La saltadora de longitud abre su participación en Brasil este martes, alcanzado ya cuatro participaciones olímpicas
Mantiene vivo ese cosquilleo vital y pasional por su deporte. El que genera situarse en el pasillo, enfocar el fondo de ese camino que debe hacer veloz y perfectamente medido, ajustar milimétricamente con el listón y despegar en un vuelo maravilloso para fundirse con la arena. Y además, como al talento que mostró a tierna edad le puso siempre trabajo incondicional es, sin duda, una de esas atletas hecha de pasta especial que se ha labrado un recorrido sujeto siempre, con altos y bajos como es lógico cuando una carrera además es dilatada y profunda, a estar situada en la nobleza del atletismo español.
En un deporte tan duramente exigente y exigido como el atletismo, si desde que conquistó el salto de longitud junior en el Mundial de Santiago de Chile (2000) sigue hoy entre las mejores del mundo concentradas en Río de Janeiro, no es fruto de la casualidad o la fortuna. Concha Montaner Coll (L’Eliana, Valencia, 14/1/1981) arrancará su concurso en los Juegos Olímpicos este martes (2:05 hora española). Será su cuarta cita olímpica a los 35 años y su clasificación tiene su brindis más especial para su hija Alba, de siete años.
No hay un secreto especial para seguir situada en el top mundial y participar nuevamente en una cita olímpica: trabajar, trabajar, trabajar y trabajar. «Un deportista puede tener talento en su disciplina, pero si no lo trabaja día a día, si no lucha por las cosas de verdad, si no hace una apuesta fuerte por lo que hace, que se supone es su pasión, es muy difícil mantenerse tantos años en la élite. Somos deportistas los 365 días de año y en consecuencia hay que entrenar, prepararse, cuidarse y alimentarse para poder estar ahí», cuenta Montaner en una entrevista con WSL.
Se acerca el momento para debutar en Río y ese punto nervioso del competidor está despierto. «Me encuentro muy bien. Me fui de Valencia ya con buenas sensaciones y desde que estoy aquí veo que me encuentro fuerte, con buen tono y con muchas ganas de que llegue la competición y luchar, luchar mucho por este sueño que siempre son los Juegos», asegura.
«Me encuentro fuerte, con buen tono y muchas ganas para luchar hasta el último salto»
Mantiene contacto en la distancia diariamente con su entrenadora, María Peinado, y con su marido Venancio José Murcia —velocista dos veces olímpico», su hija Alba —«es duro quitarle horas a mi niña por un sueño»—, y su familia. Cuenta con los componentes técnicos y emocionales para afrontar una competición que quiere disfrutar por fin.
«Estamos haciendo un gran trabajo los dos últimos años. Estoy muy a gusto con mi entrenadora y hemos conseguido estar aquí después de haber pasado mucho. Al final, los momentos buenos y no tan buenos que pasas cuando luchas por unos Juegos cobran sentido cuando se logra la clasificación. Ahora quiero disfrutar y dar lo máximo de mí en la competición».
Sus cuartos Juegos
Para Concha Río tiene un significado especial: «Después de los Juegos de Londres mi vida ha sido un poco una montaña rusa con cambios técnicos, con problemas físicos que finalmente se superaron, con cuestiones de la vida diaria de cualquier persona trabajadora —la saltadora trabaja en una empresa como administrativa—. En 2014, tuve una enfermedad y me planteé retirarme. Pero se encontró solución y poco a poco cuy remontando. Quería luchar por unos Juegos y con mucho trabajo aquí estoy. Quiero disfrutarlos y competirlos».
Concha Montaner alcanza la honorable cifra de cuatro participaciones olímpicas: Sidney 2000, Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. La valenciana, así como su compañera Ruth Beitia, la nadadora de sincronizada Gemma Mengual, la tenista Anabel Medina, la triatleta Ainhoa Murúa, la nadadora de aguas abiertas Erika Villaécija y la amazona Beatriz Ferrer-Salat cumplen sus cuartos Juegos, con permiso de la piragüista Teresa Portela que firma sus quintos.
