ATLETISMO | CAMPEONATO DE EUROPA DE ROMA
La selección española absoluta de atletismo celebró la clasificación para sus respectivas finales de los campeonatos de Europa de Roma de tres de los cuatro conjuntos de relevos. Mayúsculo fue el caso del cuarteto de 4×400 m femenino, formado por Carmen Avilés, Berta Segura, Eva Santidrián y Blanca Hervás, que pulverizó su propio récord de España logrado hace cinco semanas en Nassau (Bahamas) con un estratosférico 3:25.25.
Sonia Molina-Prados, Esther Navero, Paula Sevilla y Maribel Pérez también avanzaron a la final del 4×100 m femenino, igualmente hicieron los atletas del 4×400 masculino y la saltadora valenciana de longitud Fátima Diame.
En el 4×400 metros femenino, el sistema de acceso a la final fue las tres primeras y los dos tiempos más rápidos. El orden elegido fue Carmen Avilés, Berta Segura (la única que estuvo en la prueba individual), Eva Santidrián y Blanca Hervás. Pulverizaron el registro conseguido, respecto al récord de España, en el Mundial de Bahamas, 3:27.30, dejándolo en 3:25.25. Entonces el récord iba para 35 años, esta vez tenía apenas cinco semanas. Los parciales: 52.45, 50.76, 51.39 y 50.65.
El cuarteto femenino del relevo corto, las que saben lo que es ser quintas del mundo y cuartas de Europa, corrieron en la primera de las dos semis. Formaron con Sonia Molina-Prados, Esther Navero, Paula Sevilla y Maribel Pérez. Y sucedió lo de casi siempre: no fallaron. Tercera plaza, clasificación directa con 43.00 y presencia asegurada en la penúltima carrera del Europeo Roma 2024 (miércoles a las 22:40). Cambios bien engrasados y sensación de no tener miedo absolutamente a nadie.
Sobre él óvalo saltaban Fátima Diame (grupo A) y Tessy Ebossele (grupo B) en la calificación de longitud. Pedían 6.70 (o al menos las 12 mejores marcas) para el pase directo a la final (mañana a las 20:54) y Fati lo firmó a la tercera tras dos intentos de 6.50 y 6.28. Su compañera a las órdenes de Pedroso tuvo más problemas y estableció una serie de 6.47, 6.37 y 6.37 que no le permitió pasar del 19º puesto del global.
Saltó Daniela García al mar azul de tartán sabiendo que la clasificación para la final de los 800 metros sería por puestos o no sería. Le tocó la última de las dos semifinales y, en la primera, Keely Hodkinson, enésima demostración de superioridad, aceleró la marcha hasta detenerla en 1:58.07 y dejar el tiempo de corte en 1:59.43 (pasaban las tres primeras y los dos mejores cronos del global). Así que luchó por llegar en el trío cabecero con una estrategia que a la postre no reportó frutos. De atrás hacia adelante, confiada en haber repuesto fuerzas después de su tremenda semifinal y a la espera de poder remontar posiciones en el latigazo final. Progresó, pero no pudo pasar de la quinta plaza (2:00.68, a muy poco de su marca personal, 2:00.43, batida hace menos de un mes).