Eva Moral se hizo con el bronce en Rotterdam, mientras Rakel Mateo fue quinta. En categoría masculina, oro para Molina y plata para Ruiz
La expedición española cargó el zurrón con cuatro metales en el campeonato del Mundo de triatlón paralímpico. Susana Rodríguez y Mabel Gallardo lograron la plata mundial en la categoría PTVI para deportistas con diversidad funcional visual. Eva Moral, como en 2016, volvió a adjudicarse el bronce (PTWC). En el Mundial celebrado en Rotterdam (Países Bajos), coincidiendo con las Series Mundiales para personas con discapacidad, Daniel Molina ganó el oro (PST3), revalidando el título de campeón del Mundo, mientras Jairo Ruiz se hizo con la plata en una prueba en la que Joaquín Carrasco fue quinto.
La gallega Susana Rodríguez y su guía murciana remontaron posiciones durante el transcurso de la prueba hasta llegar segundas (1’15’02”) tras la campeona paralímpica australiana Katie Kelly, subiendo una posición con respecto al podio del pasado Mundial.
En la última prueba del triatlón paralímpico, Eva Moral repitió el bronce mundial de 2016 en la clase PTWC, la de quienes utilizan handbike y silla de ruedas. La madrileña marchó cuarta hasta la última vuelta de la carrera, cuando pudo superar a la holandesa Margret Ijdema y entrar tercera (1.24’12”).
Entre los triatletas con mayor discapacidad física que corren a pie, los de la clase PTS2, la bilbaína Rakel Mateo logró la quinta posición (1’27’40”) y el canario Lionel Morales, la sexta (1.13’28”). Y en la PTS4, el salmantino Alejandro Sánchez no pudo revalidar el subcampeonato mundial de 2016 ya que terminó séptimo (1.12’02”) por culpa de un pinchazo.
El Mundial paralímpico se celebró en la modalidad de sprint, con 750 metros a nado por el río Nuevo Mosa, 20 kilómetros en bicicleta en un circuito muy técnico lleno de curvas y 5 kilómetros de carrera a pie sobre un recorrido urbano situado en el centro de la ciudad de Rotterdam.