La Federación Canaria de Vela colabora con la Federación cubana: dos deportistas de la isla caribeña realizan un periodo de entrenamiento en Gran Canaria
VELA OLIMPICA
“Fue casual, mandé un mensaje a la Federación Canaria de Vela: ‘Somos de Cuba y nos gustaría estrechar lazos’ y automáticamente me respondió”.
Así explica Eduardo Rodríguez, presidente de la Federación Cubana de Vela, cómo se gestó la colaboración que permite que hoy Sanlay Castro, campeona nacional, y Laura Cruz, la juvenil con mayor proyección, pasen una estancia de entrenamiento en el Centro de Vela Manolo Pazo Díaz – CETDV, en Las Palmas de Gran Canaria.
Este mes de febrero comenzó la aventura canaria de estas dos regatistas cubanas de la clase Ilca 6 (antes Laser Radial), que culminará en abril con su debut en el Trofeo Princesa Sofía de Mallorca. Un convenio entre la FCV y la Federación Cubana, la colaboración de empresas canarias, de regatistas locales y hasta de la Federación de Vela Latina hacen posible la estancia de las deportistas caribeñas en Gran Canaria.
Para ellas el cambio es sideral.
Laura Suárez (19 años, Matanza) navega desde los 12 años. Se puede decir que de casta le viene al galgo, ya que su padre, Luis Mario Suárez, es una figura de la vela cubana, bronce en unos Juegos Centroamericanos en la clase ‘Sunfish’ y miembro del equipo nacional en la liga SSL- Gold Cup.
Tres meses en la clase Optimist y el salto a la clase Ilca, donde pronto empezó a destacar: dos platas en los juegos escolares y dos oros en los juveniles. Laura, que estudia Cultura Física en la Universidad de La Habana, forma parte del equipo nacional desde los 16. “Esperamos que en el ciclo 2024-2028 sea la principal figura de la vela cubana”, observa Eduardo Rodríguez. “Tiene talento, físico y ganas y con el empuje de la Federación Canaria el objetivo lo vamos a lograr”, agrega el directivo cubano.
Por lo pronto el proyecto de Laura en Gran Canaria es “entrenar. Aquí”, observa, “todo es muy distinto”.
Sanlay Castro (27 años, Caibarién- Villa Clara) es campeona nacional de Cuba desde hace una década. Comenzó en la clase Optimist con 9 años. Después pasó al X 14’. “Es el ‘Laser cubano’, está a medio camino entre el Laser y la clase Finn”, precisa. El X 14’ es un barco de recreo que los hoteles alquilan a los turistas. Cuando los hoteles renuevan sus flotas, los deportistas heredan los viejos. “La flota de Laser en Cuba es muy pequeña”, aclara la deportista.
Los buenos resultados de Sanlay en los juegos escolares y después en los juveniles la llevaron con solo 14 años al equipo nacional. Desde entonces ha participado en varios eventos internacionales: en los JJOO de la Juventud Singapur 2010; en los Centroamericanos de 2014 en México y 2018 en Barranqulla; en los Juegos Panamericanos 2015 y 2019 y en el mundial 2018. Ahora se prepara para “cumplir su sueño”, en palabras de Eduardo Rodríguez: clasificarse para los próximos Centroamericanos, los Panamericanos y los JJOO de París 2024.
En 11 de los 16 provincias cubanas, hay escuelas de vela de alto rendimiento para escolares y juveniles. El equipo nacional está formado por 24 deportistas que navegan en las clases Laser Radial y Standar (Ilca 6 y 7) tablas, 470 y Snipe. En total, 600 cubanos practican el deporte de la vela de manera habitual, 400 en centros de alto rendimiento.
El Snipe -que no es clase olímpica- es “el buque insignia de la vela cubana”. En 1999, en Murcia (España), los regatistas cubanos Nélido Manso – actual capitán del equipo nacional- y Octavio Lorenzo se proclamaron campeones del mundo.
La vela cubana comenzó a participar en los juegos olímpicos en los años 30 del siglo XX. En 1948 obtuvo su mejor resultado con la medalla de plata que Carlos Cárdenas Culmell y Carlos Cárdenas Pla consiguieron en la clase Star. Además, regatistas cubanos han sido campeones Panamericanos y Centroamericanos de las clases Snipe y 470
El principal problema de la vela cubana es la falta de material. “Por el bloqueo (de EEUU), las embarcaciones que tenemos en todas las clases son de los años 80 y 90, la tecnología es atrasada y hoy la vela sobre todo es tecnología”. (Un deportista de élite en Europa cambia de barco todos los años) “Es increíble el contraste con el nivel de preparación que hay en España; si nosotros estamos en el primer piso, ellos están en el 150”, apunta Rodríguez.
Sanlay Castro valora el trato que ella y su compañera reciben en Canarias: “La gente es muy confortable, nos sentimos como en casa, aunque el agua está congelada” (risas). Las dos regatistas entrenan en Gran Canaria con el entrenador húngaro Tamas Eszes, director de la Sailing Academy Gran Canaria, que tiene su sede en el Centro de Vela Manolo Pazos Díaz -CETDV.
“Nuestro problema”, afirma Sanlay, “es que estamos tan metidos en nuestra burbuja que cuando salimos fuera no sabemos navegar”.