El equipo valenciano, clave en la historia del baloncesto español, ganó en Bari al Dinamo Kiev
BALONCESTO | HISTORIA
Por R. Cosín y M.A. Vidal
Treinta años. Tres décadas de aquella mágica Copa de Europa que alzó el Dorna Godella. El equipo valenciano, esencial en la historia del baloncesto femenino español, se impuso el 26 de marzo de 1992 al Dinamo de Kiev en Bari en la final de una Final Four a la que el conjunto valenciano llegó sin perder un solo partido. El roster de Dorna Godella lo componían Anna Junyer, Luisa Bisetti, Paloma Sánchez, Natalia Zasoulskaya, Razza Mujanovic, Rosa Castillo, Laura Grande, Esther Tordesillas, Teresa Almoguera y Emma Bezós. Su técnico: una leyenda como Miki Vukovic. Precisamente, durante las semifinales de la Copa de la Reina, celebradas en Valencia, este sábado se rindió tributo a aquel equipo clave en la crónica histórica del basket femenino en España.
El Valencia Basket, hoy, cuenta con un equipo femenino que disputa competiciones europeas y que se encuentra bien situado en la máxima categoría del baloncesto español. Pero este equipo, que consiguió el ascenso a la LF1 hace apenas unas pocas temporadas, es heredero de una larga tradición asentada en los orígenes del deporte femenino valenciano. En 1963, cuando se convocó la primera liga nacional femenina, el equipo del Royce Dimar entrenado por J. Martínez ya participaba en ese torneo que se organizó en dos grupos de cuatro equipos cada uno. Desde entonces, de la mano de diferentes entidades, el baloncesto femenino valenciano siempre estuvo presente en el escenario nacional, excepto los periodos comprendidos entre 1974 y 1976, y 1980 y 1986.
Después de esta particular intermitente travesía del desierto, de la mano del Bétera Samoa se recupera la presencia valenciana en este tipo de competiciones. Bajo la dirección de Merche Salvador y Ramón Romero, se inicia un periodo que en su primera aparición en la competición española consigue la décima posición y empieza a incorporar jugadoras extranjeras contando con la presencia destacada de Cintia Cuper.
El último año en el que la máxima categoría nacional ostentaba el nombre de Liga de Primera División, la 89/90, en Valencia se pone en marcha una pequeña revolución. Desde el núcleo baloncestístico de Colegio Sagrado Corazón de Godella, Dorna hace su aparición en el escenario valenciano, con la dirección deportiva de Carme Lluveras y la presidencia de Dolores Escamilla, que desde este momento se mantendría como uno de los ejes vertebradores de este deporte en Valencia durante más de veinte años.
Aun tendríamos que esperar un año más para que las vitrinas del Dorna Godella empezaran a lucir sus primeros grandes galardones. La llegada del mítico Miki Vukovic al banquillo y la incorporación de jugadoras como Judy Mosley y Kin Hamton permitieron el primer doblete para el baloncesto femenino valenciano. Fue el primero de una espectacular serie de triunfos que se detuvieron en la temporada 95/96. Nada menos que 6 campeonatos de liga consecutivos, cuatro Copas de la Reina, dos Euroligas y un Mundial de Clubs.
Dorna Godella y Costa Naranja, en las temporadas 94/95 y 95/96 fueron las entidades que forjaron estos triunfos, y Valencia y Lliria las ciudades que las acogieron. Junyer, Grande, Castillo, Tordesillas, Almoguera, Sánchez, Valero, Valdemoro, Zasouslkaia, Alonso, Heuer, McClain, Álvaro, Bisetti, Belos, Mujanovic, Ares o Tornikidou son una buena representación de las jugadoras que regalaron estos años dorados.
Lamentablemente, en la temporada 1996/1997 el Costa Naranja desapareció y cedió los derechos al Pool Getafe, dejando al baloncesto femenino valenciano sin representación en la máxima categoría apenas unos meses después de haber alzado la copa del triunfo de la liga 1995/96.
En esta complicada situación, el Popular Dorna Godella asume el liderato militando en la Liga Femenina 2 y consigue en ese mismo año el ascenso para retomar la senda en la máxima categoría, en la que jugará durante las siguientes dos temporadas consiguiendo un octavo y un sexto puesto, respectivamente.
