NATACIÓN | ENTREVISTA
Dejar atrás 2024 y poner el foco en 2025 en el plano deportivo. Mireia Belmonte (Badalona, 10/11/1990) sigue entrenando, buscando sensaciones positivas, procurando reencontrarse tras una etapa golpeada por las lesiones (el hombro le llevó de cabeza), que le impidieron mantenerse en la acostumbrada senda del éxito, que la refrenda como una de las leyendas del deporte español. La nadadora cerró, ya sin beca, su paso por el CAR de Sant Cugat. Regresó al ambiente de club; hoy entrena CN Barcelona. Mireia se siente a gusto allí, bien acogida por sus compañeros y entrenadores.
Adapta todo a su vida personal. Diferentes rutinas, ajustes, cambios, pero celebra que los problemas en el hombro fueron quedando atrás, pudiendo entrenar mucho más que en el año anterior. Mireia Belmonte atendió a Visibilitas.com en la XIX Gala del Comité Olímpico Español, que se celebró al tiempo que en Budapest estaba en pleno desarrollo el Mundial de piscina corta, donde la canadiense Summer McIntosh fijaba los nuevos récords mundiales, primero en 200 mariposa, y luego en el 400 estilos, que ostentaba hasta la fecha la española.
«Ha sido un año difícil en lo deportivo, pero personalmente he crecido mucho. He tenido muchos obstáculos en el camino, pero me han hecho una persona más fuerte y con mucha más confianza», subrayó la nadadora de Badalona a este periódico.
La trayectoria de Mireia Belmonte es brillante. Con cuatro Juegos Olímpicos en su haber desde Pekín 2008; luego con sendas platas (en 800 libre y 200 mariposa) en Londres 2012; posteriormente con aquel inolvidable oro en 200 mariposa en Río 2016, donde también firmó un bronce en el 400 estilos; y finalmente con los de Tokio 2020, desarrollados en 2021 por el aplazamiento por la pandemia, en los que fue abanderada junto a Saúl Craviotto e hizo un cuarto y diploma en 400 estilos. Entre Mundiales y Eurpeos en piscina de 50 y en piscina corta, la deportista española amasa más de cuarenta medallas más en oro, plata y bronce además de las preseas olímpicas.
Por el momento, no hace balance al respecto y centra el foco en entrenar y competir cuanto antes: «Siempre intento ser mejor y da igual lo que haya hecho antes. Para mi la constancia, las ganas de mejorar, el hecho de levantarse y seguir adelante es muy importante para pulir cualquier cuestión técnica o cualquier aspecto a mejorar, intentando siempre entrenar más. Me centro todavía en todo ese día a día, en el proceso. Obviamente, he disfrutado cada medalla o he aprendido de cada una. Cuando llegue el momento de dejarlo seguramente haga un balance de esas medallas, echar la vista atrás y hacer ese balance».
En el proceso está el caldo de cultivo del aprendizaje: «El deporte te da cosas buenas y otras no tanto, pero el balance del proceso es que ganan las buenas, que te ayudan a sacrificarte, a luchar por lo que quieres, a ganar confianza, a ser constante».
Salvo que las lesiones graves obliguen al deportista a una despedida no decidida por uno mismo, el protagonismo y la decisión última es única y exclusiva de ser elegida cuando cada cual considere. Mireia Belmonte lo tiene claro y apunta a un seguir compitiendo en 2025 y con retos por delante: «Ir al Mundial de Singapur de piscina de 50 metros sería un premio, un regalo, y un objetivo principal. Buscaré la mínima para estar en esos campeonatos del Mundo».