OPINIÓN | ANÁLISIS
A falta de tres jornadas para que concluya la temporada 2023-2024 de la Primera División Femenina de fútbol, la central del Real Madrid Ivana Andrés registra números notabilísimos en las diversas competiciones en las que el equipo madrileño ha competido (Liga, Supercopa y UEFA Women’s Champions League). Y esas cifras quedan refrendadas además por algo también de enorme peso en el deporte de élite, vital de hecho en las etapas clave de cada temporada, como son las sensaciones que proyecta en cada uno de los partidos. Y en este sentido el trabajo aportado por la capitana del Real Madrid también presenta grandes avales tanto en el momento con balón como sin balón en términos de trabajo individual y dentro del colectivo.
Lo incomprensible, sin embargo, es que pese a ello la capitana de la selección española de fútbol, que alzó la primera Copa del Mundo para España en la historia en el verano de 2023, ya no ha tenido protagonismo en las convocatorias de Montse Tomé. En la última lista de la seleccionadora, para los duelos de clasificación para la Eurocopa, que se disputarán ante Dinamarca los días 31 de mayo y 4 de junio en Vejle y Santa Cruz de Tenerife, ha vuelto a quedarse fuera. Si la decisión y cuestión es puramente deportiva, es difícil de comprender. Todavía más grave es el asunto si, como parece y nada lo remedia, se queda fuera de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Ivana Andrés, de 29 años, se encuentra en una etapa clave en la madurez de una deportista de élite. Por lo pronto, esto ya es un aspecto de rango, precisamente de eso, de la experiencia necesaria en acontecimientos futbolísticos mayúsculos como para que tenga un peso específico en un vestuario en la línea de lo que significa sumar, de construir, de aportar, de saber competir y analizar los momentos.
En su trayectoria ha estado presente con España en todos los Mundiales que ha disputado la absoluta desde 2015 hasta la última conquista (Canadá 2015, Francia 2019 y Australia-Nueva Zelanda 2023), así como el caso del Europeo de 2022, sin embargo se perdió el de la edición de 2017, pues sufrió una lesión de clavícula en San Sebastián de los Reyes ante el Athletic en la Copa de la Reina. A todo ello, podría relatarse su presencia con la selección española desde categorías inferiores en campeonatos del Mundo y de Europa, colgándose medallas. Ni qué decir tiene el hecho de que la que fuera jugadora del Valencia, del Levante y, actualmente, del Real Madrid haya sido siempre capitana en sus respectivos equipos. Por algo será.
Vayamos a los números. Lo dicho, a falta todavía de tres jornadas para que concluya la presente liga, Ivana Andrés ha disputado 31 partidos con un acumulado de 2.670 minutos (ambos datos aún se incrementarán), registrando dos goles y una asistencia. Si concretamos en los últimos seis meses, los más cercanos al momento actual, los más próximos al final de la competición y la llegada de la convocatoria rumbo a París, ha disputado 25 encuentros. ¿Cómo se distribuyen esos partidos con el Real Madrid, que no con la selección, este curso? 23 de liga (en 21 ocasiones ha disputado los 90 minutos) de 27 disputados, 6 de UEFA Women’s Champions League más uno de la fase previa de la competición continental, y uno de la Supercopa de España. Con la selección española, tras la conquista del Mundial en agosto de 2023 y alzar como capitana el trofeo del Mundial, ya solo entró en dos convocatorias, la última en diciembre de 2023 correspondientes a la Nations League ante Suecia e Italia. Por cierto, sin estar en la lista para la Final Four de esa misma competición, Ivana estuvo en Sevilla apoyando a sus compañeras como una más. Desde entonces, precisamente mostrándose con una mayor densidad de partidos y de cifras que la avalan, subrayando además esos últimos seis meses, se hizo la nada para Ivana con España. Desde el punto de vista técnico-deportivo cuanto menos es llamativo o raro.
La defensa valenciana siguió estando a un altísimo nivel en el terreno de lo emocional, en lo que se refiere a las sensaciones, en eso que también pesa en un campo de fútbol con gran importancia. Ivana Andrés es de esas pocas futbolistas de retaguardia que entiende el juego en todos los sentidos y especialmente en cuanto al progreso con balón, a romper líneas, a transitar con capacidad para mantener el balón, mostrando siempre la suficiente frialdad como para no tener ‘miedo’ a la posesión del esférico en su posición. Es decir, de las pocas que tiene una habilidad especial para sacar el balón desde atrás —como se podría decir en una tertulia de bar—. Nos quedamos con el perfil técnico-táctico. Al tiempo, es jugadora rápida, con carácter, líder, que controla los momentos de presión, perseverante y competitiva. Con todo ello ¿es una futbolista top y con avales técnico-tácticos como para estar en la selección española que acuda a los próximos Juegos Olímpicos de París? Pues parece que la trayectoria y perfil la sostienen y la avalan perfectamente. No se entiende, por tanto, que las prestaciones técnico-tácticas de la futbolista no sean de peso como para regresar con la selección.