Los regatistas rusos se quedarán en la playa castigados por una injusta decisión
OPINIÓN
Muy polémica la decisión mundial de dejar fuera de todas las competiciones a los deportistas rusos por la invasión de Rusia a Ucrania perpetrada por Vladimír Putin en su afán de volver a crear otra URSS.
En lo que se refiere a la vela, estaríamos hablando de deportistas jóvenes, que lo más seguro es que ni se hayan enterado que su gobierno comunista ha provocado una guerra sin ninguna justificación, además de estar masacrando a civiles traspasando el umbral del holocausto con el lanzamiento de misiles indiscriminadamente contra la población civil.
Hasta hace pocos días, los niños de la clase Optimist, que tienen entre 12 y 16 años, han podido salir a navegar porque las organizaciones de la regatas, conscientes de la injusticia en la que se iba a incurrir, les camuflaron quitándoles su bandera de la inscripción y poniéndoles a competir bajo la protección de una coalición.
Hay muchos regatistas de vela ligera y vela olímpica que se han tenido que quedar en tierra viendo como sus compañeros navegaban en las competiciones. El Gobierno de España dio la orden al Consejo Superior de Deportes y al Comité Olímpico Español de que ningún ruso pueda competir en España y claro, la Federación Española de Vela, con una sumisión impresionante lo ha tomado al pie de la letra y no ha movido ni un solo dedo por defender una posición un poco más justa. Vamos, que no han hecho ni intención, tanto que en el Trofeo Princesa Sofía no habrá ningún equipo ruso navegando en la bahía de Palma.
¿Es justo? Si el sátrapa comunista Putin respetó la «tregua olímpica» no invadiendo Ucrania mientras se celebraban los Juegos Olímpicos de Invierno, no sé si es pasarse tres pueblos prohibir regatear a unos deportistas que nada tienen que ver con sus políticos, y que incluso llevan fuera de su país desde antes del comienzo de la invasión. Era muy fácil haberlos inscrito de tal manera que no defendieran los colores rusos y lo hicieran bajo la bandera del Comité Olímpico Internacional, tal y como se ha hecho en otras sanciones deportivas.
Otra cosa muy distinta es impedir que el amigo de Putin, Vladimir Liubomirov, armador del TP 52 Bonenosec Gazprom, pueda pasearse por los campos de regatas de Europa y en especial de España a los mandos de su barco y luciendo la bandera rusa en su vela. Es evidente que el magnate ruso que navega en las 52 Súper Series apoya las decisiones de Putin, por lo que la sanción estaría justificada, así como el embargo de los barcos de su equipo, que están todos en España.
Cuando Estados Unidos invadieron Irak o Afganistán no vi yo que los deportistas americanos fueran sancionados con la exclusión de las regatas. El caso es que jóvenes rusos, que igual no tienen nada que ver con esta invasión sangrienta perpetrada por el gobernante comunista europeo, están siendo apartados de la libre elección de estar a favor o en contra de la política de su país.