La realidad es que tras los JJOO de Atenas 2004 la vela fue de mal en peor con índices de popularidad cada vez más desastrosos
OPINIÓN
La 34 America’s Cup celebrada en la ciudad de San Francisco durante el 2013 fue el momento en el que los foils asaltaron nuestras vidas de forma real. En menos de diez años le han dado un vuelco al deporte de la vela y como en todo, existen defensores y detractores a lo que se sale de la norma. Para mí, los foils le han venido a este deporte como caídos del cielo.
La realidad es que tras los JJOO de Atenas 2004 la vela fue de mal en peor con índices de popularidad cada vez más desastrosos, sufriendo grandes problemas para conseguir que los deportistas juveniles siguieran navegando tras su paso por la vela infantil. Los foils han vuelto a seducir a una prensa que veía la vela como algo infumable, convirtiéndose en una nueva palanca para el marketing y por tanto para la captación de patrocinadores, volviendo a cautivar a los jóvenes regatistas que han visto como han ido apareciendo nuevas clases donde seguir disfrutando mientras navegan como son la Formula Kite, el Nara 17 Foil, el iQfoil o el Wingfoil.
Es verdad que con la aparición de los foils la forma de navegar ha cambiado perdiendo importancia la táctica y los roles en favor de la velocidad. Ahora, cualquier barco sin foils lo podemos incluir en la categoría de <> por mucho que nos pese, y clases olímpicas como el 470, Ilca o 49er tienen los ciclos contados. Si pensamos en los cruceros, el próximo gran evento que nos encontramos es la salida de la vuelta al mundo a vela desde Alicante, donde la clase VO65, monotipo único de esta regata oceánica, se ha encontrado de frente con los nuevos Imoca 60 con foils. The Ocean Race se encuentra ante un cambio de ciclo y los foils son la piedra angular del proyecto en estos momentos por lo que seguro que será la última vez que veremos a los VO65 en esta competición.
La misma America’s Cup abrió una nueva era en el mundo de las regatas a vela a partir de su décimo cuarta edición, destronando ellos mismos a su histórico monotipo de la clase IACC en favor de los AC72 y AC50, catamaranes con foils y el AC75, el actual monocasco con foils con el que se disputará la jarra de las cien guineas en Barcelona.
La brecha entre los eventos de barcos con o sin foil cada vez es más grande. Hasta el 2020, el circuito de vela número uno a nivel mundial eran las TP52 Super Series pero el nacimiento de las Sail GP con los antiguos catamaranes con foil de America’s Cup han hecho que hayan conseguido dar el sorpaso intentando poner en jaque a la mismísima America’s Cup.