La etíope Almaz Ayana consiguió este viernes la primera medalla de oro del atletismo de los Juegos Olímpicos de Río al ganar la final de 10.000 metros con un nuevo récord del mundo: 29:17.45. En la exhibición de Ayana, en el puesto 29, otra atleta nacida etíope pero de nacionalidad española, Trihas Gebre, terminó en 32:09.67, su mejor registro de la temporada.
Con su registro ganador, Ayana borra de las listas el viejo récord que la china Junxia Wang tenía desde el 8 de septiembre de 1993 con una marca de 29:31.78 conseguida durante los Mundiales de Stuttgart’93. Desaparece así de los libros oficiales el último récord bajo sospecha perteneciente a la escuadra del chino Ma Junren, el técnico que en la década de los noventa achacaba la bondad de las marcas de sus discípulas a la sangre de tortuga.
Almaz Ayana ratificó en la primera final olímpica su condición de número uno mundial y se llevó a Etiopía la primera medalla de oro del atletismo en los Juegos de Río después de hacer sola en cabeza toda la segunda mitad de la carrera.
La final femenina de 10.000 metros, a las 11.10 de la mañana, ofrecía a la etíope Tirunesh Dibaba la oportunidad de convertirse en la primera atleta que lograba tres títulos olímpicos consecutivos en una prueba individual. No lo consiguió, pero al menos estuvo en el podio, como tercera.
La keniana Alice Aprot, revelación del año, tiró desde el primer mil con el propósito de castigar las piernas de las etíopes. No hizo, sin embargo, sino servir de lanzadera para el ataque de Ayana, actual campeona mundial de 5.000 y líder mundial del año en los 10 km con 30:07.00.
Al paso por el ecuador de la carrera, todavía con Aprot en cabeza (14:46.81), Ayana escapó del grupo con un cambio brusco y sus adversarias no ofrecieron la menor resistencia. La keniana Vivian Cheruiyot, actual campeona del mundo y bronce olímpico en Londres 2012, se adelantó, a su vez, al grupo perseguidor en una carrera caótica con 37 atletas en pista. Sólo el ojo de un consumado experto podía tener una impresión cabal de la verdadera situación de la prueba, entre una maraña confusa de corredoras dobladas y una larga fila que cubría todo el anillo.
Cuando el cronómetro arrojó un parcial de 26:22.88 al paso por el noveno kilómetro, Ayana se vació en busca del récord del mundo y lo batió por el amplio margen de 14 segundos. La pequeña Cheruiyot llegó a la meta quince segundos después, entregando la corona olímpica pero con un doble consuelo: la medalla de plata y un nuevo récord nacional de Kenia (29:32.53), a un solo segundo del récord mundial anterior. Dibaba arrebató a la sacrificada Alice Aprot el tercer puesto del podio con un tiempo de 29:42.56, su mejor marca personal.
Miguel Ángel López, undécimo
Una de las opciones de medalla del atletismo español estaba presumiblemente en la final de los 20 kilómetros marcha con Miguel Ángel López, campeón mundial de la prueba. Pero éste finalizó undécimo con 1h20:58. «No era yo marchando hoy, no me he encontrado a mí mismo desde el principio y me siento muy decepcionado», dijo. La final la ganó el chino Zhen Wang, con 1h19:14, delante de su compatriota Zelin Cai (1h19:26) y del australiano Dane Bird Smith (1h19:37).
En longitud, Jean Marie Okutu, debutante en unos Juegos Olímpicos, cerró su primera experiencia con un mejor salto de 7,75 que le dejó fuera de la final. En el 800 masculino, Kevin López, plusmarquista español de 800 metros, Álvaro de Arriba y Daniel Andújar, en la primera ronda de la distancia quedaron eliminados.
Foto: EFE
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