ATLETISMO | CAMPEONATO DE EUROPA DE ROMA
La selección española de atletismo estrenó su casilla en el medallero en la jornada inaugural del campeonato de Europa en Roma. Fue gracias a un maravilloso bronce que logró Marta García en un sensacional final de 5.000 metros, donde dio la cara en todo momento y sacó su «genio y figura» en la parrilla de meta para alzarse con la medalla y con el récord de España absoluto (14:44.04), cerrando otra gran actuación María Forero batiendo el récord de España sub23 con 15:19.69.
Además, cuarto puesto para Laura García-Caro en 20km marcha, quinto puesto para Belén Toimil en peso (el mejor puesto y marca 18.48 m de una española en la historia de los Europeos) y sexto de Cristina Montesinos en 20 km marcha.
Marta García llegaba a la cita con 14:46.37, líder europea del año. Comenzó la prueba atenta, siempre en puestos de finalista, sin perder la cuerda ni meterse en problemas; derrochando oficio. El ritmo lo dictaba la noruega Grovdal (3:01.78 el primer kilómetro), con la portuguesa Mariana Machado y la local Nadia Battocletti (que hacía rugir a la grada en cada mínimo gesto) soldadas a su espalda. No varió la película al paso por el segundo mil (5:58.86). Seguían viajando ligeramente por encima de los veinte kilómetros por hora. Marta quinta, tras las mencionadas y la neerlandesa Kloster. Sensación de facilidad, avance poderoso, concentración imperturbable. Matrícula de honor en la asignatura de táctica.
El 3000 se pasó en 8:55.91 y la cara de Marta no reflejaba más que ambición en la cuarta plaza, una vez que Machado se bajó del tren de cabeza. 11:51.79 fue el paso por el cuarto kilómetro. Solo cinco al frente, Marta tercera, con el aliento de la finesa Nathalie Blomqvist en la nuca. Descendió a la quinta plaza, la medalla parecía perdida a falta de 250 metros, cuando Grovdal y Battocletti ya lanzaban el largo sprint en el que la italiana (14:35.29, récord de los campeonatos) remató a la nórdica (14:38.62) con un último cambio demoledor. Y Marta entrando en la recta, quinta todavía, con una eternidad de 100 metros por delante en la que devoró primero a Blomqvist y, después, ya en los cuadros, todo fe, todo ansias de gloria, a Maureen Koster. Y al mirar el crono, ya sabiéndose bronce, una nueva alegría: 14:44.04, marca que acaba con el legendario récord de España de Julia Vaquero (14:44.95) vigente desde el 5 de julio de 1996).
En el fragor de la emoción hubo que reponer fuerzas a toda velocidad para saludar la 13ª plaza de la debutante María Forero, imperial con 15:19.69, nuevo récord de España sub 23.
“La verdad es que me he encontrado muy bien, hacía muy buen tiempo. Lo que sí he notado es que, cuando se ha roto la carrera, he tenido que decidir si ser un poco más precavida o tirar para adelante. Y he decidido guardar fuerzas porque tenía un poco de miedo a petar en un campeonato como este. Ahí he visto que íbamos muy bien pero la chica que estaba tirando ha ido flojeando un poco y no me he visto con fuerzas para tomar la iniciativa porque sabía que por detrás venían rápido y quería guardar energías. Lo he gestionado muy bien porque he tenido fuerzas cuando he perdido puestos en la última recta para volver a ganarlos. Mi primer campeonato y puesto de semifinalista, marca personal y récord de España sub 23: muy contenta”.
Cuando llegue a casa, cuando repose, cuando calme los ánimos, cuando olvide el sufrimiento de una tarde a 31 grados volteando por el circuito de un kilómetro que abrazaba una y otra vez el stadio dei marmi (estadio de mármol) y converse con su entrenador, José Antonio Quintana, Laura García-Caro comprenderá que tiene mil veces más motivos para estar feliz que para dejarse amedrentar por el pesimismo. Tras superar una Covid persistente que la tuvo contra las cuerdas durante meses ha regresado más fuerte que nunca. En el Campeonato del Mundo de Selecciones, el pasado 21 de abril, fue bronce junto a Álvaro Martín en el relevo mixto, metal que esta tarde se les escapó, por menos de una respiración acelerada, en la meta del tartán azul del Olímpico. Cuarta con 1:28:48, mismo tiempo que la ucraniana Lyudmila Olyanovska. Por delante, homenajeándose ante su público, cruzaron la campeona olímpica Antonella Palmisano (1:28:08) y su compatriota Valentina Trapletti (1:28:37). Por detrás, en lo que resultó una magnífica actuación española con el equipo completo en el top 10, Cristina Montesinos (6ª, 1:29:07) y la subcampeona de los 35 km en Múnich 2022, Raquel González (9ª, 1:30:05).
