La karateca española Sandra Sánchez, número uno del mundo en la modalidad de kata, logró la medalla de plata en la Premier League de Tokio, mientras que Damián Quintero, también en kata, y Carlota Fernández, en kumite -55kg, se colgaban el bronce.
La presea plateada para la talaverana, campeona del mundo, llegó de forma inusual y con polémica. Comenzó haciendo su kata en primer lugar con cinturón rojo; realiza Chatanyara Kushanku, mismo kata que desarrolla después la japonesa Kiyou Shimizu, su rival en la final.
Los árbitros puntuaron con 27,68 puntos las dos actuaciones, un empate técnico nada habitual en una final de esta categoría que obligó a que tuviesen que realizar otro kata para poder desempatar. En este segundo kata, Sánchez realizó un Suparinpei que los árbitros consideraron que no merecía superar al Oyadomari no Passai de la nipona.
Mientras, la cántabra Carlota Fernández Ossorio se enfrentó en la modalidad de kumite -55kg a la croata Hasani, a quien logró vencer por un 0-1 que le dio la medalla de bronce.