Conocida en Francia, pero poco reconocida en su Gran Bretaña natal, está impaciente por ponerse a los mandos del primer barco nuevo que ha tenido en su carrera iniciada en 2003
VELA OCEANICA
A sus 47 años -tendrá 50 cuando tome la salida de la próxima Vendée Globe en 2024- cree que la larga espera no sólo ha merecido la pena, sino que ha sido una experiencia vital de aprendizaje: «No siento que haya estado esperando durante mucho tiempo y que debería haber tenido esto hace años, porque probablemente no habría hecho justicia ni tendría el equipo que tengo ahora» , dijo a la clase, mientras el nuevo «Initiatives-Cœur» salía lentamente de su hangar en Lorient por primera vez.
Algunos patrones de IMOCA consideran sus barcos como máquinas impersonales, sin personalidad ni espíritu. Otros son más sentimentales y Davies es sin duda uno de ellos. Mientras observaba cómo su nuevo purasangre, basado en los moldes de L’Occitane En Provence (ahora Bureau Vallée), era conducido hacia el sol bretón, comentó: «Esta noche dormirá al aire libre por primera vez en su vida…».
¿Qué es lo que motiva a esta extraordinaria regatista, que se ganó los aplausos por la forma en que completó la Vendée Globe la última vez, sola en la cola de la flota, después de haber tenido que parar para hacer reparaciones en Ciudad del Cabo? A Davies le encanta navegar y su afición no muestra signos de disminuir: «Creo que es la pasión por este deporte, y supongo que también el conocimiento, que me hace sentir que soy capaz de hacerlo cada vez mejor. Eso es lo que pasa con este deporte: la experiencia cuenta mucho. Soy muy paciente por naturaleza, así que nunca fue un caso de navegar alrededor del mundo y luego encontrar otra cosa que hacer. Siempre quiero hacer algo lo mejor posible, y eso requiere tiempo, trabajo duro y compromiso».
Dice que la edad no ha disminuido su entusiasmo ni ha afectado significativamente a su capacidad para competir al más alto nivel: «Seguro que todo cambia a medida que uno envejece y creo que aprendes a hacer las cosas de forma diferente. Mis rodillas ya no están tan bien como antes, así que ya no corro. Hago otras cosas para el cardio-fitness. La forma física es muy importante para lo que hacemos, pero no es la fuerza física lo que marca la diferencia. Por eso este es un deporte mixto para mujeres y hombres y para patrones de cualquier estatura física. Pero sí que escucho mucho más a mi cuerpo. Me cuido más porque sé que quiero seguir haciendo esto unos cuantos años más, y quiero cuidarme para poder forzar mi barco al máximo».
Davies tiene claro que la próxima Vendée Globe es su verdadero objetivo, pero también está segura de que seguirá navegando después. Afirma que la vuelta al mundo en solitario -que ha iniciado en tres ocasiones, con un cuarto puesto como mejor resultado en 2008/09- sigue siendo para ella una « asignatura pendiente» . Que la edición de 2024 sea o no su última depende de lo bien que vaya esa regata: «Siento que ahora puedo hacer justicia y con todo lo que he aprendido, estoy mejorando cada vez más. Eso es lo bueno de este deporte, que nunca se deja de aprender, se mejora cada vez más. Para mí, lo único que quiero es conseguir un buen resultado en la próxima Vendée Globe; y no miro más allá porque es muy difícil de conseguir y estoy poniendo todo mi entusiasmo y energía en ello. La regata se siente como un asunto pendiente. No tengo ni idea de lo que quiero decir con «un buen resultado» porque la flota IMOCA está evolucionando mucho ahora y probablemente dependa de la alineación dentro de dos años. Para mí, lo importante es terminar la regata y terminar la regata de forma que yo y mi equipo podamos estar orgullosos».
Aunque el nuevo barco se basa en las líneas y el diseño del antiguo L’Occitane En Provence, con su característica proa de scow, Davies y su equipo han realizado muchos ajustes y cambios para desarrollarlo bajo la dirección de Manuard. Entre las áreas clave han estado el diseño del foil, la distribución del peso y el desarrollo aún en curso de la cabina y el interior con un énfasis, como dice Davies, en la «preservación del patrón» .
Después de haber navegado durante años en un IMOCA con foils de primera generación y un tratamiento convencional de la proa, la navegante británica está deseando ver cómo las últimas ideas en esas áreas se traducen en un mejor rendimiento: «La innovadora forma del casco del nuevo barco es muy interesante. Nunca he navegado con los scows, pero he oído hablar muy bien de ellos, así que estoy deseando compararlos con lo que estoy acostumbrada. Obviamente, tenemos nuestros nuevos foils que, en teoría, son mucho más tolerantes que los antiguos. De nuevo, en los dos últimos años ha habido enormes mejoras en los foils y estoy deseando ver la diferencia al usarlos y las sensaciones al navegar con ellos».
El nuevo barco trae consigo la presión para que Davies demuestre que puede ser competitiva en -más o menos- la misma generación de maquinaria que los mejores regatistas de la Clase, pero eso no le preocupa. «No soy la única que tiene una máquina nueva, así que todos estamos en el mismo barco, por así decirlo. Pero en realidad es muy emocionante, porque a veces ha sido frustrante en los últimos años no tener la potencia necesaria para seguir el ritmo; había momentos en los que no podías hacer nada y querías estar ahí arriba».
Será fascinante ver cómo se desenvuelve Davies mientras ella y su equipo optimizan su nuevo IMOCA y lo ponen a punto, primero en la regata Aglomeración Défi Azimut-Lorient en septiembre, y luego en el recorrido transatlántico de la Route du Rhum-Destino Guadalupe, en solitario, en noviembre.
