Olga Carmona marcó en el primer tiempo. Hermoso tuvo un penalti, que erró, en el segundo. Tocó resistir y saber sufrir. Victoria final 1-0 ante Inglaterra para ser campeonas del Mundo
FÚTBOL | CAMPEONATO DEL MUNDO DE AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDA
La estrella de campeonas del Mundo femenino de fútbol estaba en juego en Sídney. Había que alzar mucho y bien los brazos. Hacerlo con confianza, fe, determinación, solidaridad grupal, inteligencia a la hora de jugar y controlar las emociones porque, en una final, hay momentos de gozo pero también de sufrimiento. La estrella Mundial en juego entre España e Inglaterra; selección, la británica, que justamente eliminó a las españolas en el último campeonato de Europa. Había, por tanto, un fondo de revancha. El buen planteamiento de España ya dio frutos en un primer tiempo que se cerró con un gol de Olga Carmona. El segundo periodo fue el de la mejora inglesa y en el que las españolas tuvieron que saber sufrir. Hermoso erró un penalti. Y no faltó el punto de nerviosismo y de tensión hasta el final, que se presumía con una prolongación larga. La resistencia de España y aquel gol de Olga Carmona bien valió la estrella alcanzada porque estiraron fuerte y bien los brazos: España, campeona del Mundo por primera vez en su historia en fútbol femenino absoluto.
Resulta de gran importancia cómo es la entrada de cada equipo en una final. Cómo pisa el césped de inicio: con firmeza, determinación y confianza; con una intención por estudiar al rival y especular unos minutos; con miedo o excesivo respeto al rival, de forma laxa -añadan en su esquema propio otros paradigmas-. La cuestión es cómo salió España. Pues lo hizo con el primer esquema emocional. Confiadas plenamente en su juego, conjugando especialmente esa querencia por mantener el control del balón y saber activar el modo transicional cuando lo necesitaba. Y al tiempo, precisamente ante un combinado como el británico, con firmeza, con dureza, con ese punto sano de agresividad de competición.
Inglaterra no acabó de encontrarse cómoda desde el arranque. No obstante, la fortaleza y propuestas transicionales no dejaban de subrayar su argumentario para la final. De hecho, si bien el esférico y aproximaciones eran de la ‘Roja’, la primera gran ocasión fue de Inglaterra: aprovecharon un desajuste defensivo español para acomodar un pase en ataque desde la banda izquierda a Hemp, que chutó desde el borde del área y mandó el balón al larguero de Cata Coll. Hubo réplica pronto de España, que se proyectó por su carril izquierdo, circuló hacia la derecha donde encontró como rematadora a Alba Redondo, cuyo chut lo repelió Earps.

El partido llegaba a la media hora de juego y el conjunto nacional activó en una acción la carta de la transición rápida para adelantarse en el marcador: recuperación en el pasillo central en la línea medular, Tere Abelleira, que construyó un Mundial propio descomunal, buscó desde la derecha un cambio de orientación, recogió el balón Mariona, que habilitó la entrada por la izquierda de Olga Carmona, quien armó su zurda para batir a Earps de tiro raso y cruzado.
España mantuvo una buena gestión del manejo del balón y de la ocupación del espacio. No acababa de encontrar comodidad Inglaterra. Pese a ello sí que logró hilvanar algunas aproximaciones sobre área rival, pero sin grandes apuros para Cata Coll. El primer tiempo entró en su última fase. La ‘Roja’ ató su forma de plantear el partido. Ya en tiempo de prolongación, Ona dio un pase interior paralelo sobre la posición de Salma Paralluelo y el remate de la aragonesa pegó en la base del poste y el balón acabó fuera.

Una segunda parte para saber sufrir y ser campeonas del Mundo
Reanudado el partido de la final de la Copa Mundial femenina FIFA, Sarina Wiegman planteó cambios de inicio de segundo tiempo. James, jugadora referencial y diferencial, y Kelly entraron en juego sustituyendo a Daly y Russo. Por lo pronto, fiel al plan de partido, España gozó de la primera ocasión cuando Mariona, en diagonal desde la izquierda buscó posición de tiro y armó pierna para tentar sobre la portería de Earps, que sacó la mano para repeler, con apuros, el gol. No obstante, consumidos algunos minutos, quedó meridianamente claro que Inglaterra en efecto había conseguido encontrarse en la final. Hemp tuvo su oportunidad de empatar. La cosa era que el paradigma del negociado había cambiado y España debía recuperar el punto de tensión e incluso de dureza.
Alcanzada la hora de juego, mientras la ‘Roja’ sufría o al menos pasaba más tiempo en sector de campo propio, defendiendo los intentos ingleses por encontrar espacios hacia la portería de Cata Coll, se dio la primera sustitución por España y Oihane entró por Alba Redondo, quedando de lateral derecho y Ona avanzando posición. Se ganaba algo en tareas defensivas para cerrar el carril por dónde podía entrar James. En esas, Aitana enganchó un chut que se fue por poco por encima del larguero. Camino del 65, se chequeó un posible penalti en área inglesa: Tori Penso decretó la mano que hubo. Y Jennifer Hermoso se encargó de lanzar: lo paró Earps.
Pasó la final por el umbral de los últimos veinte minutos de partido. Tensión total. El negociado quedaría ya en manos de la buena gestión, del trabajo por minimizar errores y por el valor de los detalles. Codina cayó lesionada. Entró Ivana Andrés, la capitana. Se ajustaba el equipo. Petición de líneas juntas, de organización, de disciplina. Compactar el bloque. Y cerrar el paso a las británicas. En esas, James armó un buen lanzamiento que obligó a Cata a sacar la mano para despejar. Y un choque fortuito entre Salma y Greenwood obligó a parar unos minutos el partido para atenderla. Se avecinaba un extra largo entre el VAR del penalti y esa intervención. Trece minutos extra. En esa prolongación, una circulación bien gestionada con cambio de orientación de Ivana dio para un ataque con chut de Ona y Earps mandó a córner (intrascendente). Tocaba resistir y sufrir. Lo hizo. Y agarró la estrella.
Ficha técnica:
España: Cata Coll; Ona, Paredes, Codina (Ivana, m.73), Olga Carmona; Tere, Aitana, Hermoso; Alba Redondo (Oihane, m.60), Mariona (Alexia, m.90) y Salma Paralluelo.
Inglaterra: Earps; Carter; Bright, Greenwood; Bronze, Walsh, Stanway, Toone (England, m.87), Daly (Kelly, m.46); Russo (James, m.46) y Hemp.
Goles: 1-0, min.29: Olga Carmona.
Árbitra: Tori Penso (Estados Unidos). Amonestó a Hemp por Inglaterra, y a Salma Paralluelo por España.
Incidencias: Estadio Australia (Sidney). Final de la Copa del Mundo de fútbol femenino FIFA.