El dúo de sincronizada entra en la final como quintas y tendrán que exprimir su número para alcanzar el podio
Ona Carbonell y Gemma Mengual deberán llevar su nivel de expresividad a máximos incluso desconocidos por ellas. Raza para ello tienen. Y no cabe duda de que lo harán. Y tendrán que ejecutar a la perfección su baile al ritmo del Concierto de Aranjuez. Se clasificaron en quinta posición, bajando este lunes en la técnica un puesto respecto al domingo que la rutina libre, para la final de dúo libre de natación sincronizada en estos Juegos Olímpicos.
Y en esta disciplina presumiblemente ya son de oro las rusas Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina. Embelesan las vigentes campeonas olímpicas, mundiales y europeas con una sincronía y elegancia profundas. Y las chinas Xuechen Huang y Wenyan Sun, salvo sorpresa, se sienten de plata.
La pelea en el agua que tiene el dueto español, cautivando profundamente los sentidos del jurado, es por el bronce en estos Juegos. Y ese metal se lo disputan con las japonesas Yukiko Inui y Risako Mitsui y las ucranianas Lolita Ananasova y Anna Voloshyna. Estos dos dúo tienen una ligera ventaja, pero habrá que nadar, bailar y remar.
Después de presentar un número como un canto al mar con música de Toni Mir —El agua en todas sus formas—, Carbonell y Mengual acudirán de nuevo a la pasión flamenca, a la fuerza gitana. Confiesan que les encanta esa conjugación para transmitir y expresar. Y la mezcla con el tema de Joaquín Rodrigo y la interpretación de Paco de Lucía ayuda y mucho a ello.
Las nadadoras, de 26 y 39 años respectivamente, que de sobra saben lo que es luchar y ganar medallas olímpicas, deberán exprimir sus sentimientos, estrujarlos para trasladarlos al jurado y remontar esa puntuación que al menos les lleve hacia el bronce. La final se desarrollará este martes (21:00 horas en España) en el centro acuático María Lenk.

Las nadadoras catalanas recibieron una puntuación de 92.5024 en el técnico de este lunes. Aceptaba la nota con «resignación» Mengual, aunque entiende que la nota japonesa estaba inflada. La recomendación de sus entrenadoras es que se abstraigan de los jueces y se centren en su ejercicio, en lo que esté en sus manos y en su baile. La seleccionadora nacional de natación sincronizada, Esther Jaumà, defendió tras el dúo técnico que «a ellas les apasiona, les encanta y creo que esto les va a dar más ganas de salir a luchar y a intentar defender la posibilidad de esta medalla».
La puntuación de la técnica, que cuenta un 50% para la nota de este martes en la final, se agregó a la preliminar libre del domingo con 93.7667, que sí les dio para el cuarto puesto. Suman 186.2691. Rusia es primera destacada con 194.5244, China es segunda (191.4355), Japón es tercera (187.5214) y Ucrania ocupa la cuarta posición (186.6691). Por estas puntuaciones, tendrán que remar en la clasificación río arriba.
«Cuando hay competición todo debería pasar, si no qué deporte más triste. Ellas tienen que salir mañana pensando en el objetivo por el que han trabajado todo el año, que es estar en el podio», comentó la directora técnica del equipo español, Ana Montero.
«Hay que hacer llorar a la gente», advirtió Carbonell de cara a la final. Mucho trabajo hecho y tiempo invertido en el último ciclo olímpico para pensar que el podio ya está hecho. Carbonell y Mengual son puramente competitivas en esa sincronizada en la que buscan innovar y expresar al máximo. Lo dicho, tendrán que rasgarse los adentros con la pasión flamenca y el Concierto de Aranjuez para conseguir lo posible: lograr la medalla olímpica.
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