Las valencianas ocupan el segundo puesto en la tabla clasificatoria en División de Honor B y buscan seguir ascendiendo a la División de Honor
RUGBY | ENTREVISTA
El rugby femenino en España continúa ganando visibilidad, y uno de los clubes que ha marcado la diferencia en este camino es el Rugby Turia, un equipo femenino ubicado en Valencia y el único club representativo de este deporte en la región. A través de esfuerzo, unidad y pasión, ha logrado posicionarse y mantenerse en la élite del rugby a nivel nacional. En medio de este crecimiento, encontramos a una de sus jugadoras más destacadas: Saray García Torres, capitana del equipo y una de las primeras en formar parte del club. Con su experiencia y liderazgo, se ha consolidado como un referente dentro y fuera del campo.
Saray lleva siete años en el rugby y ha sido testigo del desarrollo del club desde sus inicios. «Desde pequeña siempre me gustaron los deportes. Jugué al fútbol, baloncesto y otros, pero el rugby fue lo que realmente me atrapó. Recuerdo que, en la universidad, había una escuela de iniciación donde se mezclaban chicos y chicas, y fue allí donde realmente empecé a engancharme. Al principio no estaba federada, pero entrenaba con mucha constancia y, poco a poco, fui federándome. Ahora, después de tantos años, sigo con el mismo entusiasmo», comenta. La capitana destaca que lo que la cautivó del rugby, por encima de otros deportes, fue el ambiente de respeto y compañerismo que se vive dentro y fuera del campo, y esto, según ella, es lo que hace único al club Rugby Turia. «Jugué al fútbol, baloncesto y otros deportes, pero el rugby fue lo que realmente me atrapó. Siempre sentí que el rugby tiene una esencia diferente. En otros deportes, notaba que, en algunos casos, el trato con los árbitros y con los compañeros no era tan respetuoso. En el rugby, el respeto hacia el árbitro, las compañeras y el adversario es lo más importante. No solo se trata de ganar, sino de cómo juegas y cómo te comportas. Es un deporte muy completo, tanto a nivel físico como estratégico, y eso me ha encantado desde el principio».

El proyecto de Rugby Turia nació de la necesidad de unificar fuerzas en el rugby femenino de la Comunidad Valenciana, una región donde este deporte no es el más popular. Sin embargo, esa fue precisamente la misión de Rugby Turia, un club formado por la unión de Rugby Club Valencia y Tatami Rugby Club. Juntos decidieron fusionarse para crear un equipo con las características ideales para impulsar el proyecto, con ambos clubes como socios fundadores. Así fue como, en 2020, nació Rugby Turia Club.
A lo largo de los años, el rol de Saray en el equipo ha evolucionado, y hoy, como capitana, tiene una visión diferente sobre el deporte, destacando el liderazgo como uno de los pilares de su desempeño. «Cuando me ofrecieron ser capitana al principio, me sentí muy orgullosa, pero también un poco nerviosa, porque sabía la responsabilidad que conlleva. He aprendido mucho de mis entrenadoras y de las jugadoras que estuvieron antes que yo. La clave está en saber transmitir lo que ellas me enseñaron y, sobre todo, en generar un ambiente donde las jugadoras se sientan valoradas y motivadas, tanto en los buenos momentos como en los malos».
El crecimiento del equipo es evidente y se ha mantenido fuerte desde sus primeros días, cuando lograron destacarse rápidamente. Sin embargo, Saray reflexiona sobre la importancia de no bajar la guardia y seguir trabajando constantemente. «Este año estamos muy motivadas. Cada temporada es una oportunidad de crecer y seguir subiendo. Hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí, y el trabajo continúa. Queremos seguir avanzando y alcanzar más metas. El equipo tiene mucha calidad, y cuando estamos bien, somos capaces de ganar a cualquier rival. Cada partido es una nueva oportunidad para demostrar lo que valemos».

Desde su creación, el club ha estado formado exclusivamente por mujeres, quienes han tenido la oportunidad de llevar a cabo todo el proceso a su manera, con un enfoque centrado en los valores femeninos. Estos valores no discriminan a los hombres, pero buscan potenciar el empoderamiento entre ellas mismas y ser una inspiración para las futuras generaciones del rugby, tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto del país. «He estado en esa situación en la que a los chicos se les paga y a las chicas no, a pesar de que estamos en la misma liga y en las mismas condiciones, lo cual es realmente frustrante. Sin embargo, ahora estamos en un momento en el que nuestra directiva siempre está luchando por nosotras, apoyándonos en cada paso y trabajando para conseguir todo lo que necesitamos. Ellas, que fueron jugadoras de rugby y vivieron la difícil realidad de ser el equipo femenino dentro de un club, nos transmiten su experiencia. Hoy en día, podemos decir con orgullo que somos el equipo principal de nuestro club, y eso es algo que queremos seguir transmitiendo. Las mujeres en este deporte nos empoderamos entre nosotras, y eso es lo que nos impulsa a seguir adelante, a seguir creciendo y a seguir luchando por el reconocimiento que merecemos.»
A pesar del creciente interés por el rugby femenino en España, aún existen muchos desafíos por superar, y queda un largo camino por recorrer a nivel internacional. «El rugby femenino está creciendo, pero todavía queda mucho por hacer. En países como Nueva Zelanda, Francia o Inglaterra, el rugby femenino lleva años de ventaja, tanto en infraestructura como en visibilidad. Aquí, aún necesitamos más apoyo, especialmente en cuanto a patrocinio y visibilidad en los medios. El rugby femenino necesita ser más conocido para que más chicas se animen a practicarlo. Si el deporte estuviera más promocionado, sería mucho más fácil que más jugadoras se unieran y que las nuevas generaciones pudieran ver el rugby como una opción». El apoyo de patrocinadores como Teika ha sido fundamental para que el rugby femenino siga avanzando y se dé a conocer a un público más amplio en un país donde este deporte no es muy reconocido. «Estamos muy agradecidas por el apoyo que nos brinda Teika. No solo nos proporcionan visibilidad, sino que también nos muestran que el rugby femenino tiene un futuro. A través de sus carteles y redes sociales, más personas conocen nuestro trabajo. Para nosotros, es un honor tener patrocinadores que apuesten por el deporte femenino».

Más allá del rugby, Saray también se enfrenta a la constante tarea de equilibrar su vida deportiva con su carrera profesional, mientras persigue otras de sus pasiones. «Estoy trabajando y desarrollando un proyecto. Sin embargo, me gustaría seguir estudiando, sobre todo en temas relacionados con la moda. Me frustra mucho la ropa deportiva que nos dan, porque siempre está pensada para los hombres. Es muy común que la ropa no nos quede bien, ya sea porque nos aprieta demasiado o nos queda como una bolsa. Me encantaría poder innovar en este sentido, crear ropa deportiva diseñada para nosotras, cómoda y que nos haga sentir bien, como si realmente pensaran en nuestro cuerpo y nuestras necesidades».
El camino apenas empieza para las jugadoras de Rugby Turia Club, quienes tienen muy claro hacia donde quieren llegar. «Nuestro objetivo es seguir creciendo, queremos subir a División de Honor. Este año nos hemos reforzado, así que vamos a seguir trabajando en equipo y, sobre todo, disfrutar del proceso. Para nosotras, el rugby es mucho más que un deporte, es una forma de vida».
