La selección española de fútbol sala para sordos conquistó las Sordoolimpiadas y mira al Mundial
FÚTBOL SALA |
Erzurum Turquía es el escenario de una noche que es parte de los recuerdos inolvidables en la memoria de las jugadoras de la selección española de fútbol sala para sordos. Con un marcador de 5-2, el equipo español consigue una victoria decisiva sobre Brasil, consagrándose campeonas de las Sordoolimpiadas. Los goles de Candela, Estrella y Pilar son determinantes para que las españolas alcancen lo más alto del podio, demostrando una vez más su enorme talento y determinación. Esta victoria no solo les permite alzarse con el título de campeonas, sino que también les otorga el ansiado pase al Mundial de Fútbol Sala para Sordos en Italia.
Una de las protagonistas de aquel día es Pilar Ferrer Pérez, capitana de la selección y actual jugadora del club valenciano Santa Ana, que participa en la tercera división. A pesar de su discapacidad auditiva bilateral, ha logrado forjar una carrera llena de éxitos en el deporte. Con una larga trayectoria que comienza como gimnasta olímpica y continúa en el fútbol 11, donde forma parte de canteras importantes como las del Levante y el Chelsea, Pilar decide dedicarse por completo al fútbol sala.
A lo largo de los años, se convierte en un referente, destacándose en un ámbito que no siempre ofrece las mismas oportunidades: «He enfrentado muchos desafíos debido a mi discapacidad auditiva, ya que soy sorda de ambos oídos. Eso me exige mucho más esfuerzo que a una persona oyente. Por ejemplo, cuando alguien te dice ‘pásala’ desde atrás, ellos tienen una ventaja al poder escuchar esas indicaciones, mientras que yo no puedo. A lo largo de mi carrera, he tenido que luchar más que otros, y también me he encontrado con entrenadores que no confiaban en mí, que me decían que no llegaría lejos. Sin embargo, a pesar de esos obstáculos, he logrado llegar muy lejos. Hoy en día, estoy en tercera división, formo parte de la selección española y tengo una medalla olímpica. Además, he sido tercera de Europa, subcampeona de Europa y he conseguido otros grandes logros».
La selección femenina de fútbol sala para sordos se caracteriza por una unión inquebrantable, donde cada jugadora se siente parte de una gran familia. A pesar de los obstáculos y los momentos difíciles, mantienen un espíritu de compañerismo y apoyo constante: «Nosotras somos una verdadera familia, unas auténticas ‘espartanas’. Cuando enfrentamos baches o cualquier adversidad, siempre estamos súper unidas. Si alguna comete un error en el campo, la animamos, la apoyamos. Eso es lo que nos hace fuertes: esa conexión y el compromiso de apoyarnos siempre, tanto dentro como fuera del campo».

El fútbol es para Pilar mucho más que un simple deporte; es una vía de escape, un espacio donde encuentra consuelo y fuerza para seguir adelante, siendo su refugio para superar los momentos difíciles y una forma de liberarse emocionalmente. “El fútbol es como ir al psicólogo, es mi medicina para los peores momentos. Cuando me siento mal, me ayuda en cualquier situación.” Sin embargo, fuera del campo, Pilar se define no solo por su pasión por el fútbol, sino también por sus intereses y metas personales. Además de su dedicación al deporte, su vida gira en torno a una serie de pasiones que le dan equilibrio y propósito. Su amor por los animales es uno de sus pilares, y su compromiso con la educación y el desarrollo profesional también ocupa un lugar fundamental. Como ella misma comparte: «Aparte del fútbol, que es mi gran pasión, me encantan los animales. Además, estoy estudiando un máster para ser profesora de Educación Física y ya tengo mi carrera en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Aunque el tiempo me aprieta, trato de aprovechar los ratos libres para disfrutar con mis amigas y mi pareja, aunque hoy en día el tiempo libre es bastante limitado.»
Camino al Mundial de Italia 2025
El equipo tiene un gran reto: el Mundial. Para la selección, es un momento que esperan con ansias y, para Pilar, como capitana, tiene claro que la responsabilidad y la emoción de representar a España en un evento de tal magnitud la llenan de ilusión y fuerza. “Estamos motivadas. Estamos entrenando muy duro para estar al nivel que necesitamos y poder representar a España de la mejor manera posible.” En un evento de esta magnitud, Pilar y su equipo tienen claros los rivales a los que se enfrentan y los equipos más fuertes que asistirán a la competencia. Japón, Brasil, Alemania e Inglaterra son algunos de los equipos que tienen en mente y que desean superar. Pero no hay nada que estas chicas no puedan lograr. “Será un gran desafío, pero no tenemos miedo, sé que lo podremos lograr.”

