NATACIÓN ARTÍSTICA | MUNDIAL DE BUDAPEST
RFEN: España tenía un último registro de la séptima plaza en la modalidad olímpica de equipo en los Juegos de Tokio 2020. Pero el conjunto español, en el Mundial de Budapest, dio forma a una colosal actuación, que dio 6 décimas más respecto a la preliminar y daba la cuarta plaza -a poco más de un punto del bronce de Japón- y la segunda europea tras Ucrania, plata a su vez tras China, y por delante de Italia, a la que no se ganaba desde Río 2016. El júbilo fue grande en un grupo decidido a escalar puestos en el ranking mundial.
España quiso ‘volar’ emulando a los pájaros de las Islas Galápagos, solo que en el agua. Cerraba la final y sacó toda su magia y sus acrobacias para deleite de unas gradas llenas, con familiares y fans españoles, aunque mayoritariamente chinos, legión aquí.
España nadó por todo el vaso mucha responsabilidad y con mucho oficio también. A medida que la coreo iba avanzando, se iba acelerando una coreo con mucha exigencia física pero que España corrigió a la perfección respecto a la preliminar. No dio para las medallas, pero sí para ganar a la poderosa Italia, que además tiene un Europeo por delante.