Los vientos alisios de hemisferio sur del océano Pacifico se encuentra a 1.450 millas más al norte. Continuas maniobras a baja velocidad para no estar parados, realizando bordos cortos
VELA OCEANICA
Lo más difícil para Alex Pella y Romain Pilliard en su intento de establecer un récord vuelta al mundo a vela dirección oeste. Bordear cabo Hornos desde cabo isla de los Estados (océano Atlántico) hasta la de Stewart (océano Pacifico) navegando unas 280 millas esta siendo mucho más complicado de lo que esperaban estos dos marinos a bordo del «Use It Again».
Las condiciones meteorológicas son adversas, con fuertes viento de proa, una mar embravecida y fuertes corrientes; a lo que se le ha sumado las continuas pequeñas averías a bordo del trimarán, un goteo continuo como así informan los navegantes.
El paso por cabo Hornos se produjo a las 12 horas 55 minutos de este jueves 3 de febrero después de treinta jornadas desde que zarparon de Lorient el pasado 4 de enero de 2022.
Para el marino español Alex Pella es un hito más en su carrera profesional oceánica: “Hola a todos. Pese a bastantes dificultades, porque costó mucho llegar hasta la roca, el otro día doblamos por fin el Cabo de Hornos. ¡Un punto emblemático! Realmente un trozo de roca con mucha alma, con muchísima historia y en un sitio espectacular. Saludos, Ax”. El cual ya suma cuatro cruces por este punto geográfico meridional sudamericano, mientras que para Pilliard es la primera ocasión.
Pella no ha perdido la oportunidad para saludar al farero de Hornos, momento que navegaban con tres rizos en la vela mayor y un tormentín a proa ciñendo contra un viento de treinta nudos de intensidad. Vía radio ha mantenido una corta conversación, al igual que hizo hace cuatro años cuando cruzaba hacia el este a bordo del Ultim «Idec Sport» con tripulación liderada por Francis Joyon en el que batieron el récord Jules Verne tras 40 días.
La bahía de Cook se sitúa en el extremo occidental del canal de Beagle, lugar que fue descubierto por el marino británico cuando recaló el 17 de diciembre de 1774 con el HMS Resolution durante su segundo viaje. La entrada a este brazo de mar por el sur se ubica entre la isla de Londonderry a poniente y las islas de Hoste, Whittlebury y Hamond por levante. Lugar con unas 12 millas de largo, una boca de aproximadamente 8 millas, con aguas profundas y limpio. Donde además desembocan los canales de Beagle, Barros Merino y el de Thomson.
Para Pella y Pilliard es una situación complicada, por un lado, están esperando que las condiciones meteorológicas les sean favorables para dirigirse al norte a por los vientos alisios del océano Pacifico en el hemisferio sur, y el tener que estar haciendo pequeños bordos en el interior de la bahía con el «Use It Again».
Maniobrar un multicasco de 23 metros de eslora y 16 metros de manga entre dos no es tarea fácil cuando la tripulación lleva 30 de días de navegación, el frio es intenso y la cabullería está casi congelada. Tienen que acuartelar el trimarán para virar por proa, largar y cazar las burdas del mástil, cambiar la vela mayor de banda, largar la contra escota de la vela de proa y cazar la escota correspondiente, etc. una secuencia de maniobras encadenadas para completar una virada en la que el «Use It Again» vuelve a arrancar lentamente; tampoco quieren que navegue rápido porque en hora y media tendrán que volver a repetir la coreografía, y así todas las veces que sea necesario hasta que puedan salir de este refugio hacia el norte.
El centro de la alta presión que les permitiría navegar en unas condiciones favorables se encuentra a 1.400 millas al noroeste del «Use It Again», para lo cual tendrán que remontar las costas de Chile hacia el norte sobre una distancia de 800 millas hasta toparse con vientos del suroeste que les permitiría entrar en los vientos alisios para navegar hacia el oeste apuntando al estrecho de Torres de unas 0 millas de ancho situado entre la costa norte de Australia y el sur de Nueva Guinea.
El esfuerzo de Pella a bordo del «Use It Again» es meritorio a más no poder, él mismo estuvo intentando poner en marcha un proyecto español vuelta al mundo a vela sobre la ruta de Magallanes para conmemorar el 500 aniversario, pero nunca consiguió el respaldo económico ni político. Una vez más el dinero destinado desde el Ministerio de Cultura y Deporte ha ido a parar a no se sabe dónde, ni entidad; por ejemplo, la expedición Amigos de los Grandes Navegantes y Exploradores Españoles (AGNYEE) que sitúa a su velero Pros el 10 de noviembre de 2021 al oeste de las islas Galápagos, el patrocinio al Spain SailGp Team, el Grand Large Yachting World Odyssey 500 (otros que van de vacaciones) o el campeonato del mundo de 6mR a celebrar este año en Sangenjo, etc., más de lo mismo del estilo español: cervecita, pasearse por el pantalán en pantalón corto, contar batallas de una regata que no ha durado más de una hora o tumbarse en la playa.