Las españolas se imponen a Muchova y Noskova con un partido muy completo por un doble 6-2 en 1 hora y 13 minutos en la pista Philippe-Chatrier
TENIS (DOBLES) | JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024
Por RAÚL COSÍN (ENVIADO ESPECIAL A PARÍS).- Sara Sorribes y Cristina Bucsa, tendidas sobre la tierra batida de la pista Philippe-Chatrier, abrazándose, con lágrimas victoriosas, se adjudicaron la medalla de bronce en dobles en los Juegos Olímpicos de París 2024. Las tenistas españolas se impusieron en el partido por el tercer y cuarto puesto olímpico a las checas Karolina Muchova y linda Noskova. Victoria por un doble 6-2 en 1h13′. Desde la grada, en el zona donde el equipo técnico se sitúo, lo celebraban figuras como la de la capitana Anabel Medina, que fue subcampeona olímpica con Vivi Ruano en dobles en Pekín 2008, cediendo ni más ni menos que contra las hermanas Williams. Y Arantxa Parra, que precisamente fue doblista con Medina en Londres 2012 y Río 2016. O Silvia Soler-Espinosa, además de olímpica, entrenadora de la castellonense. Genial el partido de ambas: completo, implacable, voraz, con un juego rozando la perfección, con una Sorribes tremenda, para ser bronce olímpico.
«Cuando salimos de la zona mixta tras el partido de semifinales teníamos el chip de que íbamos a ganar el bronce. Aunque haya parecido fácil, las checas han hecho un gran partido. Nosotras hemos conseguido cruzarnos mucho. Hemos sabido leer muy bien el partido. Vamos a dormir con la medalla», aseveraron exultantes en la conferencia de prensa posterior.
Fue duro el partido de semifinales para Sorribes y Bucsa. Una dolorosa derrota, que impedía poder disputar el oro olímpico. Pero el margen para reflexionar, levantarse y ponerse manos a la obra con el siguiente objetivo era escaso. Debían preparar el partido siguiente, el último ahora sí, pues en juego estaba el bronce ante la pareja checa. Y las españolas, este domingo, en una mañana fresca, pero agradable en las instalaciones de Roland Garros, salieron a la pista con ganas de llevar la iniciativa. Break para dar la bienvenida y servicio ganado en los dos primeros juegos. Encarrilaron el tercero, pero Muchova y Noskova lo acabaron levantando. Bien Bucsa en el fondo y Sorribes en la red, hicieron bueno su siguiente turno de saque.
Las centroeuropeas restaron con su servicio. Pero las españolas, que estaban precisas, firmes en su propuesta, fuertes emocionalmente, respondían con dos juegos más, sirviendo y con una ruptura, para colocarse con un 5-2. Había que cerrar el set (ya se sabe como es un deporte como el tenis y esos dientes de sierra que en un mismo partido se pueden vivir). Sin dudas, confianzas y con determinación de nuevo, Sorribes y Bucsa cerraron la manga (6-2) tras 31 minutos.

Costó mucho el primer juego del siguiente set. Pero las españolas, que seguían a lo suyo, con su plan de partido, con su confianza intacta y creciente, impecables en la red, rompieron el servicio de Muchova y Noskova. Lograban situarse con una ventaja de dos arriba defendiendo su saque para ponerse 2-0. La presión le quedaba ya totalmente a las centroeuropeas. Sorribes y Bucsa dieron forma a otro trabajado break. Las checas lograron el primer break del partido en el cuarto juego y ajustaron luego con su servicio (3-2).
Las españolas, en cualquier caso, no perdían lo más mínimo el pulso. Tremendo el juego de éstas. Mayúscula Sorribes. Aprovecharon el servicio para volver a abrir cierta distancia; una renta que, siguiendo en la misma línea, les llevaría hacia el bronce olímpico. Claro, iban a más. Sin flaquear, sin dar opción a sus rivales, con ese juego que estaban construyendo con brillantez. Voraces en todo momento. Con la directa puesta se pusieron la castellonense y la cántabra, nacida en Moldavia, con un 5-2. Juego para subir al tercer escalón olímpico en dobles en la Ciudad de la Luz. Servían. Devolvían todo lo que les proponían las checas. Sorribes, de dulce. Punto de partido: lo cerró la castellonense.
Como pareja de dobles, unen este éxito al logrado en el WTA Mutua Madrid Open.