La jugadora española no dio opciones a la surcoreana (21-12, 21-16) y el jueves buscará la final ante la china
La seriedad y contundencia con la que anda mostrando Carolina Marín en Río resulta incontestable para sus rivales. La bicampeona mundial y también doble campeona europea de bádminton arrolla y de ahí la firmeza con la que se manifiesta al apuntar que a los Juegos Olímpicos llegó para conseguir el oro. En cuartos de final, con la surcoreana Sung Ji Hyun enfrente no dudó un instante. Y celebrando puntos uno tras otro con su característico grito, fulminó a la asiática por 21-12 y 21-16.
En realidad, la resistencia tímida a la postre de Sung estuvo controlada en todo momento por Marín, que se encontrará el jueves en semifinales con la china Li Xuerui, defensora del título y tercera cabeza de serie en la ciudad carioca.
«Yo aquí he venido a ganar. La preparación ha sido muy dura, la más dura que he tenido en mi vida y por eso me encuentro muy cómoda y muy mentalizada. Unos Juegos hay que desdramatizarlos. Todas venimos a conseguir una medalla pero eso es muy difícil. Las sensaciones están siendo muy positivas y eso hay que seguir manteniéndolo sobre todo para el partido de semifinales», aseveró rotunda tras derribar a Sung.
La española doblegó a la surcoreana en cuartos demostrando su fuerza, precisión y contundencia. Una presencia aplastante la de Marín, que ha sometido a todas las rivales ante las que se enfrentado hasta la fecha en Río.
La española empezó muy fuerte, rápida y precisa y llegó a ponerse con un 6-1 en cinco minutos, pero la asiática reaccionó para ajustar el marcador y colocarse a un punto (10-9) siete minutos después. Un espejismo. Seis puntos consecutivos de la onubense permitieron a la número uno de mundo despegarse de nuevo y aunque cedió tres puntos llegó a 21-12 en 22 minutos.
Sin opciones a las rivales
La onubense se plantó con un 8-0 tras la reanudación del partido, en el que no dejó de intimidar a la asiática. Ésta se pudo aproximar de forma progresiva, pero nunca a más de 4 puntos, y la española cerró el partido con un 21-16 en la segunda manga, después de 24 minutos de juego.
Cuestionada tras el partido por la consecución del oro para el que se le da como favorita dijo que «hay que pensar partido a partido y lo que tengo que hacer en cada uno. Me estoy enfrentando a las mejores jugadoras del mundo. No se si las rivales me respetan o no, yo no puedo respetar a nadie. Yo aquí vengo a ganar teniendo muy claro lo que tengo que hacer contra la rival, sin darle ninguna oportunidad, y a dar mi mejor bádminton como creo que lo estoy dando».
Marín debutó en Río con un cómodo 21-6 y 21-4 sobre la finlandesa Nanna Vainio en 21 minutos y aseguró los cuartos contra frente a la danesa Line Kjaersfeldt, número 24 en el ránking mundial, por 21-16 y 21-13, en cuarenta minutos de partido.