Laura, totalmente abatida, se expresaba así antes los numerosos medios de comunicación desplazados a la Ciudad Eterna: “La verdad que decepcionada por haber perdido ese bronce en el último momento. Realmente a falta de 300 y 200 metros iba mirando hacia atrás porque veía que la ucraniana estaba cerca, y aunque yo iba dándolo todo, sabía que ella estaba allí. A falta de 100 metros la he visto más lejos y he apretado todo lo que podía y… bueno, pensaba que ya no me pillaba y me ha pillado. Quiero dar las gracias a toda la gente que me está empujando siempre; mi familia, mis amigos, fisios, médicos… todos los que están ahí. Después de un año difícil por fin estamos de vuelta. También quiero quedarme un poco con esa parte, porque aunque ahora sea bastante agridulce, con el tiempo valoraré volver a estar aquí”.
Cristina se expresaba en estos términos: “La verdad es que me encontrado muy bien, de estos días que dices, ¡ostrás, estoy bien!, pero a medida que iban pasando los kilómetros sí que notaba que no iba a tener ese cambio, esa velocidad. Se me han empezado a ir unos metritos Laura y la ucraniana… y ya se me ha hecho un poquito larga la parte final”.
Raquel se mostraba inconformista: “Amargo. Hemos sido novenas y nos hubiera gustado estar en los puestos de finalista e incluso lo más delante posible. Hemos competido con cabeza fría, siendo prudentes y teniendo en el punto de mira que lo que importaba era la posición y no el tiempo. Hemos hecho una buena carrera dentro de las complicaciones que he tenido, sobre todo a última hora, ya que me he encontrado un poco pachucha y tuve recientemente unas décimas. Por ese lado estoy contenta, porque al final he hecho una competición con mucha cabeza y, bueno, un noveno puesto que no puedo decir que me deje satisfecha, pero estamos en un campeonato de Europa”.
Belén Toimil, ocho veces campeona nacional entre pista cubierta (4) y aire libre (4) comenzó la final de peso (segunda consecutiva tras Múnich 2022, donde fue 10ª) con un tiro de 17 metros exactos. Y en el segundo, la magia; se fue a los 18:43 (a cuatro centímetros de su marca este año), posición de medalla de plata. En el tercero el artefacto se posó a 17.61 del círculo, pero la gallega mantenía plaza de podio, aunque un escalón más abajo. Por delante las neerlandesas Jessica Schilder (18.77) y Jorinde Van Klinken (18.67), ambas con marcas inferiores a la mejor prestación ofrecida por la pupila de Víctor Rubio en toda su vida: 18.80, el récord de España. Había, pues, motivos para el optimismo justo antes de pasar a la mejora.
En el cuarto raspó los 18 metros (17.99) y siguió conservando su privilegiada posición. Inmutable el podio a falta de dos intentos. El quinto no comenzó de la mejor manera, pues la alemana Yemisi Ogunleye se iba a 18.62, lo que situaba a Belén a las puertas del cajón. No pudo contratacar cuando le llegó el turno (nulo), así que tocó jugárselo todo en el sexto y definitivo. Y no hubo suerte: la plusmarquista española lanzaba 17.77 pero previamente la alemana Alina Kenzel había logrado 18.55, así que tuvimos que conformarnos con una magnífica quinta posición que tardamos un poquito (poco) en festejar, pues durante mucho tiempo tuvimos regusto a metal en el paladar. Era el tercer puesto de finalista para España Atletismo en el Europeo Roma 2024 y el mejor resultado en la trayectoria deportiva de Belén.