El quinto puesto logrado en el Campeonato del Mundo de Lanzarote, a un paso de las medallas tras caer en cuartos de final, confirma a la andaluza como la gran baza española en la clase iQFoil para la cita olímpica de París
VELA OLIMPICA
Pilar Lamadrid (Ellas son de aquí / Livinda / Puerto Sherry) sigue superando etapas en su cuenta atrás particular hacia el Olimpo en forma de medalla en los Juegos de París. Después de certificar la plaza olímpica para España en la clase iQFoil femenina en el Campeonato del Mundo del pasado año, hace unos días daba el siguiente paso hacia la cita gala del próximo verano con el quinto puesto logrado en el Mundial que concluía en aguas de Lanzarote.
Este resultado, el mismo que ya ocupara en 2022 y sólo un puesto por detrás de la cuarta posición del año 2021, cuando presentaba por primera vez sus credenciales como aspirante a todo en la flota internacional de la nueva modalidad olímpica del windsurf, le permiten personalizar prácticamente el billete para los Juegos. Eso sí, la sevillana afincada en la localidad gaditana El Puerto de Santa María deberá esperar al Trofeo Princesa Sofía de Palma de Mallorca, programado a principios del mes de abril enmarcado en las World Cup Series, para que la Real Federación Española de Vela (RFEV) certifique su plaza en detrimento de la otra aspirante patria, la arubeña nacionalizada Nicole van der Velden, decimonovena en el pasado Mundial y vigésima en 2022.
Analizando lo ocurrido en aguas canarias hace unos días, donde la regatista del Club Náutico Puerto Sherry concluía en posiciones de podio la primera y segunda fases, accediendo con la plata provisional a la Medal Series, donde se despedía de los puestos de honor en los cuartos de final, por tercera vez en este ciclo olímpico, sólo encuentra motivos para ser optimista: «Terminamos este Mundial con un quinto puesto un poquito agridulce, pero lo mejor es que estuvimos toda la semana en posiciones de podio. En este sentido, creo que es la primera regata internacional importante en la que en la que consigo no bajarme de los puestos de medalla hasta el último momento», apunta Pilar Lamadrid.
Tras examinar desde la distancia, temporal y física, lo sucedido en Marina Rubicón, la campeona de España de la clase iQFoil muestra su faceta más práctica después de quedarse nuevamente a las puertas de la final en un Campeonato del Mundo. «En la semifinal tuve una muy buena salida y estaba liderando la manga, en la que las dos primeras se aseguraban medalla, pero una duda en el momento clave me hizo quedarme un poco atrás, a los que luego se sumó que pillé inesperadamente un plástico justo en la toma de la puerta y me quedé sin volar, y ahí ya sin opciones de poder pasar a la final».
Repasando los acontecimientos, la progresión sigue el proceso esperado. «A pesar de todo, y el mal rato que pasé en el momento, la verdad es que estoy bastante contenta con la semana de competición. Creo que hemos dado un paso importante en el proceso de recuperación todavía de la temporada pasada, en la que acusé al final problemas físicos y, aunque no lo parezca, quedan ahí algunos resquicios de confianza que hay que terminar de afianzar».
Pilar Lamadrid, exnúmero 1 mundial del ranking World Sailing, en el que ahora ocupa la novena posición tras la última actualización, muestra su cara más ambiciosa en estos días de reseteo previos al asalto definitivo de cara a los Juegos Olímpicos. «Nos vamos con un montón de deberes hechos, un montón más de deberes por hacer y con muchas ganas de darlo absolutamente todo, porque creo que tenemos más cerca que nunca ese gran resultado internacional que me falta y colgarme una medalla. Es un pasito más, es decir, estamos cada vez más cerca y creo que todo esto forma parte del proceso para llegar a la mejor versión de Pilar Lamadrid… en los Juegos. Y tenemos unos meses por delante hasta entonces, así que de lujo», concluye la windsurfista andaluza, con la mente puesta ya en Palma, llave hacia París.