A pesar de la motivación, la falta de recursos y apoyo institucional es una de las grandes barreras que enfrenta la selección española de fútbol sala para sordos. El seleccionador del equipo, Israel Sánchez, señala que uno de los principales problemas radica en la falta de vinculación de su federación con la selección española de oyentes, algo que sí ocurre con otros países como Inglaterra. «Si estuviéramos vinculados con la selección española de oyentes, como está la selección de Inglaterra, no tendríamos ningún problema económico. Cabe señalar que ya hubo un mundial celebrado en Brasil en donde las jugadoras no pudieron participar por problemas económicos, un hecho que según Pilar, no puede volver a suceder.
Aunque la situación económica sigue siendo una preocupación constante, tanto Pilar como Israel resaltan el esfuerzo que están haciendo para superar los obstáculos. Sus voces siguen alzándose con la esperanza de llegar a un acuerdo con la selección de fútbol sala de oyentes, con la esperanza de contar, al menos, con el equipamiento necesario. Lo que piden es sencillo, pero significativo: poder representar a España con orgullo, con la ropa de la selección, sin necesidad de solicitar grandes ayudas. La cifra que necesitan para poder asistir al Mundial es de aproximadamente 30.000 a 35.000 euros. “Lo que pedimos es algo simbólico, que nos dejen la ropa, nada más. Pero la verdad es que el dinero que necesitamos es muy poco comparado con lo que otros deportes y deportistas reciben”, explica Israel.

El panorama del deporte inclusivo en España sigue siendo complejo y lleno de obstáculos.»Lo veo mal», afirma la capitana . La falta de apoyo institucional y la escasa visibilidad del deporte para personas con discapacidad, en particular el fútbol sala para sordos, hacen que el camino sea aún más difícil. «Nos estamos moviendo a nivel individual, buscando apoyo, pero muchas veces nos encontramos con puertas cerradas. Nadie da el paso para ayudarnos». El desafío no es solo económico, sino también de visibilidad y acceso. Pilar pone como ejemplo el fútbol sala femenino en general, que enfrenta problemas similares: «Es cierto que en los partidos de Primera División de fútbol sala femenino, a veces hay solo cien personas en el campo. Y esto no es porque no haya interés, sino porque no está bien promocionado. Los partidos, a veces, los ponen en horarios imposibles, como a las diez de la mañana en Teledeporte, cuando muchas personas no pueden verlos.» para Israel, este es un claro reflejo de la falta de prioridad que se le da al deporte femenino y, en su caso, al deporte inclusivo. Es necesario que exista esa visibilidad y que se genere ese conocimiento y compresión sobre el esfuerzo extra que conlleva practicar deportes para personas con discapacidad. «Lo que más nos frustra es que no nos conocen, no saben lo que hacemos. Las jugadoras con discapacidad tienen que hacer el triple de esfuerzo que una persona sin discapacidad», explica. Para Pilar, esa falta de visibilidad es el mayor obstáculo para lograr una mayor aceptación y apoyo.
La profunda unión del equipo es uno de los pilares más destacados de la Selección, quienes a pesar de las dificultades, han logrado crear un vestuario sólido y comprometido, algo que segun Israel, es muy difícil de encontrar. Esta unión es la que impulsa a cada una de las jugadoras a seguir luchando, incluso en condiciones adversas. Ahora, la selección se enfrenta al reto de consolidarse en Italia. Su objetivo es claro: llegar al Mundial, competir y demostrar que se lo han ganado.