Ana Belén Álvaro y Piluka Alonso forjan la columna vertebral de las plantillas de estos años que se convirtieron en un equipo muy valenciano. Fueron las supervivientes del talento que había cosechado los triunfos de la época anterior y constituyeron la base para ir asentando un nuevo proyecto. A ellas se fueron sumando Anna Montañana, Begoña Arnau, Noemi Jordana, Ingrid Pons o Alicia López, entre otras, y estuvieron dirigidas por Fede Marco y Ángel Fernández.
De la mano de este mismo entrenador y sin abandonar Godella, en la temporada 99/00 aparece el Ros Casares, con la presidencia de Juan Francisco Ros y con la dirección deportiva de Paco Doménech, que la mantendrá hasta finalizar la temporada 2007/08. Las primeras incorporaciones de jugadoras en este nuevo periodo fueron Fernández, Ferrer y Gesteira, reforzando una plantilla que en el año 2000 obtuvo la cuarta posición con la presencia al final de la temporada en el banquillo de Javi Pinazo y Mar Navarro.
El primer título de la era Ros llegó apenas una año después en el que se consigue la primera posición en la liga y la cuarta en la Copa. Esta temporada fue el pistoletazo de salida de una nueva época dorada para el baloncesto femenino valenciano.
Hasta 22 grandes títulos se consiguieron entre el año 2000 y el año 2012: 8 ligas, 7 copas, 6 supercopas, un subcampeonato en la Euroliga y el triunfo del 2012 en esta misma competición. Ramón Marquez, Esteban Albert, Domingo Díaz, Olaf Lange, Manolo Real, Isma Cantó, Vicente Collado, Jordi Fernández, Natalia Hejkova y Roberto Íñiguez estuvieron en la dirección de los banquillos que alzaron estos títulos.
Y el elenco de jugadoras que pasaron durante esos años fue descomunal: Jonson, Anula, Sarenac, Marina Ferragut, Amaya Valdemoro, Page, Fallon, Askanp, Elisa Aguilar, Riley, Mirchandani, Sandra Ygueravide, Berthieu, Holland, Polini, Batkovit, Chamique, Antine, Dos Santos, Company, Dubljevic, Knezeuviz, Tornikidou, Dydek, De Souza, Milton, Laia Palau, Douglas, Baranova, Belesa, Hammon, Snell, Silvia Domínguez, Jackson, Moore, Sancho Lyttle y Wauters.
De Ros Casares a Valencia Basket
La decisión de Ros Casares de abandonar la esponsorización deportiva provoca una diáspora de las jugadoras, que lleva al club a abandonar la categoría y competir en la primera nacional, dos escalones debajo de la máxima categoría y con jugadoras exclusivamente locales. Díaz, Cotano y Saez con Ana Belén Álvaro, Igor Vukovic en esa primera temporada y posteriormente José Canales, son los que vivieron la responsabilidad del banquillo durante cuatro años en esta categoría, en las que se traslada la actividad al paraguas del Valencia BC.
En esta última temporada se consigue el ascenso a la LF2 y con la misma estructura se afronta la nueva categoría en la que con incorporaciones de Lukovik y Racowic en el periodo navideño se consigue la permanencia in extremis con una canasta de Pallardó.
Desde entonces, la trayectoria del básquet femenino valenciano ya no es historia, ya es el presente que se vive con la llegada a la dirección de- portiva del Valencia Basket femenino de Esteban Albert, la incorporación en el banquillo de Rubén Burgos y la decisión del club por apostar de forma inequívoca por el básquet en su conjunto.
El ascenso a la LF1 se consigue ya en ese primer año de esta nueva etapa, con jugadoras como la ya mencionada Pallardó, Esther Díaz, Leles Muñoz, Collado, Garí, Saiz, Bettencourt y Tirera y la incorporación de Pocec mediada la temporada. Ya en la LF1 se recupera el talento va- lenciano de María Pina y Anna Gómez y también se suma Abalde de entre las nacionales. Fueron cuartas. La trayectoria ya en la máxima categoría ha sido notable y veloz y solo cinco temporadas se codea en la liga y la Copa con Avenida y Girona (fueron subcampeonas coperas en 2021), además de alzarse con la Supercopa de España, y en el Viejo Continente sabe incluso lo que es ganar Eurocup (2021) y la Supercopa de Europa (2021).