y la pretemporada es muy dura, estamos luchando para estar ahí. En esta nueva temporada tengo dos campeonatos internacionales: en Singapur y Tailandia. Tengo muchas ganas de estar, de competir. El objetivo para Tailandia es meterme en la final y quedar en una buena posición, en cuanto a Singapur la meta es estar, llegar a clasificar.
-Tras finalizar los Juegos de París, se inicia un nuevo ciclo paralímpico. De cara a Los Ángeles, ¿Cuál es el objetivo? ¿Cómo va a preparar este nuevo ciclo para llegar a obtener esa plaza que le lleve a sus terceros Juegos?
-Creo que la preparación va a seguir como hasta ahora. El objetivo es lograr esa plaza en Los Ángeles, hay que ir poco a poco mejorando los tiempos, trabajando muy duro. Pero el planteamiento es el mismo. Sigo entrenando con mi hermano Carlos, con el apoyo de mi familia. Carlos me conoce a la perfección, sabe como sacar el 100% de mí misma, es el mejor entrenador que he tenido. Conoce hasta donde puede llegar conmigo, como motivarme, donde tiene que apretar para aumentar mi rendimiento. Carlos sabe que, en ocasiones, me disperso y pierdo el foco, sabe como estar pendiente de mí, cómo debo mejorar mi técnica, como hacerme una mejor nadadora con cada entrenamiento.
-Habla de la familia como un gran apoyo. ¿Cuenta con más apoyos? Me refiero a ayudas institucionales, de patrocinadores…
-Las ayudas son muy importantes para que logremos resultados. Cierto es que estoy dentro del programa FER, que tengo ayudas de la Generalitat… pero se necesita un mayor apoyo. Dedicarle el 100% a la natación lleva muchos sacrificios. Yo no puedo dejar mi trabajo, por lo que compaginar el deporte de alto rendimiento con el mundo laboral se hace difícil. Lo conseguimos con mucho esfuerzo y sacrificio. Madrugamos mucho para entrenar antes de trabajar y cuando acaba la jornada de vuelta al agua. Solo así logramos cumplir objetivos y metas.
-Además de ese apoyo económico al deportista, ¿Qué echa de menos para poder sacar el máximo rendimiento o entrenar en condiciones?
-Necesitamos instalaciones, no solo en número sino en calidad. En Valencia no disponemos de una piscina de 50 metros. Por lo que entrenamos en piscinas de 25 metros, no se puede entrenar en las mismas condiciones. Por ejemplo, para poder entrenar bien para París he tenido que estar dos meses fuera de casa, para poder hacerlo en una piscina de 50 metros. Esto se hace muy duro. Es cierto que durante el ciclo o la temporada entrenamos con las instalaciones que tenemos, nos adaptamos. Pero lo mejor para conseguir mejores resultados y aumentar el rendimiento es disponer de instalaciones en condiciones.