La ex tenista muestra su decepción con el organismo federativo a través de una carta abierta tras su destitución como seleccionadora
La Real Federación Española de Tenis (RFET) anunció este jueves la decisión tomada por su Junta Directiva de cortar la vinculación contractual con Conchita Martínez como seleccionadora española de los equipos de Copa Davis y de Fed Cup (Copa Federación) después de tres años al frente del conjunto masculino y cinco del femenino.
El organismo federativo informó a través de un comunicado que su Junta, reunida en Barcelona, convino por unanimidad un cambio «en la dirección de nuestros equipos profesionales» y al tiempo subrayó «la gran labor que ha realizado Conchita Martínez en estos años al frente de los equipos más emblemáticos de nuestro tenis».
En la nota publicada por la RFET en su página oficial se destacó que «en los años como capitana del equipo de Copa Federación y Copa Davis ha realizado un gran trabajo. Hemos decidido cambiar, apoyados en un consenso general, para afrontar nuevos retos en 2018 con nuestros equipos». En los próximos días, se darán a conocer los nombre de la nueva dirección de los equipos.
La decisión no gustó en absoluto a Conchita Martínez, quien en una carta remitida poco después del anuncio, subrayó su enfado en una carta publicada en su web oficial, que puede leer íntegramente:
«Comparto con vosotros mi decepción y malestar con la RFET, quien me ha trasladado a última hora de esta tarde que no contarán conmigo en la próxima temporada.
Es muy desagradecido tomar las riendas del barco cuando hay tempestad y cuando consigues la tranquilidad y el compromiso prescindan de ti. Se suponía que con la llegada de la nueva directiva la situación cambiaría, pero es más de lo mismo, el tenis sigue sin ser una prioridad.
En circunstancias complicadas he aceptado sus condiciones, que en otra situación no aceptaría.
El abandono que he sentido durante estos meses me hacían presagiar que se prescindiría de mi trabajo, más cuando, por primera vez en los últimos años, esta nueva ejecutiva me retiró la posibilidad de acompañar a los jugadores y jugadoras y hacerles seguimiento presencial durante los Grand Slams.
Entiendo que los relevos a veces son necesarios, y después de tres temporadas podría esperar el de Copa Davis, no así el de Copa Federación, donde las bases estaban totalmente asentadas tras cinco temporadas.
Estoy muy agradecida a nuestros jugadores y jugadoras, ha sido una experiencia positiva donde me llevo las emociones sentidas y vividas en todas y cada una de las eliminatorias en las que defendíamos los colores de España. Un orgullo haber podido trabajar con los mejores tenistas del mundo.
Me duele por los aficionados, con quienes comparto su amor y pasión por el tenis, que han estado ahí siempre apoyándonos en cada partido, por televisión, en la grada o con sus mensajes a través de las redes sociales.
Mi motivación y ganas siguen intactas, como el primer día, me habría gustado continuar, pero la decisión ha sido unilateral, por parte de la RFET.
Considero que después de toda mi contribución e implicación con el tenis español no me merecía un final de esta forma, a mi parecer, tan irrespetuosa».