¡Forza! ¡Forza! La celebración de cada punto era rotunda y más aún del postrero trofeo. Martina Trevisan, tenista zurda, de garra, competitiva, valiente, conquistó el título del BBVA Open Internacional de Valencia tras imponerse a la húngara Dalma Galfi por 4-6, 6-4 y 6-0. Bailó Trevisan al son de la música que sonó al cierre del partido, después de que lanzara la raqueta al aire cuando resolvió el punto definitivo para coronarse en València, en el Sporting Club, adjudicándose el torneo ITF Pro 80.000$, dirigido por Anabel Medina, que agradeció al cierre el nivel de las tenistas, la gran final disputada y la presencia del público en las gradas.
Indudable es el juego generoso en inversión física y en golpes certeros de Martina Trevisan. La italiana, una guerrera de las pistas, con esa expresión de ¡Forza! al verbalizar su tenis, se adjudicó el juego inaugural ante Dalma Galfi. Pero la húngara replicó ganando los tres juegos siguientes, sumando su primer break, sobre la tierra batida del Sporting Club de Tenis. La jugadora magiar subrayó un argumentario notable. En ese momento, Trevisan no cedió y volvió a ganar con su servicio para el 3-2.
Galfi, que afiló algún winner, desde luego no tenía rival fácil con la consistente e impetuosa italiana, pero estiró su renta en su siguiente saque. Acumulaba la magiar una semana brillante en València, sin ceder un solo set llegó a la final; igualmente subrayable fue la construcción del torneo por parte de Trevisan, que ajustó la manga. Se rehizo la húngara con su servicio. Apretó a la italiana para el segundo break, pero Trevisan no cedió y restó de nuevo. Luchó la tenista de Florencia por el break. Disputadísimo el juego. Sin embargo, Galfi acabó por salvar su servicio para el 6-4.
Como en el inicio del primer set, Trevisan comenzó ganando su servicio y rompiendo el primero de Galfi. La magiar, siempre valiente, no cedió con su siguiente turno de saque y restó para el 1-2. Se reconectó Trevisan y rompió el servicio a la magiar en el cuarto juego. En el intercambio de breaks, Galfi ganó ante el servicio de la italiana para el 2-3.
El set, por ambas partes, pareció más espeso, con las tenistas algo menos precisas, pero en medio de eso, que no fue por actitud e intensidad de una y otra, Trevisan sumó otro break. Y la garra de la de Florencia se significó con otro juego al servicio para acercarse a igualar el partido. Replicó Galfi al saque. Y buscó la ruptura. Y la húngara lo logró para el 4-5. Murió en la orilla Galfi, pues Trevisan se adjudicó el siguiente juego para el 4-6, igualando la final, que se iba al tercer y definitivo set.
Entonadísima entró Martina Trevisan a la manga definitiva por el título. Proyectó un tenis práctico, acertado, consistente, ante una Dalma Galfi que se escurrió del partido en los primeros juegos. En un visto y no visto, la italiana se puso tres arriba. Notable la de Florencia, con arraigo en Valencia, que celebró cada punto logrado. Exigente fue el cuarto juego al servicio de la magiar. Largo. Tenso. Pero Trevisan se lo adjudicó y dejó en un situación muy delicada a Galfi.
Enorme la italiana. Apagadísima la húngara. Trevisan afiló otro buen juego para ponerse 0-5. Al descanso, la italiana mostraba su sonrisa mientras Galfi se tapaba el rostro con la toalla. Se resistió la magiar. Tarde ya. Buscó la húngara recuperar el tenis que desarrolló en el torneo y hasta la primera manga de la final. Otro juego largo, con intercambio de ataques, y de ventajas, pero Trevisan resolvió el 0-6 para conquistar València.
En la final de dobles, el título fue para la pareja formada por la belga Ysaline Bonaventure y la georgiana Ekaterine Gorgodze, que se impusieron a la española Ángela Fita y Oksana Selekhmeteva por 6-2, 2-6, 10-6.