NATACIÓN – AGUAS ABIERTAS | CAMPEONATOS DE EUROPA DE ROMA 2022
María de Valdés se adjudicó la medalla de plata en los 5 kilómetros en aguas abiertas de los campeonatos de Europa Roma 2022. En una carrera para la historia, dominando tres vueltas hasta la última boya, solo la holandesa Sharon van Rouwendaal pudo con ella con la malagueña, que fue un torbellino que pudo con el oleaje de Ostia. Tras la subcampeona de Europa, completando el podio de Ostia 2022, llegó Gabrielleschi.
«Estoy supercontenta con esta medalla. Ha sido muy difícil porque el nivel era muy alto pero ha sido la recompensa de toda la temporada. Quería darlo todo desde el principio y saliera lo que saliera, que para eso he estado entrenando muy fuerte. Dedico esta medalla a mi entrenador, Jesús de la Fuente, a mi familia, a mi psicóloga y a toda la gente que me rodea en lo bueno y en lo malo. Quería entrar bien en la última recta donde se iba a decidir todo. Es verdad que me he desviado un poco porque no veía bien la última recta, pero he luchado hasta el final», explicó en declaraciones al servicio de comunicación de la RFEN.
María de Valdés avisó en Budapest y este sábado la sufrieron van Rouwendaal, Gabrierlleschi, Beck, Muller… las grandes europeas que tuvieron que abrir hueco en el podio a María de Valdés, otra grande.
Mará dominó toda la carrera y, a la salida de la última boya -a 232 metros de la gloria-, se escoró un tanto a la derecha. Perdió el control visual de la carrera, nada, unas décimas de segundo. A este nivel, es el oro, porque iba directa hacia el título. La holandesa, atenta como nadie, pegó el zarpazo, pero la italiana no pudo alcanzar a la española. Este año es mucho María, que se ha bañado en plata y ni las olas le han impedido hacer historia desde Berlín 14, último podio de Mireia en 5 km contrarreloj en un lago como un plato. Allí también estaba Sharon, que saludó a María en zona mixta -y no es muy de eso- en un gesto de respeto entre colosas.
Por su parte, la júnior Ángela Martínez, fue 16ª en una carrera muy dura, precisamente por el ritmo que imprimió su compañera María, imparable en las aguas del Lido di Ostia.