Recuperada de la lesión de rodilla que sufrió en enero, la catalana, una de las capitanas valencianista, regresa para el nuevo proyecto
Reflexiona con un argumentario perfectamente construido, tranquila y siempre cercana sobre la superación de su lesión, respecto a sus sensaciones y valorando los primeros puntos de anclaje del nuevo proyecto del Valencia CF Femenino, con novedades en el banquillo con la llegada de Irene Ferreras como entrenadora, con nuevas futbolistas para reforzar la plantilla y la recuperación de algunas integrantes que cayeron lesionadas de gravedad el pasado curso. Paula Nicart Mejías (Cornellà de Llobregat, Barcelona, 8/9/1994), que cumple su sexta campaña como valencianista desde que llegara en el verano de 2014, es una de las capitanas de la plantilla. Feliz por haber dejado ya atrás la lesión que sufrió en enero de 2019 -fue intervenida en la rodilla izquierda para un trasplante de menisco externo y la reparación del cartílago de la meseta tibial- cuenta el proceso de recuperación y las ilusiones para la nueva campaña.
«Ahora mismo la verdad es que estoy muy emocionada, me siento muy feliz, porque llevaba mucho tiempo fuera del equipo, entrenando aparte. Es muy ilusionante volver a compartir campo con mis compañeras», celebra la futbolista catalana.
Nicart regresa ya con el alta tras una grave lesión de rodilla, superando una de esas etapas de las que huye el deportista: «Siempre pasas por fases. Creo que la primera parte de una lesión es reconocer y aceptar lo que te pasa. Es uno de los momentos más duros. Y luego es cuestión de trabajar con toda la ilusión hacia adelante con el objetivo de volver a jugar lo mejor y antes posible. Ahora estoy lista para empezar y echo la vista atrás e incluso pienso que ha pasado poco tiempo desde la lesión. A nivel mental, he llevado la lesión bastante bien, bastante regular; lógicamente, tienes momentos de bajón, otros de subidón y ahora estoy muy contenta».
La central valencianista describe esos momentos de bajón y subidón»: «Es importante saber que tu entorno te apoya en todo lo que hagas y en el momento en el que estés. La verdad es que en todo momento he tenido el apoyo de mis compañeras tanto en la primeras fases como en el desarrollo. Sí es cierto que cuando ellas se fueron de vacaciones, me quedé en Paterna entrenando y se hace duro entrenar sola, o con las demás compañeras lesionadas y al final creas como un club de lesionadas -sonríe-, que nos apoyamos las unas a las otras. Pero lo cierto es que desde el primer día hasta hoy he tenido el apoyo de mis compañeras, así como de todo el cuerpo técnico y todo el staff del Valencia. Incluso cuando firmó el nuevo equipo técnico aún no nos conocíamos y ya me estaban mandando mensajes de ánimo y me hicieron sentir ya parte del equipo y eso ha sido importante para mí en la última fase».
De fondo, siempre se extrae el aprendizaje de todo tipo de experiencias. «La verdad es que este año he crecido y madurado mucho a raíz de la lesión y de todo lo que engloba el fútbol. Lo cierto es que he aprendido a ver las cosas con más calma, a ser más paciente… Al final tienes un proceso por delante que por mucho que quieras no va a ir más rápido y tienes que ser paciente. El caso es aceptar algo que te ha pasado y hacer algo con esa rabia, esa energía que te crea y enfocarlo todo siempre hacia un punto positivo y un objetivo», relata Paula Nicart.
El escenario que espera es el del regreso a la competición, a de volver a ese espacio donde mostrar su fútbol: «Llevo dos semanas con el alta, he estado entrenando con el grupo y la verdad es que tengo muy buenas sensaciones, me siento bien, la rodilla se adapta bien a todo tipo de cargas… Hay que ir poco a poco. Primero habrá que entrar en convocatoria, luego tener minutos y tener presencia, que lógicamente dependerá de Irene (Ferreras)… Pero yo sigo con paciencia».
«Tenemos un objetivo claro que es llevar al Valencia donde se merece, que es en lo alto de la tabla»
Nicart llegó al Valencia en verano de 2014. Vivirá ahora su sexto proyecto en la considera su casa: «Creo que ha sido un año de cambios a nivel de club, a nivel interno y a nivel anímico. La llegada del cuerpo técnico con Irene, José y Quique nos ha dado una aire fresco que necesitaba el equipo, y también con las incorporaciones que hemos tenido puede ser un año muy ilusionante. Yo me siento así y así siento al equipo».
Y respecto a las nuevas incorporaciones reflexiona desde la experiencia y la sensación que experimentó cuando llegó a Valencia. «Recuerdo que cuando llegué yo tenía 19 años y ahora ya voy para los 25. La verdad que las más veteranas siguen estando ahí, es de las mejores cosas que te llevas del fútbol con la gente del vestuario…. Me han apoyado muchísimo tanto a nivel futbolístico como profesional y ahora intentamos hacer lo mismo como las nuevas compañeras que llegan. La verdad que todas las incorporaciones se están adaptando muy bien. El grupo invita a que te adaptes de la mejor manera posible. Creo que tenemos un grupo muy bueno que te abraza cuando llegas y eso es muy importante, porque luego en el campo se refleja.
¿Cuál será la identidad del nuevo Valencia? La futbolista de Cornellà esgrime algunos de los fundamentos del proyecto: «Irene (Ferreras) es una persona muy intensa en su trabajo, tiene un nivel conceptual del fútbol increíble y me gusta mucho su forma de trabajar, la personalidad, el carácter que tiene y creo que es una líder genial para nuestro grupo. Nosotras ahora somos un poco el reflejo de ella. Queremos competir de la manera que tenemos que hacerlo, porque llevar este escudo nos exige ese nivel de responsabilidad que tenemos. Lo que se ha dado en las dos últimas temporadas no se puede repetir. Tenemos un objetivo claro que es llevar al Valencia donde se merece, que es en lo alto de la tabla».
Foto: Juan Catalán/VCFfem