La ACFF, Futbolistas ON y UGT acuerdan solicitar de forma conjunta un marco regulatorio que permita el desarrollo y crecimiento del fútbol femenino español
La ACFF ha venido exponiendo en diferentes sesiones de negociación la realidad económica del fútbol femenino, cuyos ingresos actuales dependen en gran medida de subvenciones públicas o aportaciones del equipo principal, y con unos ingresos comerciales muy limitados que imposibilitan el cumplimiento de las condiciones exigidas por el banco social. Durante la celebración de la sexta reunión de la mesa de negociación del convenio colectivo del fútbol femenino, celebrada el pasado día 6 de febrero en la sede de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, las partes han continuado intercambiando los diferentes puntos de vista.
En la situación actual, la ACFF, efectuando un esfuerzo más que razonable, trasladó a los sindicatos el ofrecimiento de un salario mínimo de 14.000 euros anuales, sobre una jornada máxima de 35 horas de trabajo semanales, oferta que fue rechazada por los integrantes del banco social sin perjuicio de seguir con las negociaciones.
En este sentido la ACFF entiende que, en las circunstancias actuales y con las graves consecuencias que se producirían de prosperar el anteproyecto de la Ley del Deporte, es una irresponsabilidad asumir unos compromisos que no se podrían cumplir. El crecimiento que ha experimentado el fútbol femenino desde 2015 es fruto de una apuesta decidida de los clubes, con la ayuda decisiva de Iberdrola, Mediapro y LaLiga, que ha resultado en una evidente mejora de las condiciones y medios a disposición de las futbolistas.
Ante esto, y en paralelo a mantener las negociaciones actuales, la ACFF propuso a los tres sindicatos su apoyo para dar traslado tanto al Consejo Superior de Deportes como a la Real Federación Española de Fútbol de la necesidad de establecer un marco regulatorio que permita a los clubes participantes gestionar la competición y los ingresos comerciales de la misma, como ocurre en la actualidad con otros deportes de carácter no profesional como la LNFS o ASOBAL (cuyo nivel de laboralidad o transcendencia económica es, cuanto menos, igual al existente en el fútbol femenino en España), o en competiciones altamente desarrolladas como las ligas femeninas de Japón, Suecia o EEUU, donde los clubes gestionan la competición y sus recursos comerciales.
Esto permitiría no solo asumir las solicitudes económicas formuladas por los sindicatos, sino mejorar las mismas en un porcentaje muy superior, ofreciendo un salario mínimo de 20.000 euros anuales sobre una jornada máxima de 35 horas semanales.
Modificar el marco regulatorio actual es esencial para el desarrollo del fútbol femenino en España ya que resulta poco entendible que los clubes participantes deban asumir una serie de obligaciones sin tener control alguno sobre los derechos económicos ni sobre la organización de la competición.
Tanto UGT como FUTBOLISTAS ON mostraron su apoyo a dicha iniciativa, entendiendo que supondría grandes mejoras tanto económicas como sociales para las futbolistas, así como para el desarrollo de la competición, por lo que en las próximas fechas las partes darán traslado conjunto de la propuesta al Consejo Superior de Deportes y la Real Federación Española de Fútbol.
La ACFF y sus clubes desean reiterar su firme compromiso con el desarrollo del fútbol femenino español, y muy especialmente con las futbolistas de la mano de las cuales se ha venido trabajando durante muchos años para alcanzar el crecimiento y mejora de sus condiciones que se viene experimentando en los últimos años, apelando al compromiso y responsabilidad del resto de instituciones y actores sociales para poder conseguir la tan ansiada estabilidad y crecimiento económico y laboral del sector.