Mujer y Deporte es una de las oficinas más dinámicas en la vida diaria del Consejo Superior de Deportes. En su momento con Ana Muñoz Merino y ahora bajo la dirección eficaz de Susana Pérez Amor, existen programas de ayuda que incentivan a la mujer a seguir en órbita aunque dén a luz y tengan que cuidar a sus hijos.
Desde hace dos años, se convocan, por un lado una subvención que recompensa la maternidad e impulsa el cuidado de hijos hasta los tres años, y por otro a través del programa Universo Mujer se pone de relieve un salto cualitativo de apoyo al deporte femenino mediante la desgravación fiscal de hasta un 90 por ciento a las empresas que inviertan en el sector del deporte femenino.
Recientemente Ibredrola ha sido la primera gran compañía que a bombo y platillo acaba de anunciar asociar su imagen a la progresión del deporte femenino en España.
Esta nueva vía de apoyo a las mujeres comenzó en 2014 con una suvbención total a la maternidad de 26.600 euros, subió a 57.530 en 2015 —subida de un 216,27 por ciento— y en 2016 han sido de 33.800 euros, con cifra menor de peticiones posiblemente debido a que es año olímpico.
La ayuda por nacimiento es 3.000 euros al año por cada hijo y de 1.100 euros al año para el cuidado de los niños.
En ese contexto, es meritorio si cabe la medalla de oro conquistada por Maialen Chourraut, quien desde el primer tiempo tuvo el afecto y el cariño de la Unidad de Mujer y Deporte, que le ha ayudado con un gesto económico y tener cerca a su cuidadora, Raquel, quien el jueves disfrutó del triunfo de Maialen en Río, junto a la hija de Maialen, Anne, de tres años.
El entusiasmo del deportista
Hay otras deportistas como Marina Alabau o Maider Unda que disfrutan de esta ayuda que convierte a España en un país vanguardista, atento a legislar y proponer al sector privado un plus de ayuda a un deporte femenino, que ya en Londres 2012 dio la voz de aviso, y que en Río 2016 todo indica que va a ser su plataforma de despegue definitiva.
De momento, tres medallas de mujeres. Dos para Mireia, una de Maialen, y una cuarta asegurada con el dobles Nadal/Marc López. Más allá de la legislación, que es clave, aparece luego el entusiasmo, las ganas de estar cerca de las chicas, y en ese sentido, no hay debate.
Las mujeres que trabajan en la oficina de Mujer y Deporte son auténticas profesionales que luchan por echar una mano y ofrecer el máximo nivel de confort a aquellas chicas que prometen y que tras ser madres, cuentan con el respaldo para seguir siendo competitivas. Madres y campeonas. Un desafío, de libro. Una política deportiva que que promueve desde el primer día Miguel Cardenal en su hoja de ruta y que implementa el director general, Oscar Graefenhain.