El bloqueo institucional de España durante casi un año ha impedido el avance en asuntos clave para la celebración de la cita
La décimo octava edición de los Juegos del Mediterráneo, cuya sede es Tarragona, se celebrarán un año después de lo previsto. Del verano de 2017 pasan a las fechas del 22 de junio al 1 de julio de 2018. Y la circunstancia que ha obligado a esta decisión, que respalda en todo caso el Comité Internacional de Juegos del Mediterráneo (CIJM), es el largo tiempo que España ha vivido con un Gobierno en funciones y, por tanto, el bloqueo financiero y de toma de decisiones para la organización de los mismos.
El alcalde de Tarragona y presidente del comité organizador de la cita, Josep Félix Ballesteros, y su homólogo en el Comité Olímpico Español (COE), Alejando Blanco, informaron este lunes del aplazamiento de los Juegos del Mediterráneo de 2017 a 2018.
«Hemos tenido un Gobierno en funciones durante 10 meses y esto ha impedido que se pudiera concretar la financiación prevista con el Estado. Sin embargo, la confianza del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos (CIJM) sigue intacta y así nos lo ha expresado su presidente Amar Addadi. Las ganas e ilusión para sacar adelante el proyecto también siguen intactos y son compartidas con el resto de instituciones públicas», expresó Ballesteros.
El Comité Internacional de Juegos del Mediterráneo mantiene intacta su confianza en la capacidad organizativa del evento
Por su parte, Blanco mostró su apoyo a la organización y aseguró que «estoy convencido de que organizaremos unos grandes Juegos en 2018», al tiempo que anunció que este jueves mantendrán una reunión con el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, para tratar este asunto.
Este mismo lunes el Ministerio trasladó públicamente su apoyo a la decisión del comité organizador de retrasar la celebración de estos Juegos de Tarragona a 2018, medida que estima «muy beneficiosa para el éxito de esta gran cita internacional».
El Gobierno ha consignado aportaciones económicas por valor de 6,4 millones de euros para la organización de los Juegos del Mediterráneo. Además, le ha otorgado al evento la calificación de «acontecimiento de especial interés» en los Presupuestos Generales del Estado, lo que supone que toda inversión privada destinada a su celebración podrá acumular exenciones fiscales de hasta el 90%. Esta cantidad adicional supondrá que el Estado se convierta en el principal socio de las aportaciones económicas para los Juegos del Mediterráneo.