COMITÉ OLÍMPICO ESPAÑOL
Han pasado ya 100 años desde que la llama olímpica se encendiera por primera vez en unos Juegos Olímpicos de Invierno. Fue, concretamente, en Chamonix, una ciudad francesa que se convirtió en el epicentro del deporte de invierno durante alrededor de 10 días y que acogió a 258 atletas repartidos en nueve deportes distintos.
A lo largo de estos 100 años, estos Juegos no han parado de evolucionar y crecer hasta el punto de que en Pekín, sede de la edición de 2022, participaron 2900 atletas de 91 países diferentes, repartidos en 109 eventos.
Al margen del evidente crecimiento, los Juegos Olímpicos de Invierno han dejado miles de anécdotas y momentos memorables. En el caso de España, participó por primera vez en Berlín 1936 y, desde ese momento, no ha vuelto a faltar a una cita olímpica.
El primer abanderado español de la historia fue Jesús Suarez Valgrande, deportista de esquí de fondo. En total, España ha cosechado cinco medallas olímpicas. La primera llegó en Sapporo 1972. Allí, el deporte español se estrenó a lo grande en un podio olímpico de invierno, ya que Francisco Fernández Ochoa se proclamó campeón en eslalon especial. Hasta la fecha, es la única medalla de oro conseguida por España en estos Juegos.
Después, en Albertville 1992, llegó el bronce de su hermana, Blanca Fernández Ochoa, en esquí alpino. Las otras tres preseas han llegado en las últimas dos competiciones, lo que representa el crecimiento del deporte de invierno en España. Pyeongchang 2018 fue una edición histórica para el deporte nacional, ya que fue la primera vez que se lograron dos medallas en unos mismos Juegos. Regino Hernández, de snowboard, y Javier Fernández, de patinaje artístico, subieron al tercer escalón del podio.
Por último, Queralt Castellet logró la plata en Pekín 2022, también en snowboard.