El combinado nacional derrota en la final a Brasil acudiendo al shoot-out y se corona en Budapest
La selección española femenina de balonmano playa se proclamó campeona del mundo en Budapest superando a Brasil en el shoot-out de la gran final (1-2; 18-8, 12-16 y 4-7). Se trata del primer título mundial para el balonmano playa español, superando la plata obtenida en el Mundial de Cádiz de 2008.
El partido comenzó de cara para las brasileñas, fuertes en defensa e implacables en el ataque, haciendo valer su condición de favoritas. En el segundo set, las «Guerreras de la Arena» volvieron a hacer una demostración de garra. Insuperables en el trabajo defensivo, minimizando espacios para llegar hasta su portería y mostrando una gran creatividad en la ofensiva, que les permitió llevarse la segunda parte y con ello forzar el shoot-out.
En el desempate, las jugadoras de Dani Lara demostraron de nuevo un gran temple. Igual que sucedió el sábado en la semifinal ante Noruega. Sin fallos en el lanzamiento, la portería española forzaba dos errores de las brasileñas, mientras Ivet Musons, integrante del Elche Mustang de pista, anotó de uno para dar el título a las «Guerreras de la Arena».
«No me hago a la idea de lo que hemos conseguido. Ha sido una experiencia increíble. Las jugadoras se han comportado muy bien, es fácil trabajar con jugadoras y un staff así», resumió Dani Lara, seleccionador español, a la conclusión del encuentro.
Por su parte, la selección masculina finalizó su participación en este Mundial de balonmano playa en quinto puesto, igualando el resultado obtenido en el pasado campeonato del Mundo de 2014.
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