«Es un orgullo competir por cuarta vez en el acontecimiento deportivo más importante del mundo. Los Juegos son muy especiales y nos encontramos, en mi caso, las mejores saltadoras del mundo que para llegar aquí hemos superado unas mínimas exigentes. Este año el nivel es muy alto. Que sean los cuartos Juegos también dice que llevo muchos años en esto y además logrando algo muy difícil en el deporte como es mantenerse», asevera.
Llega a Río con una marca de 6,88 metros, su tercera mejor de siempre
En realidad podría estar soplando para apagar las velas de cinco Juegos. «Para Atenas 2004, era campeona de España y tenía la mejor española de año. Y estaba en el top ten Mundial y Europeo. Pero finalmente no fui yo», recuerda.
Montaner quiere disfrutar al ciento por ciento unos Juegos. Se encuentra bien y dará todo en la pista: «Me merezco disfrutar de los Juegos y consiga lo que consiga irme con buenas sensaciones y habiendo hecho una buena competición. En Sidney, me cogió muy joven (19 años) y pagué la novatada. En Pekín, el día antes de la calificación me rompí un huesecillo del pie e hice lo que pude mermada. Y en Londres, iba bien técnicamente, pero no mentalmente. Bueno, han sido las circunstancias que he tenido que vivir. Espero y confío en que Río va a ser diferente. Luchar lucharé hasta el último salto».
La valenciana quiere ir salto a salto. Ha trabajado la preparación en Río con Peinado en la distancia y el responsable de salto de la federación en el terreno. La experiencia dice que más que pensar si es posible alcanzar sueños, hay pensar en realidades: «Primero tengo que centrarme en el primer salto. Y luego en el segundo. Así debo luchar por el primer objetivo que me gustaría que es clasificarme para una final olímpica, pues no lo logré antes. Lo que pueda venir, lo desconozco. Por mi parte pondré todo para conseguir cumplir mis retos».
Desde luego llegó a Río de Janeiro acreditando un ‘marcón’. Un 6,88 metros en Sierra Nevada. Según fue la temporada, aunque cayó la mínima dos semanas antes de la fecha límite, llegó antes de lo esperado incluso. Una lesión al final de la pista cubierta retrasó los planes de Montaner. Superó el bajón físico y moral junto a su marido y su hija y su entrenadora. Luego, apretó los dientes y brincó como nunca.
Tercera mejor marca de siempre
Superó la mínima en 18 centímetros. Ese 6,88 era su tercera mejor marca de siempre —la mejor es un 6,92 en 2005— y en el momento de lograrla se colocaba como la sexta mejor del mundo a sus 35 años. «Fue un momento indescriptible, de mucha felicidad, de liberar muchísima tensión. Me abracé con María y nos pusimos a llorar. Ahora todo lo pasado quiero traducirlo en disfrutar esto y concederme una buena competición», explica.
Los planes de la valenciana van más allá de Río incluso. Se encuentra bien físicamente y con ganas. La mínima de los Juegos ya le vale para el Mundial de 2017. Además, le llaman especialmente la atención los Juegos del Mediterráneo en Tarragona el próximo año.
Ahora Concha Montaner anda tras esa soñada final olímpica. En todo caso, a sus cuatro participaciones en juegos, acumula un palmarés potente y que merece su reconocimiento. A aquel oro del Mundial junior de Santiago de Chile le siguieron un bronce en el campeonato del Mundo de Moscú (2006), un sucampeonato de Europa en Birmingham (2007), un oro en los Juegos del Mediterráneo de 2001 y un bronce en los de Almería 2005, y 19 títulos de campeona de España —18 en longitud y uno en 100 metros— entre pista cubierta y aire libre. Una luchadora nata que merece el reconocimiento y disfrutar de los Juegos de Río. A saltar.
Estoy encantado de encontrar este blog. Quería daros las gracias por postear esta maravilla. Sin duda he gozado cada pedacito de ella. Os te tengo agregados para ver más cosas nuevas de esta web .