Ana Pérez concretó su participación en la prueba de gimnasia artística en los próximos Juegos de Río 2016. La andaluza logró en el Preolímpico, celebrado precisamente en la ciudad brasileña, una de las plazas individuales. Pero allí mismo se extendió un barniz de leyenda con la figura de la uzbeka Oksana Chusovitina. Con su especialidad de salto,y en líneas generales un notable concurso completo (52,465 puntos), alcanzó Río en la última oportunidad. El fondo de lo hecho por Chusovitina es tremendamente legendario, pues asistirá a sus séptimos Juegos Olímpicos.
Oksana Chusovitina (Bujará, Uzbekistán, 19/6/1975) participó por primera vez en unos Juegos en Barcelona 1992 con el Equipo Unificado (la actual Rusia) (hasta 1993 compitió con la bandera de la Unión Soviética). Ganó entonces la medalla de oro por equipos. Cuatro años más tarde, acudió a Atlanta 1996 y compitió por Uzbekistán, como también hizo en Sidney 2000 y Atenas 2004. A los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012 realizó sus ejercicios de artística con un cambio de bandera. Lo hizo por Alemania. En la cita asiática logró su segunda medalla olímpica. Una plata individual en su especialidad de salto.
La gimnasta, que en junio cumplirá 41 años, tiene un hijo de 16. En Río, luchará por las medallas o diplomas precisamente con gimnastas de la edad de su hijo. El hecho de que Chusovitina haya competido en los diferentes Juegos con diferentes banderas se debe a las circunstancias geopolíticas cuando el cambio fue del Equipo Unificado a Uzbekistán, pero también a situaciones personales, de ahí su participación por Alemanina, precisamente siendo la génesis su hijo Alisher (1999).
Cuando el niño tenía tres años, le fue diagnosticada una leucemia. En busca del mejor tratamiento, la familia se trasladó a Alemania. Por entonces Chusovitina había aparcado la gimnasia por su maternidad. Se nacionalizó alemana y volvió a la gimnasia artística precisamente para lograr ingresos y hacer frente al tratamiento. En Pekín 2008, logró la medalla de plata para Alemania, con la que volvió a participar por el mismo país en Londres 2012. Antes de aquellos Juegos advirtió que serían últimos.
Última oportunidad
Posteriormente, Chusovitina pasó a ser la entrenadora de la selección de su país natal. En 2013, la Federación Internacional de Gimnasia dio luz verde a un nuevo cambio de nacionalidad para que volviera a representar a Uzbekistán en los Juegos de Río. Y el negociado no era fácil. El primer revés fue que su país no se clasificó para los Mundiales de 2015, que daban la posibilidad de clasificarse para la Juegos. Chusovitina acudió al Mundial de forma indidual a por una medalla en salto y lo procuró con un «produnova». No logró acceder a la final. La última vía pasaba por el Preolímpico, aunque para ello debía preparar el concurso completo. Y decidió que iba a por ello. Sus 52,465 puntos le llevarán a sus séptimos Juegos Olímpicos.
Los técnicos de la selección de gimnasia de la Unión Soviética la alistaron cuando todavía no contaba diez años. Dos después participó en los Mundiales de 1991. En Indianapolis ganó un oro por equipos, además de un oro individual en suelo, más una plata y un bronce. En total, ha logrado once medallas mundiales (tres oros, cuatro platas y los mismos bronces), dos de la Copa del Mundo (un oro y un bronce), cuatro en campeonatos de Europa (dos platas, un oro y otro bronce), cuatro en los campeonatos de Asia (tres platas y un bronce), y siete en los Juegos de Asia (dos oros, tres platas y dos bronces). Obviamente, por encima queda ese oro por equipos en los Juegos de Barcelona y la plata en Pekín 2008.